De Dumbo a Peter Pan: Por qué Disney+ bloqueó a los niños el acceso a algunos de sus grandes clásicos
La plataforma de streaming ha restringido el acceso a diversos títulos emblemáticos de la compañía, como "Los Aristogatos" y "El libro de la selva", por incluir contenido inapropiado y representaciones racistas de otras culturas. La medida, que afecta a los usuarios del servicio en diversos territorios -Chile incluido-, se suma a lo ocurrido en el último tiempo con otras producciones, como la serie "Little Britain" y la legendaria "Lo que el viento se llevó".
“No se puede acceder a este título porque excede la configuración de los controles parentales de tu perfil. Te redirigiremos al inicio de Disney+”.
Los usuarios chilenos de la plataforma de streaming de Disney que en las últimas horas han intentado visualizar películas clásicas de la compañía, como “Dumbo”, “Peter Pan” o “Los Aristogatos”, se han encontrado con ese mensaje tapando la pantalla e impidiendo reproducir el contenido. Un aviso de que el acceso a esos títulos, junto a otros filmes emblemáticos de la factoría de Walt Disney, están bloqueados específicamente para aquellas cuentas (o perfiles) configurados para menores de 7 años.
La medida no ha pasado desapercibida, ni en Chile ni en los otros territorios donde actualmente rige esta restricción por parte del gigante del entretenimiento, que ha decidido bloquear diversos largometrajes clásicos de su factoría debido a las “representaciones negativas y / o al maltrato de personas o culturas” que éstos incluyen.
Ya el año pasado, cuando la plataforma de streaming comenzó a expandirse por el mundo, el servicio agregó una advertencia de contenido a varias de estas cintas, aunque seguían disponibles para ser vistas sin problema en los perfiles de los niños. Ahora, los menores de 7 años ya no podrán acceder -al menos libremente y sin el consentimiento de sus padres- a los filmes mencionados y a otros, como “La dama y el vagabundo” y “El libro de la selva”, que de todas formas siguen disponibles para ser vistos en los perfiles configurados para adultos de Disney+.
En algunos territorios, la compañía entrega a sus usuarios más detalles del porqué de su decisión. Y el principal motivo tiene que ver con escenas que, bajo la mirada y la sensibilidad actuales, pueden ser considerados racistas, incorrectos o estereotipados. Sobre todo cuando se trata de contenidos o personajes inspirados en culturas o nacionalidades distintas a la estadounidense.
“Estos estereotipos estaban equivocados entonces y ahora también lo están. En lugar de eliminar este contenido, queremos reconocer su impacto dañino, aprender de él y generar conversaciones para crear un futuro más inclusivo juntos. Disney se compromete a seguir creando historias con temas inspiradores y aspiracionales, que reflejen la rica diversidad de la experiencia humana en todo el mundo”, ha explicado la compañía.
Puntualmente, ¿cuáles son los elementos de estas películas que envejecieron mal o Disney simplemente considera que no son apropiados para el mundo de 2021? En su sitio oficial, en una sección llamada “Stories matter” (“Las historias importan”), la compañía del Ratón Mickey entrega ciertas claves.
En el caso de “Dumbo” (1941), por ejemplo, se detalla que los personajes de “los cuervos y el número musical rinden homenaje a los espectáculos racistas de ‘minstrel’ (un género musical típico del sur de EE.UU. en el siglo XIX, hoy considerado racista), donde artistas blancos con rostros ennegrecidos y ropa hecha jirones imitaban y ridiculizaban a los africanos esclavizados en las plantaciones del sur”.
En cuanto a “Peter Pan” (1953), la determinación apunta a la forma en que la película “retrata a los nativos americanos de una manera estereotipada, que no refleja ni la diversidad de los pueblos nativos ni sus tradiciones culturales auténticas. Los muestra hablando en un idioma ininteligible y se refiere repetidamente a ellos como ‘redskins, un término ofensivo”. Y en el caso de “Los Aristogatos” (1970), por un personaje felino “representado como una caricatura racista de los pueblos del este de Asia, con rasgos estereotipados exagerados”, que según la propia compañía “refuerzan el estereotipo del ‘extranjero perpetuo’, con escenas que se burlan del idioma y la cultura chinas”.
Si bien Disney ha lidiado por décadas con diversas polémicas a raíz del paso del tiempo de sus contenidos, los que transcurridos los años han sido a veces considerados caricaturescos, incorrectos o racistas, lo ocurrido con Disney+ pareciera responder básicamente a una contingencia que hoy centra el debate cultural en Estados Unidos, luego de un año de protestas en las calles por los abusos policiales a ciudadanos afroamericanos.
De hecho, otros filmes de la compañía que contienen escenas o personajes que según parte del público podrían ser interpretados como denigrantes con algunas personas, como las mujeres (básicamente, muchas de las princesas y damiselas en peligro de su catálogo clásico) o los niños (como “Pinocho”, de 1940, donde el protagonista infantil sufre diversos tipos de abusos y hay personajes que fuman), no han sido excluidos ni restringidos por la plataforma de streaming.
La polémica no toca sólo a Disney: a mediados del año pasado, tras el asesinato de George Floyd y el auge del movimiento Black Lives Matter, HBO Max retiró de forma temporal de su catálogo el clásico “Lo que el viento se llevó” (1939), precisamente por su representación de personajes afroamericanos. Algo similar ocurrió con producciones más recientes, como “Little Britain” y “30 Rock”, que desaparecieron del reproductor online de la BBC y NBC, respectivamente, por incluir personajes blancos que se pintaban la cara de negro. Una práctica conocida como “blackface”, hoy erradicada de la cultura estadounidense.
“Desgraciadamente estamos viviendo una época súper infantil. Una época donde hay una corrección política súper fuerte y creo que se hace necesario una advertencia antes para no molestar. Parece una realidad distópica”, analiza el escritor y guionista Francisco Ortega, quien asegura que en diversos proyectos en los que ha estado involucrado, este tipo de problemáticas se han cada vez más frecuentes en la conversación.
“Hoy día yo trabajo escribiendo, y ahora escribiendo series a través de varias productoras para afuera. Y cada vez que se revisan los guiones surge la duda tipo, ‘oye, ¿no estaremos ofendiendo a alguien?’ Creo que eso no va a terminar bien, va a llegar un momento en que por no ofender a nadie no se van a contar buenas historias”, explica.
“Uno entiende que la industria, que básicamente es un negocio, se tenga que poner el parche antes de la herida. Sobre todo la industria gringa que es un poco más sensible. A los europeos les da lo mismo. Nos vamos a llenar de aquí a futuro de películas que van a subir con escenas cortadas o con advertencias. Mi opinión es que es terrible, pero lo entiendo”, sentencia.
“No me parece sorprendente, ahora las corporaciones y las marcas tienen que preocuparse mucho de protegerse contra cualquier posible alegato, contra las funas y todo ese tipo de cosas. Son medidas para cubrirse las espaldas en ese sentido”, añade Daniela Lagos, crítica de series y televisión de La Tercera.
Para la autora del libro “Citas de series”, “no sé qué tanto servirá en ese sentido ponerlo para mayores de siete años. Si es que quieres tomártelo en serio me parece que se pueden reeditar las películas. Me parece que eso es tomárselo en serio”.
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