La figura delgada y misteriosa de Robert Oppenheimer volvió a Los Alamos. Traje holgado, corbata ancha, cinturón con hebilla de Nuevo México y su característico sombrero. El biógrafo Kai Bird se sintió impresionado al ver al actor Cillian Murphy interpretando al físico teórico. Estaban en la cabaña original de Oppenheimer, minuciosamente restaurada para la película de Christopher Nolan. En una pausa del rodaje, el actor se acercó a saludar y el biógrafo gritó espontáneamente:
-¡Dr. Oppenheimer! ¡He estado esperando décadas para conocerte!
Cillian Murphy sonrió halagado y le dijo:
-Aquí todos estamos leyendo tu libro.
Kai Bird es el coautor de Prometeo americano, la monumental biografía sobre el padre de la bomba atómica escrita en conjunto con Martin J. Sherwin. El libro se publicó en 2005, recibió el Premio Pulitzer y está en la base del más reciente filme de Christopher Nolan.
Estrenado en julio en Estados Unidos, Oppenheimer es un éxito inusitado. Con un presupuesto de US$ 100 millones, recaudó más de US$ mil millones en taquilla. Se convirtió así en el filme biográfico más exitoso de la historia. Desde hace un mes, además, avanza airoso en la temporada de premios: recibió el Globo de Oro, venció en los Critics Choice Awards y se acerca con pasos de gigante hacia el Oscar.
Después de la era de los superhéroes, Oppenheimer es un fenómeno inusual: un filme de tres horas sobre un personaje histórico enigmático, un drama en torno a la construcción de la bomba y con un desenlace político oscuro, narrado en dos líneas temporales, una de ellas en blanco y negro.
Con motivo del filme salieron nuevas ediciones y traducciones de Prometeo americano. A su vez, la película difundió ampliamente la historia de Oppenheimer, así como revivió el debate en torno a las armas nucleares.
Nada de eso pudo verlo Martin J. Sherwin, quien comenzó la exhaustiva investigación tras el libro en 1980, y en 2000 invitó al proyecto a Kai Bird. Diagnosticado con cáncer, Sherwin murió en 2021. Poco antes Bird se reunió con Nolan, discutió su visión artística y le dijo a Sherwin que el libro estaba en buenas manos.
Un año más tarde, a punto de comenzar el rodaje, Kai Bird leyó el guión. Quedó sorprendido “por lo fiel que era al libro, capturando lo que siempre fue más importante para Sherwin: las paradojas en el corazón del personaje de Oppenheimer y los detalles íntimos que encajaban con los enormes cambios de platos de la historia mundial”.
De personalidad frágil, interesado también en las artes y la filosofía, Oppenheimer se formó como físico teórico en Gotinga, en la época dorada de la física cuántica. En los años 30 fue el gran difusor de la física de partículas en EEUU, en Berkeley. Simpatizante de izquierda, apoyó a la República española y tuvo amistades y parejas que militaban en el PC. En 1939 fue designado director científico del Proyecto Manhattan, el programa secreto que desarrolló la bomba atómica y que desembocó en el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
Tras el ataque a Japón, Oppenheimer se volvió un opositor al uso de la energía nuclear para fines bélicos. Y en 1954, siendo el asesor más importante de la Comisión de Energía Atómica de EEUU, fue sometido a un juicio secreto, acusado de ser una amenaza a la seguridad nacional.
El filme recrea estas dimensiones, así como los debates de los científicos en torno a la bomba. Y gira en torno al juicio de seguridad, donde el FBI reveló que seguía a Oppenheimer desde los años 40, pero con todos los informes y escuchas telefónicas, fue incapaz de probar que alguna vez perteneció al PC. Con todo y aun con el testimonio de Einstein a su favor, el eminente físico fue excluido de la CEA.
Así. el científico más célebre de EEUU, portada de revista Time en 1945, perdió su posición de influencia. Fue un golpe para la comunidad científica y restringió el debate nuclear durante la Guerra Fría.
