El control de daños de Ribera en Japón: Diez bilaterales y citas con empresarios para contener golpe a imagen de Chile
El ministro Teodoro Ribera aterrizó ayer en Tokio, donde se reunió con siete CEOs de firmas que invierten en Chile. Además, sostendrá encuentros con sus pares de Francia, Alemania y Reino Unido, entre otros. El objetivo es dar señales de "tranquilidad", transmitir que las instituciones están funcionando y comunicar las medidas que se han implementado para resguardar los DD.HH., un tema que se ha transformado en un problema creciente para el gobierno.
Ayer en la tarde, luego de 25 horas de vuelo, el canciller Teodoro Ribera aterrizó en Tokio, hasta donde viajó con tres misiones claras: reunirse con empresarios, sostener nueve bilaterales con sus pares de otros países y participar de la cumbre del G20.
El objetivo del ministro es entregar señales de tranquilidad sobre lo que está pasando en Chile, junto con comunicar las medidas que se están adoptando y cómo se está comportando el mercado en medio de la crisis que hay en el país. Lo principal, dicen en RR.EE., es enviar un mensaje claro en relación a que las instituciones en Chile "están funcionando", que hay Estado de Derecho y que la crisis radica -dicen en el gobierno- en un problema social.
Así, en un contexto en que el gobierno está preocupado por la imagen de Chile a nivel internacional, Ribera sostuvo ayer un encuentro con la Cámara de Comercio Chile-Japón y otra cita con CEOs de siete empresas japonesas que tienen inversiones en Chile: Mitsubishi, Marubeni, Mitsui, NEC, JX Nippon Mining & Metal, Nippon Suisan Kaisha y Sumitomo.
En esa última reunión, según informaron desde Cancillería, el titular de Relaciones Exteriores transmitió "tranquilidad" respecto de lo que está pasando en Chile y entregó detalles de cómo se ha comportado el mercado en los últimos días, un tema que es considerado clave para el Ejecutivo. En este sentido, en Cancillería dicen que el viaje tiene principalmente un foco económico para dar cuenta de que las "reglas del juego" se mantienen.
Ribera, además, tiene agendadas reuniones con diez cancilleres: Alemania, España, India, Indonesia, Holanda, Francia, Australia, Reino Unido, Turquía y Japón. Con este último país, el encuentro ya se concretó.
En RR.EE. dicen que el objetivo de estas bilaterales es, al igual que en las otras citas, informar sobre cómo se están desarrollando las movilizaciones en Chile y qué acciones ha adoptado el Ejecutivo, pero también transmitir el "compromiso" del gobierno con los derechos humanos y las medidas que se han implementado para resguardarlos. Esto último, en medio de las múltiples denuncias por violaciones a los derechos fundamentales: según el último informe del INDH, hay 462 acciones judiciales presentadas, de las cuales 341 corresponden a querellas por torturas y tratos crueles.
La situación se ha transformado en un problema creciente para el gobierno, considerando el rol que han jugado diversos organismos internacionales, que se han desplegado en el país para monitorear en terreno estas acusaciones y cuyos dirigentes dijeron que han constatado que, en el marco de las protestas, se han cometido violaciones a los derechos humanos por parte de agentes del Estado. El miércoles, el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, dijo que "efectivamente, hay un conjunto de violaciones que se han producido en el país", mientras que el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, sostuvo que "ha habido violaciones a derechos humanos durante estas semanas de protestas, creo que no cabe duda alguna".
Y ayer, Amnistía Internacional liberó un duro informe asegurando que "la intención de las fuerzas de seguridad es clara: dañar a quienes se manifiestan para desincentivar la protesta, incluso llegando al extremo de usar la tortura y violencia sexual en contra de manifestantes". Sumado a ese diagnóstico del organismo -que fue rechazado tajantemente por La Moneda y las Fuerzas Armadas- aún se esperan los reportes de la ONU, Human Ritghs Watch y de la CIDH.
Cumbre G20
"Nos hemos encontrado con mucho interés por entender lo que está pasando en Chile y, a la vez, mucha confianza en la forma en que los chilenos estamos encontrando soluciones a través del trabajo conjunto y la búsqueda de acuerdos. La cultura japonesa entiende que estamos atravesando un proceso de cambio, pero que nuestra naturaleza de país confiable y buen socio comercial no se va a ver alterada", señaló Ribera a La Tercera PM.
Luego de su paso por Tokio, el canciller se trasladó a Nagoya para participar de la cumbre del G20, evento en el que intervendrá en dos instancias: la primera -en la que hablará por cerca de tres minutos- es sobre objetivos de desarrollo sostenible, instancia en la que también va a abordar la situación del país, poniendo énfasis en la necesidad de crecimiento económico, equidad y paz social.
El segundo panel, en tanto, está relacionado al libre comercio. En la oportunidad, según afirman en la cartera, Ribera reforzará el mensaje sobre la necesidad de reformar la OMC e informará las medidas pro pymes que se están impulsando, entre otras acciones.
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