El Bravo toreador pone en aprietos a Reinaldo Rueda

Claudio Bravo sumó anoche su segundo partido por la Selección en el proceso de Reinaldo Rueda. Nuevamente, sin la jineta de capitán que llevó sin discusión durante una década y, otra vez también, intentando establecer que no requiere del brazalete para erigirse como uno de los líderes en el todavía convulsionado vestuario de la Roja. Al menos en el estable, pues está claro que la última convocatoria del caleño perseguía brindarle al arquero un ambiente más cómodo para la reinserción. Sin Arturo Vidal ni Gary Medel como una contraparte eventualmente dispuesta a enfrentarlo por las declaraciones de su círculo íntimo respecto de la indisciplina del volante del Barcelona en el fallido intento por llegar al Mundial de Rusia 2018.

La nueva versión de Bravo es la del toreador. Del que está dispuesto a mostrarse valiente incluso ante la aparente ferocidad del enemigo que tenga enfrente, como si estuviera en una plaza frente a una fiera. La de quien espera el ataque para enfrentarlo o eludirlo con habilidad o con destreza. La definición también puede ocuparse como verbo. Torear es lo que ha hecho el  guardameta después de los partidos ante Argentina y Honduras. Primero intentando transmitir que su rol en el plantel está intacto, una afirmación que desde ya puede discutirse en virtud del nuevo orden del vestuario, con Medel como capitán. Y luego animándose a pedir el retorno al combinado de Marcelo Díaz, otro de los que el núcleo que asumió el control del plantel en la ausencia del vilucano cuestiona.

Bravo parece medir, incluso, el efecto de sus intervenciones. Después del partido, el arquero fue consultado acerca del reencuentro con Vidal y Medel. Hábilmente, a sabiendas de que sus palabras estaban siendo escuchadas en todo Chile, el guardameta incluye en el pack el retorno del volante de Racing. "Seguir levantando polémicas no es lo más sano. Para clasificar al Mundial, necesitamos de todo el mundo. Te olvidaste de un jugador que es Díaz, que es muy valioso e importante", manifiesta. También habla de la capitanía. Dice que la decisión es de Rueda. "Creo que es solamente un distintivo. La faceta que le corresponde a cada uno está más que clara siempre", insiste respecto de la ascendencia sobre sus compañeros. La expresión de deseo que cierra la reflexión pone, adicionalmente, en entredicho la autoridad de Rueda, el encargado de definir la lista: "Es un gran jugador y me gustaría tenerlo acá", dice respecto de Carepato.

Rueda respondió en la conferencia de prensa que ofreció después del duelo: "Ese es el trabajo que yo tengo que desarrollar. Vamos a seguir en estas convocatorias en estos juegos camino a marzo y tomaré las mejores decisiones por la Selección. Pasará por quienes están dispuestos. Siempre uno quiere presentar la mejor nómina".

Eso sí, no ha sido la única vez que los referentes del combinado nacional han pedido convocatorias. Ya lo hicieron Arturo Vidal, antes de la Copa Centenario, cuando imploró por el retorno de Jorge Valdivia; Mauricio Isla, en diciembre del año pasado, cuando solicitó a Bravo, Díaz y Valdivia. Incluso Alexis Sánchez -poco dado a hablar- solicitó la convocatoria de Valdivia, en 2016. "Me hace falta, es un jugador fundamental", dijo. En 2014 también abogó por el retorno de Matías Fernández y Valdivia. "Me retraso porque el balón no me llega. Se extraña a Valdivia, como a Pizarro y Fernández", añadió respecto de una función huérfana y que lo obligaba a retroceder en el campo para tener el balón.

Que Bravo mencione a Díaz tampoco resulta casual. El quiebre de la Banda Pitillo, esa colectividad que parecía infranqueable que integraban el golero, Vidal, Medel, Gonzalo Jara, Jean Beausejour y Jorge Valdivia, lo obliga a buscar nuevos aliados. Sobre todo después del anunciado retiro del carrilero izquierdo y la cada vez menos cierta posibilidad de que el Mago vuelva a ser considerado por Rueda, por el factor etario.

Hay un gesto del mediocampista de Racing del que Bravo se siente en deuda. Cuando sufrió la rotura del tendón de Aquiles izquierdo en el entrenamiento del City, en agosto de 2018, Díaz fue el único miembro del plantel que había obtenido el bicampeonato de América que salió públicamente a respaldarle. "Mucha fuerza y ánimo. Que tengas una pronta recuperación. No me cabe duda que te recuperarás y seguirás dando pelea en el arco como siempre lo hiciste", fue la frase que le dedicó en su cuenta en Instagram. Lo acompañó de una foto de ambos en un partido por la Roja. Ambos coincidieron, también, en el lanzamiento de Mi Amigo Alexis, la película en la que participó Alexis Sánchez, uno de los que ha optado por mantenerse al margen de la controversia, en la línea del perfil que cultiva no solo en la Roja, sino también en sus equipos: la de la introspección.

En la redistribución de fuerzas en el camarín de la Roja, Vidal y Medel adelantaron trabajo y, aprovechando la ausencia de Bravo, reclutaron el apoyo de los jugadores de los futbolistas de la UC, como Edson Puch, José Pedro Fuenzalida y Francisco Silva, entre los que suelen ser considerados habitualmente. Díaz es, naturalmente, cercano a los jugadores provenientes de Universidad de Chile, como Charles Aránguiz y Eduardo Vargas, a los que puede sumarse también Mauricio Isla. Ese subgrupo, en todo caso, ha optado por mantenerse al margen de la disputa.

Lo que está claro es que el encuentro está cada vez más cerca de producirse. La próxima fecha es en octubre. Aunque no están confirmados los rivales, la intención de la ANFP es que los próximos encuentros se disputen en Europa, lo que es concebido como una forma para reducir las opciones de restarse. En esa fecha, Rueda pretende reunir a Bravo con Vidal y Medel. Y dejar atrás bravatas y toreos para enfocarse en el verdadero objetivo: comenzar de la mejor forma las Eliminatorias para el Mundial de Qatar.