Christopher Nolan volvió a los territorios de Oppenheimer en Nuevo México. En esa geografía de amplias vistas del desierto, donde el físico solía pasar los veranos en su infancia, se levantó el Laboratorio Nacional y la ciudad de Los Alamos, que recibió a miles de científicos, entre ellos varios futuros Nobel, que formaron parte del Proyecto Manhattan. Nolan recreó Los Alamos en Ghost Ranch, a 60 kilómetros, y filmó los interiores en los escenarios reales, lo que significó un valor especial para el director y el elenco encabezado por Cillian Murphy, Emily Blunt y Matt Damon. Allí estuvo también Kai Bird durante el rodaje.
“Oppenheimer era un estadounidense ultra-intelectual y le encantaba expresarse con imágenes y frases poéticas”, comentó Roy Gaubler, uno de los miembros más jóvenes y uno de los sobrevivientes del Proyecto Manhattan. ¿Ese rasgo influyó en su liderazgo en Los Alamos?
Oh sí, en Prometeo americano argumento que Oppenheimer fue un mejor científico precisamente porque era un polímata... Amaba la literatura, los poemas de T.S. Elliot y las novelas de Hemingway. Él mismo escribía poesía y estaba profundamente interesado en la condición humana... y en la política. Todos estos intereses contribuyeron a su carisma y cualidades de liderazgo.
La guerra estaba terminando cuando Estados Unidos decidió usar la bomba contra Japón. En ese momento, Japón ya era un enemigo “fundamentalmente derrotado”. Y muchos científicos del Proyecto Manhattan se opusieron y escribieron una carta. Oppenheimer no firmó aquella carta y defendió el uso de la bomba, aun si le preocupaban “esas pobres pequeñas personas”. ¿Cómo se entiende esta ambigüedad?
En la primavera de 1945, muchos científicos en Los Alamos expresaban dudas sobre por qué estaban trabajando tan duro para construir esta arma cuando claramente Alemania ya estaba derrotada. Pero Oppie los persuadió para que continuaran recordándoles que Niels Bohr, el gran físico danés, solo tenía una pregunta para Oppenheimer cuando llegó a Los Álamos en el último día de 1943: “Robert, ¿es lo suficientemente grande? ¿Suficientemente grande para poner fin a todas las guerras?”. Oppie llegó a creer que la pregunta de Bohr fue astuta y que si el “gadget” no se usaba en esta guerra, la humanidad no comprendería la enormidad, la naturaleza terrible de esta arma, y por lo tanto, la próxima guerra sería librada por adversarios armados con armas nucleares. Esto sería un desastre. Así que Oppie se estaba convenciendo a sí mismo de que esta era la razón por la que el dispositivo debía desarrollarse de inmediato y debía usarse en esta guerra.
Después de la guerra, Oppenheimer lamentó tener las “manos manchadas de sangre” con el presidente Harry S. Truman y se convirtió en un opositor al uso de la energía nuclear con fines bélicos. De hecho, abogó por el control internacional de la energía nuclear. ¿Fue ingenuo? ¿Fue esa actitud la que llevó a su caída?
Oppie era un poco ingenuo políticamente. Pensaba que podría convencer a Truman de que esta arma era solo para agresores y que América no debería depender de ella para la defensa. También comenzó a advertir a la gente sobre el potencial de actores no estatales para usar un arma nuclear simple, introducida clandestinamente a bordo de un barco, por ejemplo, como un arma de terror. Sostenía que no había defensa contra estas armas, que eran relativamente baratas, y que ya no había secretos sobre cómo se fabricaban. No estaba equivocado en todo esto. No era ingenuo en ese sentido. Pero era ingenuo pensar que meros políticos podrían entender que su fascinación por las armas atómicas era ingenua.
Albert Einstein intentó disuadir a Oppenheimer de asistir al juicio secreto en su contra. “No vayas”, le dijo. ¿Por qué lo hizo de todos modos? ¿Qué buscaba?
Oppie era ingenuo políticamente y también ambicioso, y no quería renunciar a su acceso al poder en Washington DC. Todavía pensaba que su estatus de celebridad lo protegería y que debería usar su fama para influir en los políticos.
