Luego de varias postergaciones por la pandemia, el juicio en que se decidiría si el cineasta Nicolás López era culpable de las acusaciones por abuso y violación que recaían sobre él comenzó el lunes 14 de marzo en Viña del Mar. Durante el proceso judicial los intervinientes tuvieron la restricción de no poder hablar con la prensa. Los reporteros tampoco tuvieron acceso a la sala.
El tribunal estaba compuesto por tres magistrados: Angélica Jiménez, Fernán Rioseco y Alonso Arancibia. Fue este último el que le preguntó a López si participaría del juicio.
Juez Arancibia: ¿Ha conversado con sus abogadas en relación a su derecho a guardar silencio o a declarar?
López: Sí.
Juez Arancibia: ¿Y qué ha decidido?
López: Que voy a guardar silencio.
En el equipo de la fiscalía, además de Lorena Parra, estaban los persecutores Felipe Cembrano, Rodrigo Celis y Francisco Lanas. Fueron ellos los que presentaron un peritaje informático de la PDI que contenía más de 2.700 mensajes de WhatsApp que López había borrado. Había uno de la actriz y amiga del director Loreto Aravena, del mismo día de la publicación del reportaje de la Revista Sábado:
“Creo que tienes que hacer un mea culpa, también. Leo el reportaje y te veo haciendo cada cosa que describen. La diferencia está en qué mujer está frente a ti. Lo heavy es que a pesar de lo que describen hayan seguido hablándote y esperando que las llamaras a trabajar contigo. Me parece insólito”.
Otro mensaje borrado fue uno de Ignacia Allamand, el 1 de julio de 2018, donde le comentaba las acusaciones descritas en el artículo.
“Son las graves. La violencia física que se describe. Hueón, borra todos los chats. TODOS. Los de ahora, digo, de tus amigos. No los de ellas”.
La fiscalía incluso recuperó uno donde López admitía una de las acusaciones. Es del 3 de julio de 2018.
“A la (modelo de 25 años) le toqué una teta en el Liguria”.
López también eliminó una conversación entre él y su amigo, el actor Ariel Levy, fechada el 4 de julio de 2018.
López: Y que sepas que te quiero mucho, y que después de esto se vendrá una redención brutal. No nos pueden juzgar por nuestro humor. Y por nuestro estilo de vida.
Levy: Yo no tengo tu estilo de vida, López, asume un poco tu responsabilidad.
Una de los peritos que declaró para la fiscalía fue la psicóloga María Isabel Salinas. Sobre el patrón de conducta del acusado, consignó esto:
“Se trataba de mujeres que se relacionaban con Nicolás López por el rol que él cumplía en la industria y no por otra razón. Ninguna declara haber recibido una oferta de intercambio de sexo por un papel. A todas las contacta por redes sociales, excepto a la menor de edad, por lo tanto, las elige. Eso es lo que quiero decir con eso, por lo tanto, las elige. Todas indican que, en las relaciones, en las interacciones, hay una mixtura entre elementos sexuales y actorales. Todas hacen la denuncia a un medio periodístico y todas muestran comportamiento de sumisión y de complacencia ante su persona”.
Fiscal: ¿Dice que de sumisión y de complacencia hacia la persona de López?
María Isabel Salinas: De López, sí. Todas presentan esos indicadores. Todas presentan esas características. Sin embargo, y también todas las denunciantes declaran episodios de violencia física y psicológica sexual en la relación con él. Cuatro de las cinco presentan factores inhibidores de la develación. Y las cinco denunciantes más las testigos no presentan ganancia secundaria, sino por el contrario, se han visto perjudicadas por haber denunciado o haber hecho públicos los hechos.
Mensajes borrados
Además de los testimonios de las víctimas y expertos, la fiscalía también presentó una polera negra que rescató del clóset de Nicolás López. Estaba rasgada. La actriz denunciante de 27 años la reconoció como la prenda que llevaba el director, dos años antes, la noche en que él abuso de ella y que, producto del forcejeo, resultó dañada. Los momentos más tensos, sin embargo, se dieron cuando las actrices que apoyaban a López subieron al estrado. Con Loreto Aravena, la fiscal Parra habló sobre el video con mensajes fuera de contexto de la actriz de 22 años, que López subió a YouTube. Parra le dijo que López le hizo llegar ese tipo de videos sobre cada una de las denunciantes al Ministerio Público. Cuando pasaron a otro tema, Aravena admitió haberle pedido a su pareja, Max Luksic, que se consiguiera el reportaje de Revista Sábado antes de que este fuera publicado.
