Daniel Manouchehri (PS): “La derecha tiene una obsesión con el control administrativo de la Cámara de Diputados”

Daniel manouchehri

El diputado socialista -quien fue removido ayer de la presidencia de la comisión de Economía, tras aprobarse la moción de censura en su contra- advierte que, en los próximos días, la ofensiva de la oposición en la Cámara podría avanzar a censurar la mesa que hoy preside Vlado Mirosevic (PL). "Este tipo de polémicas contribuye a dar la sensación de que el Congreso es un lugar en donde se actúa de una manera poco seria", profundiza.


La disputa por el control administrativo de la Cámara de Diputados sumó un nuevo desbancado: el diputado socialista Daniel Manouchehri fue censurado ayer de su presidencia en la comisión de Economía. A horas de su remoción, el parlamentario acusa que la próxima acción coordinada de la oposición será intentar censurar la mesa de la Cámara de Diputados.

¿Qué análisis político puede hacer de su remoción de la presidencia de la comisión?

En la comisión de Economía estábamos trabajando en una agenda potente que beneficia a millones de personas, en materias tan importantes como el endeudamiento, el tráfico de datos, el apoyo a las pymes, defensa de los abusos. Los habíamos logrado trabajar de una manera transversal y construyendo mayorías suficientes (...). Lo que acontece ayer es errático, desconcentramos la atención de ese trabajo para ir a un tema absolutamente de interés político, sustentado en base a una acusación falsa, liderada por un diputado (Gonzalo de la Carrera) que ha desprestigiado la función parlamentaria y la política en general. Al darle un triunfo político a este personaje, la derecha está legitimando la política de “Pancho Malo”, de la mentira. El diputado De la Carrera argumentó que los proyectos que habían sido puestos en tabla por mi presidencia habían sido exclusivamente proyectos donde yo era autor. Eso es falso.

¿Qué ve en esta ofensiva de la derecha, donde se anuncia públicamente la censura a más comisiones?

Lo que están haciendo es dejarse liderar por la ultraderecha. Hoy en el Congreso la derecha es liderada cultural y políticamente por los sectores más radicalizados. Eso, sin duda alguna, no es bueno para el buen ánimo y el espíritu democrático que tiene que primar en la corporación. Y no le hace bien a Chile que la derecha se esté radicalizando.

¿Cree que a esto le siga la censura a la mesa de la Cámara, liderada por Vlado Mirosevic (PL)?

Indudablemente. La derecha tiene una obsesión con el control administrativo de la Cámara de Diputados y nos gustaría, quizás, que tuviera la misma obsesión por colaborar con temas tan relevantes que se están discutiendo en el Parlamento, como la reforma de pensiones y la reactivación económica. Están errando el camino e indudablemente se hace necesario poner paños fríos a la situación beligerante en la Cámara que está reinando. Lo que se espera de nosotros es que el debate público esté centrado en problemáticas que afecten en la vida diaria. La presidencia administrativa de las comisiones, incluso la presidencia de la Cámara, es un tema de interés político y no de interés ciudadano.

Si bien la censura es un mecanismo que está dispuesto en el ordenamiento de la Cámara, ¿contribuye a la imagen de la corporación su utilización?

Este tipo de polémicas contribuye a dar la sensación de que el Congreso es un lugar en donde se actúa de una manera poco seria. Lo que ha acontecido solo contribuye al desprestigio de la función parlamentaria y somos nosotros quienes tenemos que tener la capacidad de tomar en serio el hecho de que para que vuelva el prestigio del Congreso, se requiere actuar a la altura de la investidura que se nos ha dado en las urnas.

¿Sostuvo algún diálogo más personal con quienes votaron a favor de la censura? ¿Cómo se lo toma?

A uno no deja de afectarlo el hecho de que aquellos parlamentarios con los cuales se construyó un trabajo transversal, como ha sucedido con el diputado Mellado (RN) o el diputado Lavín (UDI), terminen cuadrados detrás de una censura realizada por parte de quien -incluso- los ha atacado a ellos. Pero yo no quiero personalizarlo ni que afecte en la necesaria posibilidad de ponernos de acuerdo (...). Ellos deben aislar a personajes como Gonzalo de la Carrera y no ponerlos a liderar sus procesos políticos.

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