Boric llegó con “barra brava” a la Enade: comprometió reformas políticas y llamó al empresariado a abandonar los prejuicios

“¿Les gusta ir al estadio?”, fue la primera primera pregunta que hizo a las 10:07 de este jueves el Presidente Gabriel Boric a los asistentes de Enade, el encuentro empresarial más importante del año, que organiza Icare en el Centro de Eventos Metropolitan Santiago (ex CasaPiedra), en Vitacura.

La analogía con el fútbol tenía un motivo. “Si este fuera un partido de fútbol, podríamos decir que la previa ha estado caliente”, explicó el Mandatario, quien hizo un llamado a tomar el “partido”, no como una disputa entre adversarios, sino que como un encuentro de “la selección nacional”.

En La Moneda tenían claro que el evento se realizaría en un clima tenso entre el mundo privado y el Ejecutivo, y así lo advirtieron el Mandatario y los ministros del comité político el lunes en la primera reunión que tuvieron en la semana. “Están calentando el ambiente”, advertía el equipo más cercano a Boric.

Por eso la orden desde el gobierno fue a tener un amplio despliegue ministerial en el salón de eventos, porque tenían claro que era necesario hacer notar el respaldo hacia el Presidente.

A las 8.45 horas todos los ministros del comité político -Carolina Tohá (Interior), Camila Vallejo (Segegob), Álvaro Elizalde (Segpres), Mario Marcel (Hacienda), Antonia Orellana (Mujer) y Jeannette Jara (Trabajo)- esperaban al Presidente como si fueran jugadores esperando a su capitán para entrar a la cancha. Era tal la necesidad de hacer el gesto, que la ministra Orellana llegó con bota por una lesión en su pie derecho, lo que la había hecho dudar de su presencia en el evento.

Además participaron autoridades sectoriales, como el ministro Nicolás Grau, el canciller Alberto Van Klaveren (Relaciones Exteriores) y el ministro (S) Maximiliano Proaño (Medio Ambiente), Jéssica López (Obras Públicas), Luis Cordero (Justicia), Aurora Williams (Minería), Javiera Toro (Desarrollo Social) y Maya Fernández (Defensa), quien se sumó pasado el mediodía.

También llegaron figuras del oficialismo que no concurren habitualmente a eventos de este tipo, como los diputados del partido del Presidente, Convergencia Social, Gonzalo Winter, Gael Yeomans y Javiera Morales. Además, estaban los líderes de Comunes, Marco Velarde; Revolución Democrática, Diego Vela, y la senadora Paulina Vodanovic, presidenta del Partido Socialista.

Y las expectativas que había en La Moneda se cumplieron. Mientras que las palabras de Karen Thal, presidenta de Icare, fueron alabadas por los oficialistas -de hecho Boric le agradeció el tono-, no hubo el mismo diagnóstico de la intervención del presidente de la CPC, Ricardo Mewes, quien fue criticado por los frenteamplistas en el corredor de Enade por decir que el Estado no necesita más recursos.

El discurso de Boric, según lo que acordó con sus equipos y los ministros de La Moneda, tuvo tres ejes.

El primero, como advirtieron el Mandatario y sus ministros en la semana, era contrastar los “relatos catastrofistas” de algunos empresarios y evidenciar con las cifras de los últimos meses que la situación es mejor que lo que advertían los primeros pronósticos.

“He seguido con atención las opiniones que se emiten desde el mundo empresarial, lo que no es difícil porque parte de la prensa les otorga una envidiable cobertura”, dijo Boric.

Y agregó: “También se acusa muchas veces al gobierno de pecar de inconsistencia, o de no tener convicción ni planes para superar las dificultades que aquí se han relatado. Pero, a pesar de lo que dejan entrever algunos de estos juicios, y que creo y sé que no son compartidos por todos, y a pesar de lo que algunos podrían pensar de verdad, tengo muchísima curiosidad y muchas veces admiración por el profundo espíritu innovador que existe al interior de las empresas en Chile”.

Por otro lado, el Presidente hizo un llamado a mirar hacia el futuro. “Fui elegido para conducir a Chile hacia el futuro, no para restaurar el pasado. Quiero dejar al país mejor que como lo encontré”, aseguró Boric, quien además planteó: “No veo el crecimiento desde la perspectiva del chorreo, un concepto que pareciera haber resurgido en estos últimos años. No creo que el crecimiento sea capaz de sustituir un esfuerzo sostenido por apoyar a los más pobres y a los sectores medios”.

El mensaje fue a trabajar en paralelo en el crecimiento económico y el crecimiento social. “Agrandar la torta y a la vez repartirla de manera más justa”, aseguró, quien además mencionó la agenda económica como una de sus prioridades, al nivel del combate a la delincuencia y la seguridad.

De hecho, tal como lo había conversado la ministra Tohá con la mesa del Senado este lunes en La Moneda, el Presidente hizo un llamado a trabajar en un fast track legislativo en materia económica que logre aprobar proyectos antes de la discusión presupuestaria del segundo semestre.