Fiscal: Y usted ahí le pregunta a Nicolás López. ¿Te dejaron leer la entrevista? Eso es lo que usted le escribe. ¿No es cierto?
Aravena: Sí.
Fiscal: Y un poquito más abajo, en la misma fecha, 26/6/2018, a las 22.31, usted le manda un mensaje al señor López. También está marcado con amarillo.
Aravena: Sí.
Fiscal: ¿Lo puede reconocer?
Aravena: Sí.
Fiscal: Aparece su teléfono y aparece eliminado. Y ahí le dice: “Si me llega el jueves, te la mando. Le pedí a Max que la consiga”. ¿Ese Max es el director ejecutivo de Canal 13?
Aravena: Sí.
Paz Bascuñán, por su parte, también compareció como testigo de la defensa de López, encabezada por Paula Vial. La exdefensora nacional estaba apoyada por dos abogadas y un abogado.
Bascuñán: Nicolás me comentó que le había preguntado a una niña si sus pechugas eran de verdad o de mentira, y yo le dije que era un imbécil, que cómo se le ocurría preguntar algo así. Que me parecía una falta de respeto.
Vial: Ya.
Bascuñán: Y me dijo: “Pacita, si tú eres de otra generación, si se murió de la risa”.
En su examinación con Vial, Ignacia Allamand tuvo que hacerse cargo de los mensajes borrados que había recuperado la PDI. Mientras iba leyéndolos, hizo una pausa.
Allamand: Yo de verdad no entiendo por qué estoy leyendo esto. Creo que son conversaciones privadas mías con Nicolás y no sé, de verdad, no sé por qué tengo que hacer esto. Me parece una invasión a mi privacidad horrible”.
Allamand: Cuando empezaron los rumores, hablé con Nicolás. Y le pregunté si es que él alguna vez había hecho algo de lo que se pudiera arrepentir. Algo grave. No estupideces. Si alguna vez él había abusado de alguien. Y tuvimos una conversación donde él me dijo que no. Y yo le creí. Porque es un imbécil, pero yo no creo que sea. Bueno, no importa. Yo le creí.
Fue entonces que tuvo que responder por el mensaje donde le pedía eliminar chats.
Vial: Cuando usted le dice a Nicolás López que borre todos los chats con los amigos, ¿por qué se lo dice?
Allamand: A ver, yo soy una persona que trabajo, que tengo una vida pública desde que soy muy chica. He estado expuesta por mi familia desde que soy muy chica. Y soy consciente, por mi divorcio, que fue súper bullado, me han pasado cosas en la vida que han llegado a la farándula. Porque para mí esto era farándula. Y no sé. Deduzco que me dio miedo que pasara, que se accediera a información privada sobre mi vida e información privada sobre nuestros amigos. De hecho, le digo que no borre los chats con ellas. Que me parecía que podría haber sido algo grave de hacer, como borrar los chats con ellas. Pero estaba resguardando mi privacidad. Y claramente tenía razón.
Luego, el fiscal Rodrigo Celis interrogó a la actriz. En su examinación profundizó en la estrategia de López, junto a sus asesores de la empresa de lobby Imaginacción, para filtrar conversaciones con las denunciantes. Justamente la misma vulneración a la privacidad que Allamand criticaba.
La defensa expuso que su cliente no era un hombre agresivo y que había pruebas clínicas para demostrarlo. Por lo mismo, argumentó que todo este caso era una confabulación entre el equipo periodístico que destapó el caso, las denunciantes, que se habrían beneficiado de la exposición posterior a la publicación, y las organizaciones que las habían apoyado. Una de las pruebas de la fiscalía en la que se centraron fue el diario de vida de la mujer que acusaba a López de violación, en Viña del Mar, cuando era menor de edad. Esto decía su relato, contenido en un cuaderno marca Rhein, el 12 de octubre de 2004, cuando habrían sucedido los hechos.
“El huevón un siete, la cagó. No nos dejó en la puta noche, nos sentíamos muy a gusto. Fuimos al Journal, tomé como enferma, vomité y me fui al hotel, y la Tania se fue a dejar al huevón que conoció. Todo muy top, muy bacán, mucho cariño. Hablamos de muchas cosas, medio kiki, el huevón”.
Por kiki, la denunciante indicó que el término es una abreviatura de kinky, que significa en inglés “pervertido”. En la entrada del día siguiente, se lee esto:
“Uf, demasiado que contar. El Nico me pasó a dejar a la casa de Tania a las dos, tomé desayuno y hueviamos. La Tania se comió un weón de 21, llegó a mi casa y estaba el Pancho. Plop. Llama Ignacio. Le dije que nada pasó, que no se hiciera rollo, no me gustaría perderlo y con el Nico prefiero dejarlo en algo profesional. Creo que se va a enganchar, pero voy a tener que reafirmar mi cariño por el Nacho para aferrarme a eso. Ahora me voy a dedicar a averiguar sobre teatro. Bueno, apenas tenga internet de nuevo. Me encuentra muy guapa, muy única. Me encantaba como hacía infinitas pausas para decirme lo guapa que era. Es un encanto”.
