Andrés Zaldívar: "Hay locos sueltos en la ciudad... lo que pasó con Boric es gravísimo"

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Foto: Mario Téllez

El exsenador DC y actual presidente del Consejo de Asignaciones Parlamentarias se refiere a las medidas que ha debido adoptar el Congreso para evitar agresiones a parlamentarios y sus sedes. "Lo que hemos hecho es autorizar gastos de operaciones para reponer daño y dar seguridad", comenta.


Desde el estallido del movimiento social el 18 de octubre, el Consejo de Asignaciones Parlamentarias ha tenido que discutir al menos tres solicitudes de senadores que pidieron autorización de uso de fondos para reforzar la seguridad de sus oficinas parlamentarias luego de diversos ataques. El último caso que discutió la instancia que encabeza el exsenador DC Andrés Zaldívar fue el de la senadora de Arica Luz Ebensperger (UDI). 

Como expresidente del Senado, Zaldívar apunta a la gravedad de las agresiones a parlamentarios y autoridades en el contexto de movilización social y sostiene que es justificable que se refuercen las medidas de seguridad para asegurar la integridad física de las personas.

"Lo que hemos hecho es autorizar la reasignación de gastos de operaciones para reponer daño y dar seguridad. El Senado despachó una normativa donde pide que se tomen determinadas medidas de seguridad y sugiere, por ejemplo, la contratación de seguros en los contratos que se realicen el próximo año", dice.

¿Es justificable que se redoble la seguridad?

No es que se redoble. Lo que hemos autorizado es que cuando se produce un daño se puedan reparar las sedes para que sigan funcionando. Son gastos menores. Cada caso hay que verlo en su mérito.

Usted fue senador por muchos años y se le reconoce como tal, ¿ha pasado algún mal rato en la calle?

Hace poco fui a Quinta Normal por una cosa muy personal y los vecinos se acercaron para saludarme. No he tenido ninguna dificultad. Ningún problema, pero eso no significa que no haya que preocuparse por lo que pasa en este momento. Hay funas y agresiones a cualquier persona. Es un tema delicado y grave.

Los parlamentarios han advertido un clima beligerante no solo en la calle, sino también al interior del Congreso, ¿también lo ve?

Sí, hay un comentario generalizado en ese sentido. La gente siente que puede estar expuesta en cualquier lugar. Hay locos sueltos en la ciudad, gente fanática, que no responde a cánones normales. Gente que responde al apasionamiento del momento como lo que pasó con (Gabriel) Boric es gravísimo. Es un caso que hay que repudiar con mucha dureza. Cualquier sea el lugar en que se haga y quien sea víctima. Hay que defender la dignidad de las personas, cualquier que sea. Hay que rechazar y repudiar todo tipo de actos, no porque sea parlamentario. Todos tienen derecho a vivir en paz.

¿Cuánto debería subir el estándar de seguridad en el Congreso?

Cada cámara tiene que tomar las medidas administrativas para su funcionamiento. Cuando era senador tenía problemas de seguridad con (Augusto) Pinochet. Y nunca anduve publicando las cosas que había que hacer. Ni tampoco permití que entrara gente armada al Senado. Para eso existen las políticas de seguridad en la Cámara y el Senado. No es que uno tenga que andar temeroso, pero es lo lógico. En el Senado una vez pusimos a Pinochet debajo de una marquesina para que no tuviera muchos problemas y cuando estaba presidiendo se cortó la luz y se demoró como medio minuto en volver. En ese momento se tomaron medidas de seguridad.

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