Biógrafo de Nicolás Maduro: "Juan Guaidó enfrenta a un contrincante que no sabe de límites"

(EFE) Nicolás Maduro durante un acto con miembros de las Fuerzas Armadas Bolivarianas de Venezuela en Caracas.

En entrevista con La Tercera, Roger Santodomingo, autor de "De verde a Maduro", sostiene que el mandatario venezolano "hoy no confía en la gente que lo rodea, en parte porque han aumentado los incentivos para traicionarlo".


Si bien Roger Santodomingo define la actual crisis en Venezuela como un "juego infinito", el autor de "De verde a Maduro", la biografía no autorizada del Presidente venezolano, cree que "el momento es ahora", ya que, a su juicio, "hoy (Nicolás) Maduro tiene todo en contra". Pero el también periodista, consultor político y activista de DD.HH. venezolano es cauto sobre una pronta salida del mandatario. Así, destaca que la fase final de la Operación Libertad lanzada por el líder opositor Juan Guaidó es "malinterpretada como si fuese un deadline". "Es un proceso que apenas comenzó esta semana", asegura en esta entrevista con La Tercera.

"El momento es ahora", dijo Juan Guaidó, en referencia a la puesta en marcha de la fase final de la Operación Libertad. ¿Qué condiciones cambiaron como para que el líder opositor pensara que este era el momento adecuado para presionar la salida de Nicolás Maduro?

Creo que la referencia a "la fase final" es malinterpretada como si fuese un deadline, como si dijera que si Maduro no cae ahora no cae nunca. Lo que yo entendí del discurso de Guaidó es que esta es la fase final de la usurpación y que la Operación Libertad es un proceso que apenas comenzó esta semana. Lo que veo es que el Presidente Guaidó está bajo mucha presión de parte de su propio pueblo y de los medios. El tiempo juega en contra de los que, aun estando sometidos por un tirano que opera arbitrariamente, deben seguir las reglas de juego para restaurar la democracia. Es una paradoja, pero la esencia de la democracia es el límite de los plazos al poder. Por ejemplo, el mandato de la Asamblea Nacional termina en el 2020 y al Presidente interino le toca llamar a elecciones en un plazo limitado. La gente quiere que su Presidente legítimo, Guaidó, haga la jugada final y termine con su sufrimiento ya. Pero Guaidó enfrenta a un contrincante que no sabe de límites, cuyo juego es infinito. Uno que dice que la revolución, es decir él, es para siempre. Así que claro que el momento es ahora, hoy Maduro tiene todo en contra: la economía, la opinión pública nacional, la comunidad internacional, su propia naturaleza e ineptitud para gobernar y hasta sectores del chavismo, pero hoy no es sino el principio de su final, porque él aguanta, se mantiene, dura un día más de lo esperado, porque su apuesta es, cueste lo que cueste, que el juego no se acabe y permanecer el mayor tiempo posible en él.

Si el levantamiento propiciado por Guaidó no prospera, ¿habrá sido otro sacrificio inútil? ¿Esta decisión fue producto de la desesperación o frustración por los pobres resultados conseguidos desde su autoproclamación como Presidente encargado?

Insistir en que Guaidó se autoproclamó es hacerle juego al tirano que tiene secuestradas las instituciones, es el vocabulario de Maduro. El Presidente Guaidó siguió un procedimiento constitucional y así lo han reconocido juristas latinoamericanos respetables y Occidente, casi 60 democracias. Es cierto que muchos otros países no se pronuncian o prefieren aparecer neutros, pero solo un puñado de dictaduras respalda a Maduro. Así que no creo que sea un sacrificio inútil. Creo que el levantamiento comenzó y Guaidó y los demócratas están ahora también jugando el juego infinito, su trabajo no termina hoy, ni mañana, sino cuando acabe la usurpación. Ese es el marco mental para derrotar a Maduro. La desesperación no lleva a nada, porque como solía decir Leopoldo López, el que se cansa pierde.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, aseguró "a Miraflores no se llega por la violencia, quien llegue allí por la violencia será derrocado por la violencia". ¿Cree que se deslegitimó la opción de Guaidó al llamar a FFAA a levantarse contra Maduro y movilizar a la gente rumbo al Palacio de Gobierno?

