Finalmente, la incertidumbre se acabó. Después de cuatro días de intensos recuentos en un puñado de estados y acusaciones de “fraude” por parte de Donald Trump, Estados Unidos conoció ayer el nombre de quien será su 46º Presidente a partir del próximo 20 de enero: Joe Biden. Tras adjudicarse Pennsylvania, su estado natal, el candidato superó los 270 votos electorales necesarios para asegurar su proclamación en el Colegio Electoral.

Con un escrutinio que avanzaba a cuentagotas y tenía en vilo a Estados Unidos desde el martes, finalmente Pennsylvania confirmó su opción por el exvicepresidente de Barack Obama. Así, escrutado el 98%, Biden alcanzó el 49,6%, frente al 49,1% de Trump en ese estado, con una diferencia de apenas 34.414 sufragios. Una tendencia irreversible según los medios locales. Este triunfo le permitió al demócrata obtener los 20 votos electorales que le faltaban para sumar 270.

CNN fue uno de los primeros medios en dar al demócrata por ganador: “Después de cuatro largos y tensos días, hemos llegado a un momento histórico en esta elección. Ahora podemos proyectar al ganador de la carrera presidencial. Podemos hacer esta proyección porque CNN proyecta que Biden gana Pennsylvania”, señaló el presentador Wolf Blitzer, a eso de las 13:30.

La gente se reúne en Black Lives Matter Plaza para celebrar la victoria del presidente electo Joe Biden, en Washington.

Se cumplió así la proyección realizada por el portal de estadísticas FiveThirtyEight, que el 15 de septiembre señaló en un artículo que “Pennsylvania puede ser el estado que decida las elecciones de 2020”.

Apenas conocida la noticia, miles de seguidores de Joe Biden salieron a las calles en distintas partes del país para celebrar espontáneamente la victoria demócrata. Imágenes en Time Square en Nueva York; en Chicago; afuera de la Casa Blanca en Washington D.C.; en Atlanta, Georgia; y en Filadelfia, Pennsylvania -entre muchos otros-, mostraron a una multitud que gritaba “U.S.A”, mientras otros bailaban, lloraban, se abrazaban y descorchaban botellas de champaña. El ambiente era una fiesta, en su mayoría sin distanciamiento social, pero con mascarillas.

En redes sociales se difundió un video de la vicepresidenta electa, la primera mujer que ocupará ese cargo, Kamala Harris, en el que llamaba por teléfono a Biden para decirle: “¡Lo hicimos, Joe!”.

A medida que avanzaba la jornada, también se confirmó que Biden ganó en Nevada con un 49,9%, estado que entrega 6 votos electorales, por lo que el exvicepresidente sumaba hasta anoche 279 votos.

A las 22.40, tras palabras de Harris haciendo alusión a ser la primera mujer que ocupa la Vicepresidencia, Biden hizo un discurso en Wilmington, Delaware, donde comenzó su carrera política como senador en 1972. “Estamos viendo una expresión de alegría y esperanza renovada por un mañana mejor”, dijo el Presidente electo, quien prometió que en su condición de Mandatario “no veré estados azules ni rojos, sino Estados Unidos”. Junto con agradecer a la ciudadanía y a sus partidarios, aseguró sentirse “orgulloso” de trabajar para liberar a la nación de la pandemia, del racismo, y luchar para que el país “sea nuevamente respetado en todo el mundo”.

El expresidente Barack Obama tuiteó un comunicado en el que declaró no poder estar “más orgulloso de felicitar a nuestro próximo Presidente, Joe Biden, y a nuestra próxima primera dama, Jill Biden”. “Somos afortunados de que Joe tiene lo que se necesita para ser Presidente y ya se comporta de esa manera. Porque cuando ingrese a la Casa Blanca en enero, enfrentará una serie de desafíos extraordinarios que ningún Presidente entrante ha enfrentado jamás: una pandemia furiosa, una economía y un sistema de justicia desiguales, una democracia en riesgo y un clima en peligro”, escribió Obama.

Al exmandatario se sumaron otros líderes estadounidenses y del mundo, como el “aliado” de Trump, el primer ministro británico, Boris Johnson; el Presidente francés, Emmanuel Macron; la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau; así como el Presidente Sebastián Piñera y otros líderes de la región.

Una de las primeras noticias sobre lo que será su mandato se conoció ayer tempranamente: Biden planea anunciar un grupo de trabajo de 12 personas sobre el coronavirus el lunes.

La derrota de Trump

Desde la otra vereda, el Presidente Donald Trump había acudido a jugar golf en Virginia a la hora que se conoció el triunfo de su rival demócrata. Fuentes citadas por los medios estadounidenses indicaban que no se espera que Trump acepte la realidad y conceda la elección en el corto plazo. Además, trascendió que no hay planes de que el mandatario invite al Presidente electo Joe Biden a la Casa Blanca en los próximos días. Sí hubo un comunicado tras conocerse los resultados finales: “Todos sabemos por qué Joe Biden se apresura en declararse ganador, y por qué sus aliados de los medios tratan con mucho esfuerzo de ayudarlo: no quieren que se sepa la verdad. Esta elección está lejos de terminar”.

