A un mes de ser destituido: la ruta de Vizcarra para regresar a la política en Perú
El expresidente anunció su candidatura al Congreso para las elecciones de abril 2021. Sin embargo, un grupo de legisladores busca inhabilitarlo por 10 años debido a los casos de corrupción en su contra.
Después de un mes fuera del Palacio Pizarro tras ser destituido, el expresidente de Perú Martin Vizcarra está lejos de alejarse de la política peruana. Desde la comodidad de su casa utiliza su cuenta de Twitter para criticar al Congreso y a fines de noviembre confirmó que encabezará una lista de candidatos por el partido Somos Perú para las elecciones generales de abril 2021.
Con lo que no contaba el político moqueguano era el informe final de la Comisión de Fiscalización del Legislativo publicado ayer, que recomienda acusar constitucionalmente a Vizcarra por “liderar una organización criminal” y a su vez, inhabilitarlo de cargos públicos por hasta 10 años debido a casos de corrupción en su contra. Así, los fantasmas de la corrupción vuelven a acechar al exmandatario peruano que intenta reconstruir su figura política.
Bajo la figura de vacancia por “incapacidad moral”, el pleno del Congreso, en noviembre, sacó del poder a Vizcarra, que cargaba a cuestas una serie de acusaciones. En septiembre, estalló el caso Swing. A través de una serie de audios filtrados, la prensa peruana reveló cómo el mandatario y dos de sus estrechas colaboradoras acordaron una versión para responder a los cuestionamientos por reuniones entre el mandatario y el cantante Richard Cisneros -también conocido como Richard Swing-, investigado por contratos por US$ 50 mil.
Sin embargo, fue el escándalo del “Club de la Construcción” el que puso en jaque al mandatario. En un segundo juicio político en dos meses, crecía la presión por presuntos sobornos que habría recibido Vizcarra cuando era gobernador de Moquegua (2013-2014). Según la BBC, la trama se desarrollaba cuando empresas constructoras entregaban una “coima” de altas sumas de dinero a las autoridades locales para ganar licitaciones de proyectos.
A pesar de declarar su inocencia de todas las acusaciones, Vizcarra después de dos años y ocho meses en el cargo llevó su inhabilitación -que causó masivas movilizaciones- hasta el Tribunal Constitucional de Perú (TC), argumentando que era “ilegítimo” utilizar la causa de “incapacidad moral” en su contra, pero los magistrados declararon “improcedente” la acusación.
Días después, el exmandatario arremetió presentando su candidatura al Legislativo con un mensaje en Twitter en el que apuntó que la postulación busca “continuar las reformas que nos permitan construir un país más justo y equitativo”.
Con el calendario electoral en contra, ya que las inscripciones tienen fecha límite el 22 de diciembre, Vizcarra reafirmó el sábado en una entrevista con el medio peruano RPP Noticias que será candidato por Lima y que algunos de los exministros de su gobierno están siendo invitados para engrosar la lista de postulantes al Congreso, específicamente los que estaban relacionados con el “tema de cuidado ambiental, desarrollo e infraestructura física y en seguridad ciudadana”.
Aún con la oposición del pleno, Vizcarra es uno de los políticos mejores evaluados entre los peruanos. En mayo de este año, registró un 80% de aprobación en una encuesta de Ipsos y en septiembre llegó a un 60% tras una disminución de 27 puntos desde marzo. Por esto, no fue sorpresa que, tras revelar su candidatura, un 64% de los encuestados -en un sondeo de la misma empresa- aprobara la idea que el expresidente busque un escaño en el Congreso. Un 33% no está de acuerdo con la candidatura y un 3% no respondió.
En tanto, una encuesta del diario El Comercio apunta a que un 24% de los encuestados señala que una motivación de Vizcarra para llegar al Legislativo es evitar ir a la cárcel por alguna de las investigaciones en su contra a través dela inmunidad parlamentaria. Por el contrario, un 18% opina que Vizcarra busca eliminar la inmunidad parlamentaria y un 18% que el exmandatario pretende defender los avances de su gobierno.
“Vizcarra ha mantenido altos niveles de popularidad que han trascendido la crisis política. Al igual que otros políticos, sabe que para protegerse de acusaciones y procesos judiciales en su contra, tiene que continuar haciendo política. La popularidad del expresidente le puede otorgar los votos suficientes para ser elegido congresista y quizás logre endosar votos también a la candidatura presidencial de Daniel Salaverry, aunque ello es más complicado. Sin embargo, Vizcarra sabe que no solo requiere llegar al Congreso sino que además contar con una bancada parlamentaria que le dé mayor capacidad de negociación política. Parece haber tomado nota de su error de subestimar la política parlamentaria”, señala a La Tercera PM el analista político peruano Carlos Meléndez.
En octubre de 2019, dos biógrafos de Vizcarra -Rafaella León, autora de Vizcarra: Retrato de un poder en construcción y Martín Riepl, autor de Vizcarra: Una historia de traición y lealtad- en conversación con La Tercera afirmaron fervientemente que “Vizcarra no renunciaría” y así fue. Además, ambos periodistas señalaron que ante la figura legal que prohíbe la reelección inmediata en Perú, el político moqueguano podría buscar volver al Palacio Pizarro en 2026 o 2031, ya que “tiene un buen margen de edad para iniciar un proyecto propio”.
Sin embargo, esta semana surgieron las primeras grietas en el partido que recién -en el actual hemiciclo- logró tener “una bancada propia después de 20 años”. Por un lado, algunos sectores acusan incongruencia de Vizcarra, ya que un grupo legisladores de Somos Perú votaron a favor de su destitución. Mientras, otros apuntan que el exmandatario podría eclipsar la figura del presidenciable Salaverry o que su candidatura es una “instrumentalización para jalar votos”.
Las mismas bancadas que lograron la salida de Vizcarra en noviembre -Unión por el Perú (UPP), Acción Popular (AP), Alianza para el Progreso (APP), Podemos Perú- votaron ayer a favor del informe del Legislativo que buscará inhabilitar y sacar del tablero político a Vizcarra por el caso Swing.
De acuerdo con el diario peruano La República, el documento será discutido en el pleno para luego ser derivado a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC). En ese punto, un congresista tomará el rol de formular la acusación, que deberá ser debatida nuevamente para posteriormente realizar una votación para sancionarla, lo que requiere 87 votos.
Ante este escenario, el abogado de Martín Vizcarra, Fernando Ugaz, defendió que una eventual inhabilitación “no procede”, ya que un fallo del TC estableció que si hay una solicitud de inhabilitación de la función pública en paralelo a una investigación fiscal, el proceso en el Legislativo debe esperar a la sentencia que emita el poder Judicial por el caso Swing. Así, la investigación contra Vizcarra, que permanece en “indagación preliminar” y con una orden de no salir del país por 18 meses, podría dejar en vilo el futuro político del exmandatario peruano.
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