El silencio del acusado
Los alegatos de clausura fueron el lunes 25 de abril. Esto dijo la fiscal Parra.
“Su señoría: aquí hemos probado patrones de conducta, no sólo con las víctimas y con testigos de contexto, sino que incluso con los testigos de la propia defensa. Y hay muchos testigos que, incluso como Ariel Levy, dice “López, yo no tengo tu estilo de vida. Asume tu responsabilidad”. La misma Loreto Aravena le dice “leo el reportaje y te veo haciendo cada cosa que ellas describen. Tienes que hacer un mea culpa”. Ese es Nicolás López, su señoría. Y lo cierto es que Nicolás López no vino a declarar. Nicolás López no respeta a las mujeres. Nicolás López abusa de ellas, se aprovecha de una conversación, un mensaje que él elimina, en donde él dice “Preséntame amigas jóvenes llenas de esperanzas para destruir su sueño”. Eso es Nicolás. De ustedes depende. O creemos en el silencio de Nicolás López o creemos a las víctimas que sí fueron valientes, que sí vinieron a juicio y se atrevieron a hablar”.
López, de hecho, nunca contó su versión de los hechos durante las seis semanas que duró el juicio. Su equipo de comunicaciones, en cambio, sí estuvo muy dispuesto a enviar comunicados. Esto decía el que emitieron el día final, atribuyéndolo a López.
“Hoy terminan cuatro años de calvario. Quiero reiterar lo que he dicho siempre: nunca he violado a nadie, jamás he abusado de nadie. Estoy consciente de que mis palabras pueden haber ofendido, pero nunca con intención de causar daño”.
La que sí habló extensamente, durante más de dos horas, fue Paula Vial.
“Se ha olvidado que el Ministerio Público debía probar la realización de acciones típicas, constitutivas de delitos sexuales, ejecutadas por medidas de fuerza física, sin la existencia del consentimiento en el momento de los hechos. Todo ello, acreditado más allá de toda duda razonable, sin atisbo de otra lectura. El Ministerio Público olvidó eso e intentó, sin éxito, construir su imputación en base a un poder absoluto de Nicolás López en el medio cinematográfico, que jamás se acreditó, claro. Refiriéndose a una supuesta dominación mental ajena a la fuerza física, que exige la acusación”.
La abogada, luego, centró su argumentación en el rol de su contraparte durante el juicio:
“Los querellantes, por su parte, comenzaron este juicio sin siquiera recordar los nombres de sus representados, señoría, y sus únicas preguntas durante todo el juicio buscaron salvar la reputación de la Fundación para la Confianza, lejos de acreditar cualquier elemento típico. Fueron intensos en el juicio mediático, pero ausentes en este proceso. En este marco, lo que intentaremos hacer en este alegato de clausura, señoría, es volver a la acusación en busca de prueba, que sí se ha rendido durante el juicio, para evidenciar que es imposible la configuración de ninguno de los delitos que se imputan”.
Al final, Vial enfatizó un punto.
“Acá se intentó construir mediáticamente a un culpable y se confió en que esa presión mediática bastaría para condenar. Pero no basta, señoría, no puede bastar. Y por eso solicitamos la total absolución de Nicolás López por los hechos que se le imputan. Por no haberse superado respecto a ninguno de los hechos de la acusación el estándar del Artículo 240 del Código Procesal Penal. Nadie puede ser condenado en base a rumores, contradicciones, imprecisiones e incoherencias infundadas”.
Antes de dar por terminada la audiencia, el juez Arancibia le hizo una última pregunta a López.
Juez Arancibia: Antes de deliberar, la ley contempla, en esta oportunidad, la posibilidad de que el acusado diga unas últimas palabras. No es una declaración. No es el momento para que el acusado haga referencia a lo que dijo tal testigo o tal perito y venga a refutar tales afirmaciones. Toda vez que eso ya ha sido efectuado por su defensa técnica. Es solamente una posibilidad que le confiere al acusado la ley, la posibilidad de expresar unas últimas palabras antes de que el tribunal se retire a decidir sobre su eventual absolución o condena. Don Nicolás López, abra su micrófono. ¿Quiere decir algo o va a mantener su decisión de guardar silencio?
López: Voy a guardar silencio.