El duque de Norfolk, el aristócrata que lleva 20 años organizando el funeral de Isabel II

El deber de organizar el funeral de la Reina Isabel II recae en un duque, que por obvios motivos nunca ha tenido la ocasión de preparar un evento de tal escala e importancia: su nombre es Edward Fiztalan-Howard, y heredó de su padre el ducado de Norfolk el año 2002. Desde entonces, contó el diario The Times, ha tenido en la mira el evento que tendrá lugar este lunes al mediodía en Reino Unido.

También conocido como conde mariscal, el duque de Norfolk es responsable de organizar la apertura de las sesiones del Parlamento británico, en las que el monarca da un discurso a los legisladores todos los años. Junto con el funeral de Estado, el duque es también responsable de organizar la ascensión y coronación de los nuevos monarcas: una tarea que tendrá que realizar por primera vez.

El funeral de la Reina Isabel II ha estado siendo organizado por Fitzalan-Howard durante casi 20 años. “Es un poco aterrador”, confesó a The Times el conde mariscal, que es el decimoctavo en ocupar el puesto de duque de Norfolk: “Pero hay que estar ahí para la ocasión. Tengo un equipo increíble, pero al final del día la responsabilidad es mía”.

Según medios británicos, el duque ha supervisado eventos como la apertura del Parlamento con “mezcla de estilo, sincronización, precisión absoluta y gran humor”, aunque también se han criticado estas ocasiones por “pomposas”. Desde el siglo XVI, el título de conde mariscal tiene autoridad por sobre los nobles del rango “reyes de armas”, los heraldos y los perseguidores del Colegio de Armas, el organismo regulador de la heráldica británica.

En 1936, recayó en los duques de Norfolk la posición de condes mariscales, por lo cual el abuelo de Edward Fitzalan-Howard fue responsable por la coronación de la Reina Isabel II en 1953, así como el funeral de Estado que se le dio a Sir Winston Churchill en 1965. Asimismo, supervisó la investidura del hoy Rey Carlos III como príncipe de Gales en 1969.

Los Fitzalan-Howard son una de las familias aristocráticas más antiguas de Reino Unido, con un linaje que puede trazarse hasta los años del rey Eduardo el Confesor, que fue monarca entre 1042 y 1066. Hoy por hoy, el duque vive en una residencia antigua, el Castillo de Arundel, al oeste de Sussex: un palacio que domina el río Arun, y que data del siglo XI, siendo desde entonces el hogar de los duques de Norfolk.

Edward, el duque actual, tomó el título en 2002, luego de la muerte de su padre. “Teníamos reuniones anuales en el salón del trono, en el Palacio de Buckingham. En un principio éramos 20 personas, pero para abril de este año fuimos 280″, comentó el conde mariscal.

Fitzalan-Howard se educó en el Ampleforth College, para luego estudiar en el Lincoln College, Oxford. Su hermano, lord Gerald Fitzalan-Howard, vive en otra residencia de la familia, las Carlton Towers en North Yorkshire. Él y su esposa, Emma, protagonizaron la miniserie de ITV Keeping Up with the Aristocrats (“Poniéndose al día con los aristócratas”).

El funeral de la Reina Isabel II se realizará en la Abadía de Westminster, que tiene capacidad para dos mil personas. Desde ahí, el féretro de la reina va a ser llevado a la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor. La monarca va a ser enterrada ahí, en el mismo lugar donde descansan los restos de Felipe de Edimburgo, su esposo. El conde mariscal también jugará un rol en la declaración del nuevo soberano, donde se ubicará de pie en el balcón de Frias Court, en el Palacio de St. James.

Mientras que el duque de Norfolk está a cargo del funeral de Isabel II y de la futura coronación del Rey Carlos III, la llegada del féretro de la monarca al Westminster Hall, en Londres, fue supervisada por el Lord Gran Chambelán, David George Philip Cholmondeley, que entre otras cosas caminó por delante de los portadores del ataúd durante la procesión.