Crece presión en Perú para que Castillo deje el poder y su primer ministro admite que “todo es posible”

Peru's President Castillo lifts Lima curfew after widespread defiance and anger
Manifestantes protestan contra el Presidente de Perú, Pedro Castillo en Lima, después de que emitiera un mandato de toque de queda que se levantó luego de un desafío generalizado en las calles. Foto: Reuters

Pese a las medidas adoptadas por el mandatario y el levantamiento del fallido toque de queda en Lima, las protestas impulsadas por el sector agrario y de transportes se mantienen, con nuevos gremios sumándose a las movilizaciones. La prensa local, en tanto, pide que Castillo “dé un paso al costado” y que se convoquen “elecciones generales, ya”.


Los anuncios del Presidente Pedro Castillo de una rebaja temporal al impuesto de las gasolinas y el diésel y el reajuste del sueldo mínimo no han logrado apaciguar los ánimos en las bases del sector agrario y de transportes de Perú, que reclaman por el aumento de los precios de los fertilizantes y de los combustibles provocado por el conflicto de Ucrania.

La tensión se mantiene en varias regiones del país. Aunque el ministro de Defensa, José Luis Gavidia, asegura que “en ningún sitio (la situación) está fuera de control”, en Cusco, Cerro de Pasco y Huancavelica se reportan nuevos bloqueos carreteros, mientras los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en Ica dejan como saldo dos nuevos fallecidos. Y gremios como el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú (Sutep) y la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú (Ftccp) anuncian que se sumarán a las protestas contra el gobierno.

Después del fallido toque de queda decretado el martes en Lima y su vecina provincia de Callao debido al paro de transportistas, que Castillo debió levantar a las pocas horas, una manifestación convocada en el centro de Lima derivó en ataques a las sedes del Poder Judicial y el Jurado Nacional de Elecciones y altercados violentos que provocaron heridos y destrozos en el centro de la capital.

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Enfrentamientos entre los manifestantes y la policía la noche del martes en Lima. Foto: Reuters

Tras la violenta jornada, hoy el balance para Castillo era sombrío. La prensa peruana coincidió en las críticas al gobierno. En su editorial, el diario El Comercio se refirió a una “Presidencia insostenible”. “Los hechos de ayer confirmaron que lo mejor para el país sigue siendo que el presidente Pedro Castillo dé un paso al costado”, señaló.

La República, en tanto, tituló: “Elecciones generales, ya”. “No hay gobierno de Pedro Castillo, sino un desesperado acto de supervivencia”, denunció el periódico. “Nos ha llevado a este punto tan volátil, al borde del incendio. Castillo está haciendo daño al país, a la democracia, al Estado de derecho y la civilidad (…) Es el tiempo exacto para que Castillo renuncie, asuma la vicepresidenta (Dina) Boluarte y se convoque a elecciones generales. Es hora de que se vayan todos”, pidió en su editorial.

En un tono similar, el diario Perú21 aludió a un “Castillo en el aire” en sus páginas de opinión. “La ciudadanía se hartó de ocho meses de desgobierno, de inacción frente a los múltiples conflictos sociales y la violencia de sus manifestaciones, de un presidente y un gabinete que le da la espalda a la empresa privada y ha renunciado a atraer inversiones, de una política de Estado que solo alienta las confrontaciones y promueve la división entre los peruanos”, insistió.

Peru's President Castillo lifts Lima curfew after widespread defiance and anger
Un manifestante patea una lata de gas lacrimógeno durante una protesta en Lima. Foto: Reuters

Al respecto, Jaime Reusche, vicepresidente de Moody’s Investors Service, dijo al El Comercio que Perú está frente a un régimen indeciso que no tiene un plan para gobernar y dar tranquilidad. “Estamos viendo los costos de la improvisación”, afirmó el ejecutivo de la agencia de calificación de riesgo estadounidense.

