Con el PC hasta el final: la estrategia del oficialismo para enfrentar los últimos tres meses del Consejo Constitucional
En medio del interés de la derecha de excluir al partido que dirige Guillermo Teillier, la izquierda tomó la decisión de que nadie se bajará de la mesa de negociación y que el acuerdo con la oposición debe incluir al bloque completo. El equipo constitucional y la comisión política de los comunistas, por su parte, tomó la definición de que no van a patear el proceso y evaluarán, con el texto bien encaminado, si llamarán a votar En contra o A favor.
El jueves de la semana pasada el consejero comunista Fernando Viveros caminó hacia el Senado en Santiago, subió hasta el tercer piso y, pasadas las 15.00, se sentó en la sala 3 para participar de la primera sesión de la mesa coordinadora del Consejo Constitucional.
La instancia, acordada por los delegados para encauzar la negociación de las enmiendas, sesionó por primera vez para determinar su metodología de trabajo. La designación de Viveros -en uno de los dos cupos que tiene la bancada CS/PC- no fue una casualidad. Que el representante por Coquimbo sea la dupla de la delegada María Pardo es parte de la estrategia oficialista para enfrentar estos dos meses de trabajo que quedan en el órgano redactor.
El bloque de unidad, nombre usado por los consejeros oficialistas para referirse a su sector, tomó la definición de que para negociar la opción de un acuerdo transversal que permita redactar una propuesta de nueva Constitución que represente una mirada más amplia, el bloque es uno solo y eso implica ir, según comentan consejeros oficialistas, “con el PC hasta el final”.
Por lo mismo, para algunos representantes de oposición no fue una buena noticia que el PC esté sentado en la mesa coordinadora. Más aún en un contexto en que una parte del Partido Republicano estima que cualquier acuerdo no puede ser con todo el oficialismo, sino que con solo un sector de la izquierda, llegando hasta el PS o -como máximo- hasta el Frente Amplio.
Los consejeros republicanos ya fueron notificados de esa decisión. Un dirigente socialista fue el encargado de transmitirlo en una conversación informal que ocurrió hace algunas semanas.
Pese a que la derecha mira con cierta esperanza el cambio de rumbo que puedan tomar los socialistas, en este tema el PS va sin titubeos. Su definición es “no soltar al PC” y proteger “al bloque de unidad porque somos partidos de gobierno”. Eso, dicen, sin importar las consecuencias que se generen en la derecha. De hecho, una fuente socialista afirma, en privado, que “así como para los republicanos es muy difícil tener un acuerdo con los comunistas, para el PS y el Frente Amplio es igual de complejo llegar a un acuerdo con el Partido Republicano”.
El jueves los consejeros socialistas y algunos comisionados del partido, como Flavio Quezada, llegaron hasta la sede del PS para tener una reunión con la directiva. En esa instancia, cuentan testigos del encuentro, se reafirmó la postura de mantener la unidad de todo el bloque oficialista, se ratificó que el PS debe seguir gastando todas sus energías en la “búsqueda de espacios de acuerdo transversal”, que “aún tiene validez” buscar acuerdos y que el PS no será “el causante de una ruptura del proceso”.
Pese a ese leve optimismo, hay algunos socialistas que no ven con buenos ojos lo que queda por delante. “Si imponen su identidad republicana tendremos que llamar a votar en contra”, afirmó la semana pasada la consejera Marcela Araya en El Mostrador.
El Frente Amplio está en la misma línea que los socialistas. Pese a algunos roces que han tenido los consejeros de RD y CS con los representantes del PC, todos reafirman que en esto los partidos de gobierno son un solo bloque. “El bloque es uno y no nos soltaremos”, comenta un consejero frenteamplista.