Padrino tiene razón. Desde que se instauró la democracia en 1958, ningún intento por tomar el poder por la fuerza ha triunfado. Ni la derecha Pérez Jimenista, ni la guerrilla procubana en los 60, ni Hugo Chávez con sus intentonas armadas en los 90, vencieron al Ejército y a las instituciones democráticas de Venezuela. Pero hay que leer bien las cosas y en contexto. Lo que vimos no fue un cuartelazo, ni se parece a nada. Vimos al Comandante en Jefe legítimo del Ejército cumplir su deber y su derecho ordenar a las Fuerzas Armadas a actuar dentro de la ley y restaurar la democracia. Yo no vi la violencia venir del lado de Guaidó o de los soldados que estaban junto a él. Estos sostuvieron siempre posiciones defensivas, para resguardar a Guaidó, a López y a manifestantes pacíficos frente a guardias antimotines, los paramilitares y colectivos que les disparan impunemente. Lo que vimos fue tanquetas de militares de Maduro arrollando a civiles desarmados.

El canciller Jorge Arreaza dijo que "la única propuesta que puede haber es sentarse a dialogar". Tras todos los intentos fallidos, ¿hay espacio para el diálogo?

Siempre debe haber espacio para el diálogo, incluso en guerras. Pero cuando se burlan del diálogo, como siempre lo han hecho los tiranos para ganar tiempo, sólo agudizan el conflicto. Venezuela está en conflicto y todo apunta a que cada día este será más intenso.

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Nicolás Maduro junto a su esposa Cilia Flores y Diosdado Cabello, en el Palacio de Miraflores el 23 de enero pasado. FOTO: AFP[/caption]

El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, remarcó que tres altos funcionarios del régimen, entre ellos Padrino López, se habían comprometido a apoyar la salida de Maduro. ¿Es parte de la estrategia de Washington para quebrar a las FF.AA. o realmente ya existen divisiones en la cúpula militar venezolana?

Eso es el diálogo, negociaciones discretas y secretas, no un teatro de diplomacia y de gente sentada en una mesa donde nadie se compromete. Eso es para los medios y Twitter. Pero Estados Unidos sabe bien que Padrino López es parte del problema, que gobierna a Venezuela y se beneficia completamente de este caos. Lo que hace Bolton es dejar muy en claro, sobre todo ante el mundo, que están agotándose todas las vías pacíficas. Hoy Maduro no confía en la gente que lo rodea, en parte porque han aumentado los incentivos para traicionarlo. Así que cuando Guaidó dice que todas las opciones están sobre la mesa, también quiere decir que los demócratas y la comunidad internacional deben prepararse para convivir con algunos de sus opresores, tragarse algunos sapos para ver la democracia de nuevo en Venezuela.

La liberación de Leopoldo López fue sorpresiva, como también su ingreso luego a las embajadas de Chile y España. ¿Cómo interpreta este giro? ¿Es un mal augurio para la estrategia de Guaidó?

Para el gobierno fue un madrugonazo la liberación de Leopoldo López. Fue una bofetada que quienes estaban encargados de vigilarlo a él y a los líderes de la Asamblea, se pusieran de su lado. En realidad nos sorprendió a todos y eso es bueno. Se liberó a un preso político, al rehén más cotizado de Maduro y Guaidó mantuvo la iniciativa.

¿Finalmente lo que acontezca en Venezuela tendrá que ver más con la voluntad de EE.UU., Rusia y China que con la acción de la oposición y la presión del Grupo de Lima?

En Venezuela se juegan dos narrativas. Una es la lucha de un pueblo que quiere libertad, comida, agua, medicinas, acabar con la tiranía. La otra es la de un giro en la política mundial donde ya no es derecha contra izquierda como en la Guerra Fría, sino de la democracia liberal contra el iliberalismo que representan regímenes autocráticos y mafiosos como los de Maduro, Putin, Erdogan. En Venezuela están asentados en posición estratégica todos los enemigos de la democracia liberal: Rusia, Irán, Turquía, China, Cuba, la guerrilla colombiana en el exilio, mafias del narcotráfico. Es un avispero, un panal que amenaza a todas las democracias del hemisferio. A Estados Unidos le va a costar operar en el resto del mundo como una potencia mundial con este flanco débil en su patio trasero. Y Rusia y China lo saben.

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