Cuestionamientos que adquieren un tono más dramático en boca de Augusto Álvarez Rodrich, columnista de La República. Según su balance, los peruanos están hartos del “desgobierno” de Castillo, por lo que su mandato ya tendría las horas contadas. “El país le ha perdido el respeto a Pedro Castillo y creo que es cuestión de días o pueden ser seis meses. Esta presidencia tal y como está ahora no puede durar cuatro años más. Tiene que irse, está en el patíbulo”, precisó, asegurando que “el 5 de abril marca el inicio del fin de su presidencia”.

Politólogos entrevistados por el mismo diario limeño coincidieron en que el jefe del Estado no es una garantía para la estabilidad del país, que debería dimitir y se convoque a un nuevo proceso electoral. “Su renuncia se hace necesaria, acompañada de un acuerdo nacional para salir de la crisis, dentro del marco de la Constitución y las leyes. Nuevas elecciones con reforma política, para tener algo de luz en este largo túnel de la oscuridad”, anotó Fernando Tuesta Soldevilla.

Peru's President Castillo lifts Lima curfew after widespread defiance and anger
Un manifestante ondea una bandera peruana durante una protesta contra Pedro Castillo en Lima. Foto: Reuters

“La ineptitud para enfrentar las últimas protestas sociales se suma a la lista de errores autoinfligidos del gobierno de Pedro Castillo. A pesar de tener al frente una oposición bastante incapaz, es un camino que Castillo se ha labrado solo y que puede terminar con su mandato. La salida de la crisis debe seguir los cauces institucionales, creando condiciones para convocar un equipo de gobierno capaz que genere confianza, y abrir espacios de negociación política para soluciones de más largo plazo”, agregó el sociólogo y politólogo David Sulmont.

Sin embargo, en declaraciones a El Comercio, el politólogo Omar Awapara se mostró escéptico de una salida de Castillo del poder, ya sea por una moción de vacancia o la renuncia. “Aunque ha habido critica de parte de la izquierda, no sé si llegue a ser suficiente para impulsar una vacancia. Si hubiera un quiebre en la unidad del gobierno, renuncias de ministros, algún tipo de división, quizá sí podría darse. Pero en tanto aún no se ha visto eso, los números (de votos a favor o en contra) no terminan de cambiar”, indicó. Además, agregó que, en este sentido, “le haría daño al Congreso ir por una tercera moción de vacancia si no están seguros de que tendrán los votos”.

Asimismo, Awapara considera poco probable el escenario de que Castillo dé un paso al costado, en la medida en que no pareciera estar al tanto del nivel de molestia en la ciudadanía. “Pedro Castillo es un presidente relativamente aislado, que no ve las noticias y no está percibiendo el nivel de indignación en las calles. Entonces, para él esto puede seguir siendo parte de un complot o boicot en su contra. No sé si el presidente tenga la capacidad de darse cuenta de sus errores y del impacto que tiene en la ciudadanía”, señala.

Manifestantes chocan con la policía antidisturbios durante una protesta contra el gobierno de Pedro Castillo en Lima. Foto: AFP

La politóloga Katherine Zegarra coincide. “El presidente parece no entender el escenario político y el ánimo ciudadano que altamente lo rechaza, y al no comprender esa realidad puede ser que no renuncie”, afirma.

Mauricio Zavaleta, por su parte, discrepa. Para el politólogo, la renuncia del jefe de Estado es “el escenario más factible”. Ello, principalmente, debido a la falta de la legitimidad del gobierno. “Para uno mantenerse en el poder necesita un mínimo de legitimidad (…) Creo que, si esto termina de minarse en los siguientes días o meses, su presidencia se hace insostenible”, aseguró.

Una posibilidad que, incluso, el primer ministro Aníbal Torres admite. Consultado por Blu Radio de Colombia si es posible que el gobierno de Castillo esté en sus “últimos días”, el presidente del Consejo de Ministros respondió: “En el Perú todo es posible. Esto no es una novedad en el Perú y viene de algunos años atrás. En el quinquenio anterior hemos tenido cinco presidentes y tres congresos. Esta situación no se ha superado. Nosotros tratamos de superarla y tratamos de dialogar con la parte contraria, pero la parte contraria solo se fija en su propio interés, pero no en los monopolios y oligopolios que son los que fijan el precio para el consumidor”.

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