La advertencia
Esta semana los consejeros comunistas, en colaboración con las juventudes del partido, estrenaron un programa que se transmitirá por Facebook. Se llama “Realidad Constitucional” y está pensado para tener un canal de comunicación directo con las bases militantes del PC. Esto, en un contexto en que algunos sectores del partido han resentido la poca información que existe sobre el trabajo que están haciendo sus consejeros en el proceso.
En la primera edición del programa, que se repetirá todos los jueves a las 18.00, Viveros junto a la consejera Karen Araya comentaron los últimos hitos que han marcado al Consejo Constitucional. En ese intercambio, fiel a su estilo confrontacional, Viveros volvió a criticar a la oposición dando a entender que el proceso corre riesgo de que fracase. “Las enmiendas de la derecha son irresponsables, no intentan lograr acuerdos constitucionales sino que endosar una sola visión, la de la extrema derecha, y ese es un camino super riesgoso y peligroso. Si ellos no cambian estas formas de las enmiendas, a través del diálogo democrático en las comisiones y en el pleno, este proceso corre un alto riesgo de ser rechazado por la ciudadanía. Lo estamos advirtiendo desde ahora”, afirmó el representante por Coquimbo.
La tónica de todos los dirigentes comunistas es la misma. A finales de julio, Araya afirmó en El Siglo -medio de comunicación vinculado al PC- que “el riesgo es quedar con una Constitución peor que la redactada en dictadura”. Un par de días después, en ese mismo medio, la senadora del PC Claudia Pascual hizo lo mismo: “Las enmiendas de los republicanos reescriben el texto completo, para hacerlo más conservador y neoliberal que la actual Constitución. Poniendo en peligro que se apruebe este nuevo texto constitucional”.
El viernes de la semana pasada el exconvencional Marcos Barraza también realizó un llamado de atención a la izquierda por el rumbo que está tomando el proceso. “En el debate de fondo, lo complejo es que si se imponen las enmiendas de republicanos vamos a tener que ponderar si estamos a favor o en contra. Lo que va a definir nuestra posición es el carácter democrático del texto”, dijo en entrevista con Radio Duna.
El sábado, en tanto, fue el senador comunista Daniel Núñez quien también se sumó para criticar al órgano redactor. “Quieren una Constitución afín al pensamiento de extrema derecha y si eso es así, no podemos ser parte”, dijo en entrevista con El Mercurio.
La definición política del PC es que no se bajarán del proceso e insistirán hasta el último día de funcionamiento del Consejo Constitucional en lograr un texto que, dentro de lo posible, pueda representar las ideas comunistas para “conseguir un Estado social robusto”.
Sobre las dudas de si patearán la mesa, todos los dirigentes dicen una y otra vez que no es opción. Barraza lo dijo públicamente en la entrevista con Radio Duna: “No estamos evaluando bajarnos del proceso (...) Tenemos representantes electos por la ciudadanía y un deber y compromiso de representar la visión representada de ese respaldo”.
El devenir del órgano redactor lo sigue de cerca el equipo constitucional del PC, el cual es integrado por sus dos consejeros, el comisionado Alexis Cortés, la integrante del Comité Técnico de Admisibilidad Julia Urquieta y otros abogados comunistas.
Al igual que el resto del oficialismo, la convicción del PC es que no se van a descolgar del bloque oficialista. “Eso está totalmente descartado, no nos bajaremos para quedar como los valientes y nuestros socios de gobierno como los vendidos”, afirma un dirigente del partido.
Cuando esté lista la propuesta de nueva Constitución del Consejo, los comunistas explican que será el comité central el encargado de tomar las definiciones correspondientes y, finalizado el proceso, no descartan que el PC pueda transformarse en el primer partido que pueda posicionarse en contra del texto. “Aún falta por saber si esa será la opción que tome el partido”, agrega una fuente comunista.
En todo caso, en el oficialismo el PC no ha sido el único en advertir que rechazarán el texto si es que las enmiendas de los republicanos se mantienen igual. Lo mismo hizo el presidente de CS, el diputado Diego Ibáñez, hace algunos días.
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