Riesgo sísmico y más tacos: Las alertas de Vitacura por megaproyecto de PyG Larraín en Lo Curro
La Municipalidad sugirió una nueva evaluación de los "organismos correspondientes" por los riesgos que genera la Falla de San Ramón, lugar en que se emplazará el megaproyecto de PyG, Conjunto Armónico Portezuelo.
En una etapa clave entró el emblemático proyecto Conjunto Armónico Portezuelo de la empresa PyG Larraín, en Vitacura, que considera una inversión de US$250 millones, y cuya construcción se prevé tome un periodo de 14 años.
Ante el Servicio de Evaluación Ambiental, la municipalidad presentó sus reparos a la iniciativa alertando por los riesgos sismológicos de la zona en que se emplazará la iniciativa y el incremento en el tráfico vehicular que afectará a peatones y ciclistas.
La municipalidad sugirió una nueva evaluación de los "organismos correspondientes" por los riesgos que genera la Falla de San Ramón, lugar en que se emplazará el megaproyecto de PyG Larraín.
Pero no es la primera vez que la municipalidad expresa sus reparos por riesgo sísmico que representa la zona. Previamente, en la evaluación del proyecto, la Corporación cuestionó un estudio geológico que presentó la Inmobiliaria L&L -vinculada a PyG- en el que se aseguró que "la supuesta traza de la Falla San Ramón sólo es posible seguirla hasta el sur del río Mapocho y que no ha podido ser reconocida en el sector de Lo Curro...". Este agregaba "se estima que la posible reactivación de la Falla San Ramón no solo es potencial, sino que además debe considerarse incierta hasta no recabar más antecedentes geológicos, geotectónicos y geofísicos sobre su real potencial de activación".
Sin embargo, según el estudio titulado 'Riesgo y Modificación PRMS Falla San Ramón' realizado por el Ministerio de Vivienda y la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (Onemi) el año 2012, "es posible identificar que existe una traza secundaria de la Falla San Ramón, que se emplaza en gran parte del terreno asociado al proyecto en comento como se muestra en la imagen a continuación".
Por su parte, la autoridad ambiental a cargo de la evaluación del proyecto detalló que actualmente se encuentra en desarrollo un estudio mediante un convenio entre la Onemi y la Universidad de Chile para obtener una conclusión más certera sobre los efectos geológicos de la zona.
Tacos
Otra de sus preocupaciones que plantea la Municipalidad de Vitacura es el fuerte impacto vial que generará el proyecto inmobiliario. De hecho, insistió en que para optimizar la operación vehicular del proyecto, se hagan las gestiones con la Concesionaria Costanera Norte para que acepte una conexión a la vía expresa desde la caletera Av. Santa María en ese tramo, de modo que no se vea afectada la condición operacional de las vías locales y los flujos ingresen directo a la vía Expresa Costanera Norte.
"Se requiere al titular dar respuesta sobre esta materia, indicando qué alternativa tendrán los usuarios peatones y usuarios ciclistas para acceder desde el sector sur de la comuna al proyecto, el cual cabe destacar, aportará 1.485 viviendas y 4.410 residentes estimados", sostuvo la Municipalidad de Vitacura por medio de un escrito enviado a la autoridad ambiental.
Nuevo rechazo
Según los opositores –entre los que se encuentran José Manuel Urenda (GEN), Marta Lagos (Mori) y Raúl Sotomayor (Southern Cross)- el proyecto provocará un fuerte impacto vial en la zona y, por lo tanto, requiere ser evaluado.
Por lo mismo, un grupo de vecinos junto a concejales solicitaron abrir una consulta ciudadana, pero el pasado 16 de enero recibieron un nuevo revés. Ello tras presentar una reposición al rechazo original manifestado por el SEA.
"Las observaciones realizadas por la DOM evidencian que el megaproyecto no considera a los peatones y ciclistas; que las medidas de mitigación son insuficientes y abre la arista sobre la emisión de ruidos", sostuvo el concejal Cristián Araya.
Mientras que Patricio Herman, presidente de la Fundación Defendamos la Ciudad, agregó que "conforme al artículo 11 de la ley ambiental el megaproyecto debe ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental bajo la modalidad de Estudio de Impacto Ambiental y no como una Declaración de Impacto Ambiental. Más aun considerando la existencia de la falla de Ramón. Ergo, la comisión respectiva debería rechazar la Declaración que se tramita".
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