“No es ideologismo, como se nos acusa: es realismo. Así como no hay crecimiento sin estabilidad e inversión, no hay estabilidad sin cohesión social y seguridad, en todos los planos. Certezas para invertir y certezas para vivir”, dijo el Presidente.

Por último, el Mandatario quiso aclarar uno de los temas por los que fue criticado en los últimos días, y que también había sido mencionado por Thal y Mewes en sus palabras, que tiene que ver con la reforma al sistema político que están trabajando los partidos. El motivo de los cuestionamientos fue que este martes el Presidente condicionó los cambios a la aprobación de la reforma previsional.

“Toda discusión respecto a algo tan importante como el sistema político va o debiera ser posterior a que zanjemos la discusión que yo diría más les importa a los chilenos, que es en particular la reforma de pensiones”, había comentado Boric en un desayuno con la prensa acreditada.

Si bien este jueves dijo que espera que se avance en reformas políticas en su gobierno, insistió en que se debe aprobar la reforma de pensiones.

“Quiero aprovechar esta ocasión para señalar de manera explícita, y para evitar cualquier tipo de especulación o lugar equívocos, que como Presidente de la República estoy a favor de una reforma a nuestro sistema político, que considero valiosas muchas de las propuestas que en este sentido se han planteado y que creo también que debemos legislar al respecto en este periodo de gobierno, para lo cual desde el gobierno promoveremos un acuerdo entre las diferentes fuerzas políticas que incluya a la gran mayoría de ellas, ojalá a todas”, aseguró Boric.

Esa intervención fue la que generó más aplausos de los asistentes, ya que era uno de los temas en que habían advertido mayor preocupación. De hecho, en los días previos figuras del Socialismo Democrático le plantearon al Presidente que debían “avanzar en la reforma” lo antes posible y no condicionarla a otras medidas, y le hicieron ver que era una mala estrategia.

Eso sí, el Mandatario mantuvo su postura sobre la reforma previsional. “Lo que he afirmado -y sostengo- es que sería insultante para la mayoría de la población y contribuiría al desprestigio de la política que quienes estamos y somos parte de este oficio digno, noble, seamos capaces, como espero que lo seamos, de sacar adelante modificaciones sobre las reglas que rigen nuestra actividad, pero no logremos en cambio un acuerdo sobre algo tan urgente que afecta a la mayoría de nuestros compatriotas y en lo que nos hemos demorado más de una década como es la reforma de pensiones”, manifestó el Presidente.

Pese a todo, las palabras de Boric tranquilizaron a algunos impulsores de las reformas, como la exfrenteamplista Javiera Parada, quien ha estado trabajando hace meses junto a un grupo de oficialismo y oposición para elaborar documentos que permitan sugerir ideas para mejorar la fragmentación.

Al menos así se lo transmitió a la senadora Paulina Vodanovic cuando la saludó posterior a los discursos. “¿Cómo estás?”, le dijo la parlamentaria. “Más tranquila que ayer”, le respondió la gestora cultural.

“No hay dónde sentarse”, decía al ingresar al salón el excandidato presidencial Joaquín Lavín. Para los asistentes llamó la atención la cantidad de personas que llegaron hasta Vitacura para la exposición del Mandatario. Todos lo aludían al tenso clima entre el gobierno y el mundo empresarial en los días previos al evento en las conversaciones de pasillo.

La intervención del Presidente también generó bromas. “Ya basta de utilizar a Fiu”, dijeron dos parlamentarios de Chile Vamos sobre la alusión del Mandatario a la mascota de los Juegos Panamericanos en sus palabras.

En el evento también sorprendieron algunas apariciones: a autoridades no les gustó, por ejemplo, que el excandidato presidencial Franco Parisi (Partido de la Gente) estuviera en primera fila.

También, entre los asistentes del oficialismo no pasó desapercibida la presencia del lobbista y exalcalde de Santiago Pablo Zalaquett, quien en enero fue motivo de polémica por las comidas que realizó en su casa entre empresarios y autoridades. El militante de la UDI compartió con la vicepresidenta del PPD, Natalia Piergentili, y el socialista Osvaldo Andrade, y en el pasillo saludó a los ministros que pasaban, incluso aquellos que participaron de sus jornadas.

Otros, como Parisi y el diputado Diego Schalper (RN), aprovecharon de fotografiarse con la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, quien se enfrascó en una polémica con La Moneda durante la semana pasada al decir que había presencia del grupo terrorista Hezbolá en Iquique. La autoridad transandina participó de una de las sesiones junto a la ministra Tohá y el expresidente de Colombia, Iván Duque.

Quien también se tomó fotografías fue la ex primera dama Cecilia Morel, quien asistió con su familia al encuentro y que fue saludada por el Presidente en sus palabras.

“Un honor poder estar contigo de nuevo y tu familia”, les dijo Boric.