Del “no se va a renovar” a “no queda otra alternativa”: los giros en 180° del oficialismo ante el Estado de Excepción
A pesar de que cuando fueron oposición, durante la administración del Presidente Piñera, se opusieron férreamente a aplicar esta medida, ahora siendo gobierno defienden su uso "acotado" en la Macrozona sur del país. Parlamentarios oficialistas, en tanto, pese a su rechazo inicial, de a poco se han ido plegando a la idea.
Es una medida con la cual estuvieron en contra cuando fueron oposición y decían que no era el camino que iban a seguir cuando llegaran al gobierno. Los estados de excepción en la Macrozona Sur del país para contener los hechos de violencia siempre fue una estrategia resistida por parlamentarios y actuales autoridades de las actuales coaliciones oficialistas: Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático.
El diseño del gobierno del expresidente Sebastián Piñera de desplegar a las Fuerzas Armadas en el lugar fue duramente criticada por Revolución Democrática (RD), el Partido Comunista (PC), el Partido Socialista (PS), entre otras colectividades del actual oficialismo encabezado por el Presidente Gabriel Boric. Varios de los entonces legisladores -incluso el actual mandatario- rechazaron la medida en el Congreso. Sin embargo, Boric y su administración, a raíz de los últimos hechos de violencia en la Macrozona Sur, decidió decretar ayer Estado de Excepción en la zona -contradiciendo su postura inicial sobre la materia- aunque precisó que la medida solo se aplicará para caminos, rutas y carreteras.
Si bien el primer giro de la actual administración fue respecto a aplicar Estado de Excepción en el norte del país debido a la crisis migratoria -donde argumentaron que era un conflicto diferente al de la Macrozona Sur-, lo cierto es que se opusieron con dureza a utilizar esta medida en las regiones de La Araucanía y Biobío.
En sus días como parlamentario, Boric criticó -y votó en contra- la aplicación del Estado de Excepción y también cuestionó el proyecto de Piñera para resguardar la infraestructura crítica, respecto del cual su gobierno planteó la idea de modificarlo y generar un estado de “protección y resguardo” que sería intermedio y otorgaría custodia militar a las rutas.
Asimismo, como candidato presidencial y a los pocos días de asumir como Presidente, Boric insistió en más de una oportunidad en que el Estado de Excepción no era la estrategia que querían seguir en La Araucanía para enfrentar el conflicto y que privilegiarían el diálogo en la zona. Ello incluso quedó por escrito en su programa de gobierno.
Lo mismo ocurre en el caso de la ministra del Interior, Izkia Siches, quien semanas antes de asumir en el gobierno y ya estando en el cargo, señaló, en varias oportunidades, que el Presidente Boric no utilizaría el camino de los Estado de Excepción.
“El Presidente electo ya lo ha comunicado, él ha definido que no se va a renovar el Estado de Excepción Constitucional en Wallmapu”, dijo el 25 de febrero. “Esperamos mantener el estado de derecho, esperamos mantener la tranquilidad. No queremos más víctimas en la zona, pero también queremos presentarles al país una estrategia diferente que nos permita lograr avanzar (...) lamentablemente con las medidas hasta ahora no hemos tenido los mejores resultados”, agregó en ese entonces.
Sin embargo, fue ella quien tuvo que informar ayer la noticia y dar cuenta del giro del Ejecutivo. “Es evidente que en el último tiempo hemos tenido un aumento de los actos de violencia en las rutas”, manifestó para argumentar su aplicación.
Una línea similar tenía el ministro de la Segpres Giorgio Jackson (RD), quien cuando era diputado votó en contra las prórrogas del Estado de Excepción solicitadas por el gobierno de Piñera; salvo la del 7 de marzo, a la que no concurrió -al igual que Boric- por estar en pleno proceso de instalación de gobierno.
En febrero, a los pocos días de ser nombrado secretario de Estado, Jackson argumentó que “el gobierno debía buscar soluciones sostenibles en el tiempo”. No obstante, con el aumento de la violencia en la zona sur del país -y tras múltiples reuniones con las dos coaliciones de gobierno sin lograr alinear a ambas en torno a la idea de impulsar un estado de excepción intermedio-, cambió su discurso y se abrió a todas las opciones para ir pavimentando el camino a lo que se anunció ayer. “Insisto, todas las ideas que se han puesto sobre la mesa siguen estando como opciones, pero estamos tratando de concitar el mayor apoyo en torno a las acciones que el gobierno va a realizar para garantizar la seguridad”, dijo el lunes.
Su par, la ministra vocera Camila Vallejo (PC), en sus días de parlamentaria fue una de las más duras detractoras de la medida, rechazando siempre su prórroga. Entre sus varias declaraciones sobre la materia, el año pasado, en su cuenta de Twitter, aseguró que “cuando los conflictos se manejan como una guerra, no hay paz y solo derramamiento de sangre (...) Usen la inteligencia y no las armas”.
Además, días antes de arribar al gobierno, dijo que “asumiendo el mando, no hay posibilidad de extender el Estado de Excepción en el sur”.
Por otro lado, la actual jefa del Segundo Piso de La Moneda, Lucía Dammert, también criticó la presencia de militares en la zona. “La militarización como política aumenta la violencia y conflictos”, sostuvo en noviembre del año pasado, a través de su cuenta de Twitter.
Por el lado del PC, la diputada Karol Cariola -durante la administración del Presidente Piñera- fue dura respecto de esta iniciativa y también votó en contra de esta medida consecutivamente. Tanto en el Parlamento, en sus redes sociales y en diversos medios de comunicación, afirmó que la “militarización y violencia nunca han sido una solución” y que “la situación de extrema represión en La Araucanía, es algo que no puede sernos indiferente”.
En tanto -pese a la resistencia del PC para la aplicación de la medida y en medio de las tratativas del Ejecutivo por buscar una salida al problema-, Cariola dijo la semana pasada que “nosotros no nos hemos cerrado a ninguna medida”.
En el PS, el actual subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, también tuvo un llamativo giro en su postura. Cuando era diputado, en una entrevista al diario Concepción, el 08 de noviembre de 2021, manifestó que “es evidente que el Presidente Sebastián Piñera no quiere resolver los problemas de seguridad en Arauco o en La Araucanía. Lo que busca, al forzar la extensión de la medida, es influir en el proceso electoral”.
Monsalve siempre rechazó las prórrogas del Estado de Excepción solicitadas por el pasado gobierno.
El diputado socialista Leonardo Soto, por otro lado, quien era uno de los parlamentarios más contrarios a esta iniciativa durante la administración de Piñera, también cambió su posición en los últimos días, argumentando que se debe apoyar al gobierno de Boric. “No se le puede negar la sal y el agua al gobierno en materias de seguridad (...). De no prosperar esto (Estado intermedio), porque no estén los votos y haya mucha división y deslealtad, el gobierno ha dicho que no le queda otra alternativa que declarar el Estado Constitucional de Excepción de Emergencia”, dijo.
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