Y durante la tarde vino su arremetida vía Twitter. “Los observadores no fueron permitidos en las salas de conteo. Gané las elecciones, obtuve 71 millones de votos legales. Sucedieron cosas malas que nuestros observadores no pudieron ver. Nunca ocurrió antes”, escribió en una acusación que no tiene evidencias concretas.

Trump anunció, además, que la batalla legal comenzará mañana: “A partir del lunes, nuestra campaña comenzará a procesar nuestro caso en los tribunales para garantizar que las leyes electorales se respeten plenamente y que el ganador legítimo esté sentado”.

Cuando aún no se confirmaba la tendencia irreversible en Pennsylvania, el equipo de campaña de Trump insistió el viernes en que “la elección no ha terminado”. “Las proyecciones erróneas que dan como ganador a Joe Biden se basan en resultados en cuatro estados que están lejos de ser definitivos”, aseguró Matt Morgan, del equipo del republicano, en un comunicado. Morgan hacía alusión, además de Pennsylvania, a Arizona (que reparte 11 votos electorales), Carolina del Norte (15 votos) y Georgia (16 votos), estados donde aún se contaban los votos y en los cuales –salvo Carolina del Norte- Biden tenía una leve ventaja. También se refería a Nevada, que ya confirmó a Biden como ganador, por lo que el candidato demócrata sumaba 279 votos electorales.

En medio de este adverso escenario, en una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump dijo el jueves que “si cuentan los votos legales, gano fácilmente. Si cuentan los votos ilegales, pueden intentar robarnos la elección”. El mandatario repitió esos reclamos en un tuit en la madrugada del viernes, donde advirtió que “¡la Corte Suprema de Estados Unidos debe decidir!”. Así, su campaña inició varias demandas para impugnar los resultados y pidió un recuento en Wisconsin, donde Biden ganó por solo 20.000 votos.

Demandas de la campaña

En entrevista con La Tercera, Trevor Potter, expresidente de Comisión de Elecciones Federales de EE.UU., aseguró esta semana que “no hay evidencia de ningún ‘fraude’. Se están contando los votos legales”, indicó el abogado, que fue consejero de las campañas presidenciales de George H.W. Bush y John McCain. “La Corte Suprema no acepta solicitudes de opiniones consultivas. Tiene que haber un caso en el tribunal, en una jurisdicción inferior con una pregunta específica. No existe tal caso para detener el conteo ahora”, explicó Potter a propósito del anuncio de Trump de acudir al máximo tribunal para impugnar los votos por correo.

Dos jueces estatales, uno en Michigan y otro en Georgia, desestimaron el jueves demandas presentadas por la campaña de Trump sobre el conteo de votos. En Pennsylvania, en tanto, ganó una demanda que le permitía a los observadores de su equipo supervisar más de cerca el recuento de los sufragios.

La gente celebra después de que los medios anunciaran que el candidato presidencial demócrata Joe Biden ganó las elecciones presidenciales, en Black Lives Matter Plaza en Washington.

“Sería un desastre para la nación si la elección se redujera a una decisión de la Corte Suprema que esencialmente le diera la victoria a Trump. Sería particularmente desastroso si (la recientemente nombrada jueza conservadora) Amy Coney Barrett proporcionara el voto clave para cambiar la decisión a favor de Trump”, dijo a La Tercera el profesor de Derecho, Jurisprudencia y Pensamiento Social en el Amherst College, en Amherst, Massachusetts. “Esto es poco probable, pero no imposible. Si eso sucediera, existe una buena posibilidad de que Biden simplemente ignore la decisión de la corte y lleve la disputa al Congreso, que contará oficialmente los votos del Colegio Electoral el 6 de enero de 2021”, comentó el autor del libro Will He Go?: Trump and the Looming Election Meltdown in 2020 (¿Se irá?: Trump y el colapso electoral que se avecina en 2020), editado en mayo.

Presidente más longevo

Como Biden logró obtener más de 270 votos electorales, se convertirá en el candidato más longevo en llegar a la Casa Blanca, con 78 años. Se trata de la consagración de 47 años de carrera política, iniciada como senador por Delaware, cargo que ejerció durante seis períodos, hasta el 15 de enero de 2009. Vicepresidente de Obama en sus dos períodos (2009-2017), previamente Biden había buscado dos veces la nominación presidencial por el Partido Demócrata: en 1988 y 2008.

Biden encarna a un político tradicional y moderado, un veterano ejemplar de ese establishment de Washington al que, con sus glorias y miserias, muchos añoran tras la administración de Trump. Pero una vez en el poder, la tarea no será fácil para el demócrata. “Enfrenta una serie de desafíos mucho, mucho más abrumadores que incluso los que Obama heredó: una pandemia global que azota el país, una depresión no vista desde la década de 1930, un planeta al borde del colapso ecológico cuyos síntomas se vuelven más graves”, dijo a La Tercera Branko Marcetic, autor de Yesterday’s Man (2020), biografía que expone la “historia olvidada” de Joe Biden.

Trump, por su parte, pasará a engrosar a las filas de los Presidentes que no pudieron ser reelectos, como Gerald Ford, Jimmy Carter y George H. Bush.