El desgaste y la ambición de dar un salto: Las explicaciones a la osada apuesta de Garin de cambiar de técnico
El mánager del tenista apunta las razones profesionales de la separación con Andrés Schneiter, quien lo llevó al top 20. Además, detalla el perfil del nuevo estratega. "Lo ideal es tener en unas tres semanas al nuevo entrenador", anticipa.
Cuatro títulos (uno de ellos, un ATP 500) y un ascenso de 141 puestos. Del 159 al 18 en menos de dos años. Ese fue el legado en cifras de la relación entre Christian Garin y el entrenador Andrés Schneiter, conocido en el ambiente como un “carpintero de tenistas”. Según una reflexión del exjugador argentino Edgardo Massa: “Un tipo que recibió troncos de madera y entregó refinados muebles lustrados”, en alusión a la gran cantidad de competidores que llevó desde del circuito challenger a la élite del Tour. En el caso del chileno, tomó a un jugador de gran potencial, pero que no había logrado su explosión.
Después de quedar eliminado en la tercera ronda en Roland Garros, algo no estaba cuadrando. Tras su derrota en esa instancia frente al ruso Karen Khachanov, Gago confesó que no estaba bien: “Llevo casi cinco meses fuera de la casa y creo que se me está notando un poquito esa sobrecarga de emociones, de físico y hoy se vio demostrado. Lástima que haya sido aquí en esta semana, pero creo que independiente de los resultados, me siento sin la energía para competir a este nivel y hay que ver qué decisión hay que tomar”.
En esa misma jornada, su entrenador se enfrascaba en Instagram con todo aquel que criticara a su pupilo. Incluso, con los que le “sugerían” un cambió de entrenador. Luego, Garin fue borrándose de algunos torneos, como Cerdeña y Amberes, cerrando la temporada en el ATP 500 de Viena y el Masters 1.000 de París, donde, según su entorno, tiene la intención de competir, más allá de que esté sin un cuerpo técnico. De hecho, viaja este miércoles a Europa en compañía del fisioterapeuta Cristián Madariaga.
En los días siguientes, Garin regresó y no hubo mayores noticias sobre él, salvo que se había borrado de los torneos en Italia y Bélgica. No obstante, la tarde del sábado, el actual número 21 del mundo remeció al ambiente tenístico anunciando su separación del entrenador. “Después de más de 2 años de trabajo juntos, el Gringo y yo hemos decidido tomar caminos distintos para la temporada 2021. Estoy muy agradecido por todo lo que Andrés ha hecho por mí, me ha enseñado mucho durante este tiempo y el trabajo realizado ha dado sus frutos, ayudándome a alcanzar el top 20. Te deseo muchísima suerte en tus nuevos proyectos!”, fue el mensaje que colgó el tenista en su cuenta de Instagram.
Por la misma vía, Schneiter le respondió al día siguiente. “Gracias por elegirme para acompañarte estos 2 años, por los buenos momentos y los logros obtenidos! Respeto tu decisión y te deseo lo mejor en esta nueva etapa de tu carrera!”, dejando en claro que la determinación fue unilateral. Al ser consultado por La Tercera, el transandino prefiere no entrar en detalle: “Tienen que hablar con Christian y que les explique. Es más fácil. Disculpen, pero a mí no me gusta hablar en estos casos”.
En el entorno de ambos, lo que más se repite es la palabra “desgaste” como la causa de la separación entre ambos. David Tosas, mánager del chileno entrega más luces de lo sucedido. “A Christian le costó muchísimo tomar esta decisión, pero esto tiene que ver con un tema estrictamente profesional, porque a nivel personal el Gringo es una persona excelente, además de ser un magnífico entrenador. Pero en este momento, siente que necesita un cambio”, explica.
El agente del chileno comenta que ya están avanzando en las opciones para contratar al nuevo técnico, aprovechando el fin de año y que usualmente se generan muchos movimientos en esta materia. “Estamos barajando alternativas y Christian va a ser el que tenga que elegir con el que crea con el que siente un mayor feeling y que encaje con su tenis y mentalidad. Lo importante es que él se sienta cómodo y por eso tiene que ser un entrenador que cuente con experiencia y que le entregue algo distinto para que pueda seguir creciendo en el circuito”, describe.
Una de las deudas del nacido en Arica está en los torneos de envergadura. Su mejor resultado en Masters 1.000 son los cuartos de final alcanzados en París, mientras que a nivel de Grand Slam, su mejor actuación fue la tercera ronda conseguida en el último Roland Garros. Y esa será una de los desafíos que tendrá el nuevo coach.
Los plazos son acotados, ya que el calendario está lejos de ser holgado para organizar la planificación. “Lo ideal es tener al nuevo entrenador de aquí a unas tres semanas, porque hay que planificar rápido la pretemporada y porque hay que estar en Australia entre el 8 y el 14 de diciembre por las cuarentenas. Estamos viendo la posibilidad de hacer la pretemporada en Miami, pero va a depender del nuevo entrenador. Pero lo cierto es que no queda mucho tiempo, porque ya hay que estar viajando a Australia", detalla.
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