Edmundo González y el exilio en Madrid: una vida ligada al destierro
España ha jugado un rol clave en la historia de exilio del líder opositor venezolano que llegó a Madrid este domingo. Mientras su hija lleva una década allí, el excandidato presidencial también estuvo involucrado en el retorno al país de Felipe González a mediados de los años 70.
El exilio, palabra cargada de significación por el desarraigo de las tierras en que se nació, no es un concepto ajeno a Edmundo González Urrutia, el excandidato opositor que asegura haber ganado las recientes elecciones presidenciales de Venezuela. Hoy González vive en carne propia lo que su hija experimenta desde 2014, quien reside en España desde hace una década. Es también el país al que ayudó a retornar a Felipe González, en los inicios de la transición española, como diplomático del gobierno de Carlos Andrés Pérez.
Eran los años en que se iniciaba la transición a la democracia en España, a mediados de los 70, y el entonces Presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, diseñó el plan de regreso del dirigente socialista. En él, González Urrutia jugó un rol clave.
“Estaba en una misión en Ginebra, y el presidente Pérez también, en una visita oficial. En un momento, el canciller Escovar Salom me pide: ‘Pase por este hotel, lo esperará esta persona para que usted la haga abordar el avión presidencial porque se va para su país. Usted lo busca y se lo lleva’”, rememoró el propio Edmundo González en el periódico El País. Se trataba nada más y nada menos que de Felipe González, quien luego oficiaría como jefe de gobierno de España entre diciembre de 1982 y mayo de 1996.
Y continuó: “Eso hice: me le presenté, vi quién era. Lo metí por la parte de atrás del avión y lo llevamos a España. Al bajarnos en Barajas, el presidente Pérez le dijo a Adolfo Suárez, en tono de broma: ‘Aquí le traigo un polizón’. Así llevé a Felipe de regreso a su país”, describió a la prensa española.
A finales de agosto, Felipe González llamó al Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, un “tirano”, dejando en claro su postura al respecto. “Yo no llamo dictadura al comportamiento de Maduro, le llamo algo más que dictadura. Es una tiranía. Porque las dictaduras, que son todas abyectas, tienen reglas, y Maduro es un tirano que no respeta ni sus propias reglas”, declaró a EFE.
Una familia separada
Las razones que podrían explicar la elección de España como el destino de quien la oposición venezolana considera como el legítimo presidente podrían ser muchas. Que su larga carrera diplomática y los contactos que generó en su estancia como embajador en Argelia, Túnez y Argentina, que su papel en el retorno del exsecretario general del PSOE a España o, quizá la más probable de todas, la presencia de familia directa en la capital ibérica.
Es allí donde, desde 2014, reside Carolina González, una de las dos hijas que el exdiplomático tiene con su esposa, la odontóloga Mercedes López. Como muchos otros venezolanos -se estima que más de 7 millones han dejado el país, ya sea por razones políticas o económicas-, la hija de González Urrutia decidió alejarse del turbulento panorama del país tras contraer matrimonio, explicó al periódico español El Mundo en su primera entrevista a medios locales.
“Emigré en el año 2014, a los pocos meses de casarme, motivada por una oferta laboral de mi esposo en Madrid, en donde hemos vivido desde entonces. Mi abuela materna era vasca. La cultura española siempre ha estado muy presente en nuestra casa. Para mí era normal pensar en España como un país donde podríamos establecernos tanto a mediano como a largo plazo”, explicó entonces.
Si bien no era perseguida políticamente, como sí ocurre con su padre, decidió salir en busca de “libertad, seguridad, más oportunidades de trabajo, y una muy buena calidad de vida. Era todo lo que una pareja recién casada buscaba”, añadió. La última vez que se vieron padre e hija fue en marzo de este año, pero esta asegura que hablan todos y varias veces al día desde siempre, incluso antes de que convencieran a Edmundo González de emprender la carrera presidencial que ni María Corina Machado ni Corina Yoris pudieron llevar adelante por decisión de las autoridades electorales venezolanas.
En agosto de este año, el exdiplomático de 75 años compartió un sentido mensaje en redes sociales dedicado a quienes salieron del país y, de paso, a su hija Carolina. “En cada rincón del mundo tenemos a nuestros hijos, nietos, familiares y amigos. Aquí estamos trabajando para que todos vuelvan y construir un gran país. Te amo, hija, y cada día está más cerca nuestro reencuentro. ¡Viva Venezuela libre!”, escribió en Instagram, junto a un video en el que hablaba a su nombre durante una manifestación política de venezolanos.
En la entrevista realizada a fines de agosto por El Mundo, Carolina González López apuntó a que desde que se radicó en el país europeo ve “cómo Venezuela cada vez se acerca más a una muy cruel dictadura. A esto habría que sumarle el deterioro de su economía, las infraestructuras, la educación, la salud, los servicios básicos, la inseguridad, el aumento vertiginoso de presos políticos, la censura en los medios, la falta de oportunidades para los jóvenes, entre otros aspectos”.
Su hermana mayor, Mariana, sigue en Venezuela, “resistiendo”, declaró. Tanto ella como su esposo e hijos viven y hacen su vida en Caracas, lo que, previo a la salida de su padre, agradeció, pues así no están solos en la capital venezolana.
En dicha entrevista, la hija de González Urrutia ya expresaba su temor ante las amenazas del chavismo de apresarlo por declararse vencedor de las elecciones, que le valieron una orden de detención y todo el operativo que este fin de semana lo sacó del país.
“Claro que tengo miedo, pero todos los días pido a Dios que no permita que eso (que sea encarcelado) suceda. Creo que hoy en día en Venezuela todos tienen temor a ser apresados por el nivel de represión que estamos viendo. En estos días se acaba de crear por ley el Consejo Nacional de Ciberseguridad. Cualquier persona que tenga mensajes o conversaciones en su móvil que manifiesten su apoyo a la oposición está en una posición de riesgo de sanciones legales que le pueden llevar a la detención. Eso es todo lo contrario a una democracia”, planteó a El Mundo.
También descartó el haberse sentido perseguida o vigilada por la administración de Nicolás Maduro, y adelantó que se habían contactado con ella “varias personas que ocupan cargos públicos en España para brindarme mensajes de apoyo y solidaridad”.
Tras semanas de mantenerse en la clandestinidad, y luego de estar refugiado en la Embajada de Países Bajos en Caracas hasta el jueves, las tratativas secretas con el gobierno de España finalmente lo sacaron de Venezuela en un avión de la Fuerza Aérea. Según el periódico El País, el jueves fue trasladado a la residencia del embajador español, y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero habría jugado un papel clave en las gestiones para su salida, aunque el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, no ha confirmado si el expresidente intervino en la salida del candidato opositor de Caracas. “El expresidente Zapatero ha desempeñado desde hace muchos años un papel positivo para la liberación y salida de muchos detenidos políticos”, se limitó a decir en una entrevista con ese medio.
Si bien en España aseguran que el propio Edmundo González solicitó el asilo, fuentes al tanto de las conversaciones citadas por el mismo medio aseguran que “todo esto llega de una negociación en la que han participado incluso los hermanos Rodríguez, Delcy (la vicepresidenta de Venezuela) y Jorge (presidente de la Asamblea Nacional), los operadores políticos más cercanos al presidente Maduro”. Sin embargo, Albares aseguró que “no ha habido ningún tipo de negociación política entre gobiernos”.
Según trascendió en la prensa local, se espera que este jueves se reúna González Urrutia con el Presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, quien se encuentra en gira en China. Así lo confirmaron fuentes del Ejecutivo a la Agencia EFE, durante este lunes.
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