Detención del fundador de WikiLeaks reaviva disputa entre Lenín Moreno y Rafael Correa

Foto: Reuters

El expresidente calificó a su sucesor como "el traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana" por permitir que la policía británica ingresara a la embajada en Londres para arrestar a Assange.


En agosto de 2012, dos meses después que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, pidió protección en la embajada de Ecuador en Londres, decenas de personas se reunían en la entrada del recinto diplomático con banderas ecuatorianas y letreros que decían "Todos somos Julian", al tiempo que celebraban que el entonces Presidente Rafael Correa otorgara asilo diplomático al hacker y activista australiano para defender la "libertad de expresión".

"Assange lo que ha hecho es revelar cables secretos de embajadas de Estados Unidos que mostraron al mundo cómo nos tratan, cómo manipulan". Esa fue la primera referencia explícita de Correa para defender el caso, justo cuando el mandatario vivía su propia crisis con los medios de comunicación ecuatorianos críticos al gobierno.

En ese momento, analistas citados por AFP señalaban que Correa habría ingresado al conflicto entre Reino Unido, Estados Unidos y Suecia para "emerger como un líder en la región y fortalecer su perfil antiestadounidense". Sin embargo, mucha agua ha pasado bajo el puente desde 2012, cuando la región tenía varios gobiernos de izquierda, encabezados por Hugo Chávez en Venezuela.

Tras permanecer 10 años en el poder (2007-2017), para las elecciones presidenciales de 2017 Correa alzó a Lenín Moreno, su vicepresidente,  como su "delfín" político. Como candidato del oficialista Partido Alianza País debía continuar con el legado del "correísmo", pero no fue lo que ocurrió.

El Presidente Lenín Moreno asumió una postura conciliadora lo que habría molestado al carácter "combativo" de Correa, especialmente porque a tres meses de tomar posesión en el gobierno -en mayo en 2017- dio un paso al costado y retiró de todas las funciones al expresidente Correa, que tiene varias acusaciones de corrupción e investigaciones abiertas. Moreno también cesó de todas las funciones al vicepresidente, Jorge Glas -que es amigo de Correa- después que este publicara un comunicado crítico a la gestión del gobierno.

La enemistad entre los otrora "aliados" provocó roces durante los últimos años, los que se reactivaron tras la detención de Assange. "Ecuador decidió soberanamente retirar el asilo diplomático a Julian Assange por violar reiteradamente convenciones internacionales y protocolo de convivencia", escribió el Presidente Moreno en su cuenta de Twitter. Esto desató la reacción inmediata del expresidente Correa contra su "exnúmero dos". "El traidor más grande de la historia ecuatoriana y latinoamericana, Lenín Moreno, permitió que la policía británica entre a nuestra embajada en Londres para arrestar a Assange", fue uno de los mensajes que escribió Correa en su cuenta de Twitter.

Según el exmandatario ecuatoriano "Moreno siempre quiso entregar a Assange, finalmente lo hace por un tema personal: en venganza porque WikiLeaks publicó INA Papers, el grave caso de corrupción en que está envuelto Moreno", sostuvo en la red social.

WikiLeaks ya había señalado que el actual gobierno ecuatoriano utilizaría contra Assange el caso INA Papers, que vincula a la familia presidencial con la presunta adquisición de bienes mediante empresas offshore. El jefe de Estado de Ecuador, sin embargo, ha restado importancia a las acusaciones, las que califica de una "campaña de desprestigio".

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