“Celular cargado y camisa planchada”: los que se quedaron fuera del cambio de gabinete, los que sufrieron hasta el final y los que podrían entrar a subsecretarías

Durante la jornada del cambio de gabinete el Partido Radical vivió una tensión aparte. Hasta último minuto su directiva, atenta siempre a los llamados de sus compañeros del Socialismo Democrático, no tenía claro si su única representante en el equipo ministerial, Marcela Hernando (Minería), seguiría en su cargo y si es que el Presidente Gabriel Boric había tomado en consideración el listado de nombres que le había enviado hace días. En ella había uno que tenía prioridad: el del excandidato presidencial y exministro José Antonio Gómez, quien estuvo hasta el final atento a la posibilidad.

De hecho, en La Moneda reconocen que Gómez fue uno de los nombres que Boric evaluó hasta última hora del lunes y que Hernando estuvo por mucho tiempo en el listado de los ministros con altas posibilidades de dejar su cargo, incluso algunos en Palacio se atrevían a confirmarlo y varios personeros de gobierno se sorprendieron con la ratificación de la ministra. Uno de los antecedentes era que el Mandatario estuvo muy cerca de dejar al ahora jefe de la cartera de Energía, Diego Pardow, en Minería.

Pero no fue la única. La ministra de Justicia, Marcela Ríos, y la ministra de Cultura, Julieta Brodsky, ambas militantes de Convergencia Social, vivieron con tensión los últimos minutos, ante las posibilidades de una posible salida. Pasadas las 10.00 de ayer Brodsky se reunió con todo su gabinete en el Ministerio para pasar los minutos de incertidumbre. Luego, tras la ceremonia, almorzó junto a a la ministra Ríos en el Café Torres donde rieron con alivio.

Pero los ministros no eran los únicos nerviosos, porque además de Gómez también había una lista de dirigentes políticos que manifestaron disposición para aportar y que finalmente no encontraron un lugar en el gabinete. Entre ellos están Marco Antonio Núñez (PPD) y Álvaro Erazo (PS) en Salud, y el exministro Marcelo Díaz (Unir), quien fue propuesto por su colectivo y era una alternativa en Cultura.

También hubo nombres que fueron contactados por Presidencia para ver su disposición ante la eventualidad de ser necesitados para el nuevo diseño: en esa lista aparece Rodrigo Echecopar (RD) y el diputado Vlado Mirosevic (PL), quien optó por mantener sus funciones en el Congreso tras su rol en la campaña del Apruebo.

La histeria no solo se vivió a nivel de ministerios, sino que también en las subsecretarías, donde esperan con ansias los movimientos que puedan haber tras el cambio de gabinete. Ya conocido es lo que ocurrió con el subsecretario de Educación, Nicolás Cataldo (PC), quien llegó a La Moneda con terno, camisa y corbata negra y gris para el momento más importante de su carrera política: asumir en la subsecretaría del Interior. Pero no se concretó por las graves acusaciones que hizo contra Carabineros en su cuenta de Twitter en 2011.

La salida de Cataldo implicaba también una reestructuración en Educación que tuvo que cancelarse: Ignacio Cáceres, hasta entonces secretario general de la Corporación de Educación de Maipú (Codeduc), era su reemplazo.

También hubo otros ajustes de última hora. En la mañana de ayer fuentes de La Moneda confirmaban que Cristóbal Cuadrado (RD), subsecretario de Salud Pública, dejaba su cargo para que asumiera Bernardo Martorell, pero su partido busca impedirlo, por lo que Cuadrado seguiría en su lugar.

No es el único cambio a nivel de subsecretarías. Ya hay algunas modificaciones que están muy avanzadas y que serían anunciadas en los próximos días, como el ingreso de Yolanda Pizarro (PPD), en la subsecretaria de la Niñez. También se esperan modificaciones en las subsecretarías del Ministerio de Defensa.