Cristián Canio, el histórico del Ñielol que cobró $ 160 mil en la AFC: “Nunca había ganado tan poco, ni cuando era cadete”
El experimentado futbolista relata la situación que vive luego de que la dirigencia de Deportes Temuco suspendiera los contratos del plantel y los enviara al Seguro de Cesantía. Los ahorros de su carrera hoy son el sustento de su familia.
“Uno le da vueltas todos los días a esta situación. No es fácil. Todos los días me lo pregunto y mi señora también lo hace. Ella no quería volver a Temuco. Estábamos bastante bien en Coquimbo. Estábamos tranquilos. También tuve ofertas de clubes en Santiago. Y mi familia me acompañó en esta decisión de volver por el cariño que le tengo a este club. Pensé que sería diferente, pensé que sería totalmente diferente”.
A Cristián Canio (39 años) primero se le escucha cabizbajo y después muy resuelto. Es como si quisiera demostrar que su presente en Deportes Temuco no lo va a derrotar. Es como si estuviese seguro de que ganará un partido más de sus casi 20 años como profesional. Su equipo, el que ama, el que lo formó jugador, y que hoy pertenece a Marcelo Salas, lo mandó a él y al resto del plantel al Seguro de Cesantía (AFC). De esos sueldos millonarios, que acostumbró a recibir en los equipos que defendió a lo largo de su carrera, entre los que destaca la U, Colo Colo, Atlante de México, entre otros, ni hablar. El 22 de mayo, el nacido en Nueva Imperial recibió $160 mil, correspondiente al segundo pago desde la administradora.
“Está difícil la cosa. En abril recibí $ 200 mil, en mayo $160 mil y el que viene será menos. Afecta mucho. La mayoría de los jugadores tenemos que pagar cosas. Sabemos la situación que estamos pasando como país, sabemos que el país no está bien, pero los dirigentes se fueron al extremo de no querer llegar a ningún acuerdo, de no querer hacer nada por los jugadores”, comienza diciendo. “Saco tan poco porque no tenía nada en el seguro de cesantía. Lo cobré el año pasado, en enero. Por eso recibo tan poco, pero hay compañeros que ese monto ya se lo habían gastado antes y ahora no reciben nada. Es complicado el tema”, agrega. En Temuco el jugador que más gana recibe nueve millones al mes.
El emblema del equipo del Ñielol intenta no desesperarse. Quiere pensar que la situación pasará y que todo volverá a la normalidad. “Nunca me había pasado esto, nunca había ganado tan poco, ni siquiera cuando era cadete. Estamos llevando este tema de la mejor manera, con lo que tenemos. Nos estamos acomodando. Es bastante poco. No me echo a morir ni mucho menos. Sabemos la situación del país. Siempre he sido austero, nunca me he dado grandes lujos. Nunca he vivido una vida tan ostentosa”, aclara. Hoy, su pilar económico se basa en los ahorros de su exitosa carrera: “Estoy sacando de los ahorros de mi carrera, de todos lados para estar tranquilo en lo familiar”.
En Temuco, equipo de la B, no todos cuentan con una carrera como la del Toqui. Algunos recién dan sus primeros pasos y el dinero no alcanza. El capitán del Pije lo asume con preocupación: “Lo hablamos en el grupo que tenemos. En todos los equipos se hace un tema de la mutual, que se paga todos los meses. Alcanzamos a juntar un poco de plata esos meses que estuvimos jugando y ahora se planteó esta posibilidad de usar ese dinero. Ya dijimos que si alguno de los jóvenes necesitara algo no dudara en pedir a la mutual. Sin temor, sin ninguna duda”, dice.
A Canio también se le escucha dolido. Está con rabia. Intenta consolarse con su señora, Mariana González. Y también con su hijo Lucas (11) y el retoño de su pareja, Cristóbal (11). Con estos dos últimos se entretiene jugando PlayStation. “Hay cuentas, hay gastos, hay otros compañeros de equipos que arriendan. Los extranjeros tampoco lo están pasando bien. Uno va al supermercado y con $100 mil no haces nada. La luz y el agua nadie te lo perdona. Igual que el teléfono. Nadie te va a decir que estés tranquilo y pagues después cuando tengas plata. Acá no se te perdona, no se espera a nadie”, dice.
El Toqui repite que su idea de recalar en el equipo que lo formó como futbolista era para poder disfrutar sus últimos años como futbolista. Más cuando fue el propio Marcelo Salas, el dueño del club, el mismo con el que compartió camiseta en Universidad de Chile, en la temporada 2005, y que hoy lo mandó a la AFC, el que lo llamó para sumarse al Pije. “Estoy bastante molesto. Nadie se ha acercado de la dirigencia. Nadie pregunta si estamos bien, si nos falta algo. Nadie pregunta por nuestras familias. Un llamado no cuesta nada, o un mensaje, no sé, lo que sea. Eso quizás vale más que la plata. Acá no ha sido así. Nadie se ha preocupado de nadie, nadie sabe qué pasara con este tema del club. Dejan mucho que desear”, advierte. Luego apunta sus dardos a Salas: “Marcelo fue jugador y estuvo de este lado. Ahora está bien porque tuvo su carrera extraordinaria, es dueño de club, de muchas cosas. Me molesta, pero no podemos hacer nada. Quisimos llegar a acuerdo con ellos, de hacer esto más humano, más llevadero, pero no hubo caso. Ellos en ningún momento quisieron, siempre era todo para su lado”, revela.
Todas las mañanas, el volante que fuese campeón con Everton en 2008 se hace el ánimo para entrenar. En el grupo de WhatsApp de los jugadores, el técnico Patricio Lira intenta mantenerlos arriba. No está obligado a entrenar, pues no tiene ningún vínculo con Temuco, pero sí lo hace por un compromiso con su carrera. Su perro Junior, el regalón de la casa, según dice el propio el futbolista, lo acompaña en algunas actividades físicas que realiza en el patio de su casa. “Yo sigo entrenando, por mi edad no puedo quedarme. No puedo esperar hasta que vuelva esto. Siempre me he entrenado bien. Trato de llevar un entrenamiento, corro y me mantengo para cuando todo esto pase”, advierte.
Hoy, Canio espera volver a entrenar con sus compañeros. Quiere que la situación se regularice, para poder hacer lo que más le gusta: jugar al fútbol. En su cabeza, sin embargo, no dejar de dar vueltas el primer cara a cara que tendrá con la dirigencia de Deportes Temuco: “Cuando pase todo esto, porque alguna vez va a pasar, no sé cómo será esa vuelta. Yo creo que será bastante compleja porque no sé con qué cara van a exigir si en el momento más difícil nos dieron vuelta la espalda. Estos son mis últimos años de mi carrera. No quiero que este virus me retire. Estoy bastante bien físicamente”, cierra.
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