Diego Ibáñez (CS): “No vamos a aceptar que la derecha invente conceptos, es poco serio”

Diego Ibáñez

El diputado frenteamplista se refiere a la discusión que ha tenido enfrentado por estos días a la derecha y el oficialismo en el marco de las tratativas para alcanzar un acuerdo constitucional: el Estado social y las libertades. Sobre eso, el parlamentario dice que no están dispuestos a innovar en esa materia y que, lo que plantea Chile Vamos, no existe en derecho comparado. "Están incorporando elementos que restringen el debate democrático en el futuro como la propiedad sobre las aguas", afirma.


Dice que está molesto y cansado. El diputado de Convergencia Social Diego Ibáñez -quien ha sido uno de lo más duros para defender sus puntos- aborda las negociaciones para alcanzar un acuerdo constitucional. El parlamentario -quien, al cierre de esta edición, estaba participando de un nuevo encuentro entre los partidos políticos para lograr un consenso-, reconoce que el punto más complejo es la disputa respecto al Estado social y las libertades. “Ya hemos manifestado nuestra posición y es una línea roja. Nosotros no estamos dispuestos a que la nueva Constitución sea más neoliberal que la actual en el sentido que consagre el mercado en el ámbito de los derechos sociales y que no se reconozca un principio que ellos mismos han valorado que es el Estado social democrático de derecho”, asegura.

¿En qué punto están, a su juicio, las negociaciones para llegar a un acuerdo? Usted acusó a la derecha de soberbia e intransigencia.

No están cumpliendo con el compromiso de asegurar el Estado social y democrático de derecho. Están incorporando elementos que restringen el debate democrático en el futuro como la propiedad sobre las aguas, que es una cuestión bien sensible en la ruralidad y la existencia de el mercado en el ámbito de los derechos sociales.

¿Eso sería lo único que está impidiendo alcanzar un acuerdo sobre las denominadas bases?

Tampoco han manifestado la voluntad de avanzar hacia un órgano electo democráticamente, con participación de indígenas y paridad.

¿En qué hay consenso?

Estado unitario, carácter democrático de la República, el respeto a los derechos y libertades fundamentales. El resto no son cosas tan importantes, que existan fuerzas de orden y seguridad pública.

Pero la discusión ahora se ha vuelto ideológica sobre el rol del Estado y los privados. ¿Ustedes no van a aceptar la denominación que plantea la derecha sobre estado social de derecho y libertades?

Es que no vamos a aceptar que la derecha invente conceptos que no existen en derecho comparado, es poco serio. Acá estamos hablando de derecho constitucional y no estamos disponibles para hacer cosas sin rigurosidad constitucional y poco serias.

¿No están dispuestos ceder, entonces?

Ya hemos manifestado nuestra posición y es una línea roja. Nosotros no estamos dispuestos a que la nueva Constitución sea más neoliberal que la actual en el sentido que consagre el mercado en el ámbito de los derechos sociales y que no se reconozca un principio que ellos mismos han valorado que es el Estado social democrático de derecho. De hecho, nosotros ni siquiera propusimos incorporar en los bordes el Estado social y democrático de derecho toda vez que pensamos que los bordes deben ser institucionales, pero la intransigencia de ellos los ha llevado a esta discusión, nos ha arrastrado a semanas de discusiones y llegamos a un punto de inflexión. Ellos tienen que aclarar a la ciudadanía si van a querer seguir avanzando o que presenten sus reformas constitucionales y nos vemos en el Congreso.

¿Y si la derecha insiste en ese punto, se van a restar del acuerdo?

No habría acuerdo toda vez que la derecha no cumple y no le es leal a sus propias declaraciones que hicieron públicas y que consagran lo que hoy estamos pidiendo.

Pero ellos no se comprometieron a como ustedes lo plantean...

Lo hicieron y lo han repetido varias veces lo del Estado social de derecho.

Pero algunos transmiten en privado que hay más acuerdo de lo que se dice y que cada sector está hablándole a sus bases con el objetivo de alinearlos y evitar un flanco interno. ¿Hay algo de eso?

No tengo claro cuál es el objetivo de ellos de dilatar, cuando también han manifestado la urgencia de los tiempos administrativos del Servel, que si no cerramos en octubre es poco posible de que el próximo año podamos tener una nueva Constitución. Ellos mismos lo han manifestado en esos términos. No veo ningún objetivo en querer dilatar más que el convencimiento de que su modelo ideológico es que el debe estar contemplado en la Constitución. Y eso es caer en el mismo error de la Constitución del 80 y en la misma lógica de Jaime Guzmán.

¿No fue un error de ustedes en acceder tan rápido a establecer bordes? El propio gobierno advirtió que estaban entregando mucho...

Nuestro único pecado ha sido creer en la palabra de ellos. Y eso en política es una virtud.

¿Pero y la inquietud del gobierno sobre el tema?

El gobierno ha tenido solo un rol de acompañamiento.

¿Solo la derecha tiene responsabilidad, entonces, y no hay un error en la estrategia de ustedes?

Me encantaría que no fuese así, que no fuese una especie de soberbia de la misma clase que hizo fracasar a la exConvención. Creerse dueños del 62% e imponer tus propios términos. Quisiera que no fuera así para poder avanzar.

Dice que deben cerrar un acuerdo a más tardar este mes. ¿Lo ve viable?

Si sigo sentando en la mesa es porque sigo pensando que es viable.

¿Y se podrían retirar de las negociaciones si la derecha  no cede en el punto?

En una negociación siempre existe la posibilidad de que se rompa la mesa, espero que esta no sea la ocasión.

¿Pero es el ánimo?

En lo absoluto. Nosotros vamos a empujar hasta el final, queremos un acuerdo y Chile merece un acuerdo.

¿Y hasta cuándo van a estar en tira y afloja?

Eso lo debe responder la derecha?

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