¿Cuál fue su mayor tragedia: el éxito de la bomba atómica o la audiencia de seguridad de 1954?
Bueno, la prueba Trinity de la primera bomba atómica fue un “triunfo” científico, pero la tragedia en la vida de Oppie fue tanto Hiroshima como Nagasaki. Después de que la bomba cayó en Hiroshima, vivió una fuerte depresión. Pero también su humillación en 1954 cuando fue llevado a juicio en un tribunal de pacotilla. Lo humillaron públicamente.
La película de Christopher Nolan gira en torno al juicio, ¿le parece una decisión acertada?
Absolutamente, el drama de la historia gira en torno al juicio. Nolan tomó una brillante decisión al centrarse en el juicio, yendo y viniendo entre lo que hizo Oppenheimer en Los Alamos y lo que le sucedió solo nueve años después de este triunfo. Marty Sherwin y yo no habríamos pasado 25 años escribiendo este libro si solo fuera una historia sobre la fabricación de la bomba atómica.
¿Qué efectos ha tenido la película en un mayor conocimiento de la figura de Oppenheimer?
El guión de Nolan logró un milagro de artesanía, tomando una biografía de 720 páginas y comprimiéndola en una película de tres horas que captura la esencia del libro y la esencia de la complicada vida de Oppenheimer. Nolan es un guionista y director increíble.
¿En qué forma las discusiones de la posguerra sobre el uso de la energía nuclear encuentran reflejo en el debate sobre la inteligencia artificial?
Bueno, los inventores de la inteligencia artificial están diciendo que este es otro “momento Oppenheimer”, lo que significa un momento en el que los científicos y el público deberían estar debatiendo las consecuencias de esta nueva revolución científica.
Políticamente, ¿qué huellas visibles dejó el macartismo en los Estados Unidos?
Oppenheimer fue la principal víctima célebre de las cacerías de brujas de McCarthy. Y hay una conexión directa entre el macartismo y la política divisiva de la era de Trump... Recuerda que el principal ayudante de McCarthy era un joven abogado llamado Roy Cohn, y ese mismo Roy Cohn le enseñó a Donald Trump todo lo que sabía sobre cómo comportarse en el ámbito político, cómo atacar a tus oponentes, cómo siempre contra demandar, cómo negar, cómo contar la gran mentira.
¿Qué piensa de la recepción que ha tenido el filme? ¿Imaginaba algo así?
Nolan ha creado un milagro para este biógrafo, llevando la historia de Oppenheimer y toda su historia relevante a millones de espectadores en todo el mundo. Ha iniciado una conversación global sobre la era atómica y los peligros de vivir con armas nucleares.
“Le guste o no, es la persona más importante que haya vivido. Él creó el mundo en el que vivimos, para bien o para mal. Su historia tiene que ser vista para ser creída”, dijo Christopher Nolan sobre Oppenheimer. En su opinión, ¿Nolan está exagerando? ¿O comparte su opinión?
Bueno, puede sonar como publicidad exagerada, pero cuando lo pienso, Nolan no está equivocado, si solo porque Oppenheimer nos dio la era atómica y siempre viviremos con la posibilidad de un Armagedón nuclear. Nunca podremos escapar de lo que él creó. En este sentido, es el hombre más trascendental que haya vivido.
En 2022, se anuló el caso contra Oppenheimer. Casi 50 años después. ¿Qué relevancia le asignas a esto?
Marty Sherwin y yo trabajamos arduamente durante más de una década para persuadir al Presidente y al Secretario de Energía de anular esta decisión de 1954. Es importante que esto haya sucedido porque envía un mensaje a los estudiantes y académicos de que lo que le sucedió a Oppenheimer en 1954 fue una farsa, un error judicial. Corrige el registro histórico.
La película parece estar muy bien posicionada para el premio Oscar. ¿Cuáles son sus expectativas?
Bueno, soy un optimista, así que espero y confío en que la Academia vote por la historia más inteligente, dramática e importante contada en la pantalla grande en muchas décadas.