Apoyo de Salvini a "chalecos amarillos" expone disputa con Macron
Ambos líderes han tenido también fuertes divisiones dentro de la Unión Europea frente al tema migratorio.
"Apoyo a los ciudadanos de bien que protestan contra un Presidente que gobierna contra su pueblo, pero expreso una absoluta, firme y total condena de cualquier episodio de violencia que no sirve a nadie", declaró el lunes el vicepremier y ministro del Interior italiano Matteo Salvini, en respaldo al movimiento social francés que ha puesto en aprietos al Presidente Emmanuel Macron: los "chalecos amarillos".
A estas palabras se sumaron las del viceprimer ministro y ministro de Desarrollo Económico italiano, Luigi Di Maio, quien escribió en el blog del Movimiento Cinco Estrellas: "Chalecos amarillos, no aflojen". "El Movimiento 5 Estrellas está listo para darles el apoyo que necesitan. Como ustedes, también nosotros condenamos con fuerza a quien causó violencias durante las manifestaciones, pero sabemos bien que lo de ustedes es un movimiento pacífico", añadió Di Maio, quien incluso recordó que el "espíritu" de estas protestas es "el mismo" que derivó en 2009 en la fundación del Movimiento Cinco Estrellas.
El gobierno populista de Italia se lanzó directamente contra el Ejecutivo francés en un claro apoyo al movimiento ciudadano de los "chalecos amarillos", que tras más de dos meses de manifestaciones, aún sigue dándole preocupaciones al gobierno galo.
El mismo lunes, el primer ministro francés, Édouard Philippe, anunció un plan para aumentar las sanciones contra los agitadores de las manifestaciones no declaradas.
Según el diario Le Parisien, que un gobierno de un Estado miembro de la Unión Europea aliente la revuelta social en otro país socio, es algo que nunca se ha visto. Por ende, la molestia en el Elíseo no tardó en llegar.
"Creo que la prioridad del gobierno italiano es cuidar el bienestar de los italianos, no estoy segura de que interesarse por los 'chalecos amarillos' tenga algo que ver con el bienestar de los italianos", dijo ayer la ministra de Asuntos Europeos de Francia, Nathalie Loiseau. "He escuchado muchas veces al gobierno italiano pidiendo respeto por la forma en que ha gobernado Italia. Este respeto se les debe a ellos y a cualquier país, especialmente cuando somos vecinos, aliados y amigos", añadió.
Las divisiones entre los líderes de ambos países han sido recurrentes. La migración ha sido un tema clave que ha marcado una clara diferencia entre Francia e Italia. En una disputa en septiembre del año pasado sobre a quién le correspondía la responsabilidad de recibir al barco de inmigrantes Aquarius, Salvini expresó que "no aceptamos lecciones de derecho o de humanidad por parte del señor Macron". El mandatario francés también ha acusado a Salvini de "fracturar Europa" con sus políticas antiinmigratorias.
De todos modos, fuentes al interior del Elíseo aseguran que las declaraciones de los líderes italianos corresponden a una "comunicación con fines electorales internos" de Italia.
En mayo se llevarán a cabo las elecciones para renovar el Parlamento Europeo.
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