El rencor de los jugadores cercenados por el Maracanazo: "Nos liquidó; pudimos ser una verdadera Generación Dorada"
Las sanciones que recayeron sobre Chile después del episodio del 3 de septiembre de 1989 no solo afectaron a los involucrados directos. La FIFA dejó a Chile fuera del proceso clasificatorio a Estados Unidos 1994, lo que perjudicó a un grupo de futbolistas que consiguió importantes logros en sus clubes.
"Pudimos ser la verdadera Generación Dorada". El lamento de Gabriel Mendoza toma sentido en cada palabra que agrega el lateral derecho, bastión de la campaña en la que Colo Colo logró la Copa Libertadores de 1991. El oriundo de Graneros es uno de los símbolos del grupo de jugadores que vio cercenadas sus opciones de alcanzar figuración internacional con la Selección como consecuencia del Maracanazo rojo, la farsa que Roberto Rojas protagonizó en el mítico recinto de Río de Janeiro mientras se disputaba el último partido de las Eliminatorias para Italia 90. El Cóndor no fue el único castigado por la FIFA. El dictamen de la entidad afincada en Zúrich incluyó un acápite lapidario para un contingente completo: Chile también quedaba excluido de la posibilidad de disputar las Eliminatorias para Estados Unidos 1994.
"Todos los jugadores de Colo Colo 1991 nos vimos perjudicados. Y no solo nosotros. Esa fue una generación exitosa. Si revisas los resultados internacionales que los clubes obtuvieron en esa época, vas a advertir que Universidad Católica llegó a la final de la Libertadores en 1993 y que Unión Española también avanzó bastante, con Nelson Acosta en la banca. La base era la selección juvenil del 87, que se perdió en gran parte. Algunos nomás llegaron hasta el 98, pero la mayoría pagó las consecuencias. Hubiésemos hecho grandes cosas. Éramos respetados a nivel internacional. Teníamos 21, 22, 23 años. Pudimos hacer cosas de nivel mundial", se lamenta el carrilero.
La decepción se transforma paulatinamente en algo parecido al rencor. "Hay cierto resquemor por lo que hizo. No se puede negar eso. Provocó que uno no pudiera cumplir un sueño de niño, que es jugar un Mundial. O al menos intentarlo. A varios se nos cortó el sueño por su culpa", enfatiza.
Ni siquiera el enérgico castigo que recibió Rojas disminuye la sensación. "Uno puede decir que el Cóndor fue uno de los mejores arqueros, pero aunque pagó muy caro por su error, no se dio cuenta de lo que nos produjo. Nos liquidó, claramente. Soy uno de los grandes afectados. Sin duda alguna, hubiese sido titular indiscutido en esa Selección", se lamenta Mendoza.
Un grupo potente
A Patricio Mardones le cuesta ser categórico para referirse al exguardameta. Compartió varias veces las concentraciones con Rojas. También lo considera un artífice de la campaña que terminó en el subcampeonato de América en 1987. Eso sí, coincide en que se perdió un grupo de futbolistas privilegiados. "Era un grupo potente, de una edad ideal para competir, que ya tenía una cierta cantidad de partidos, de torneos internacional. Ya estaba Zamorano en el más alto nivel, Rubio en Italia. En Chile, Jaime Pizarro y Mario Lepe también destacaban. Era una generación potente en calidad de jugadores y que tenía mucha variedad. Lamentablemente, se perdió", dice el ex volante de Universidad Católica y Universidad de Chile, quien no había sido considerado por Orlando Aravena para esa fatídica jornada en Río de Janeiro.
"Fue lamentable para muchos, por no haber podido jugar un Mundial. Yo estaba en Suiza cuando pasó todo esto y cuando lo supe, me impacté, como todos. Coincido en que se trataba de una generación que consiguió resultados importantes y que no tenía el mismo marketing con el que cuentan los cuentan los jugadores actuales, que no digo que esté mal, pero eran otros tiempos. En ese tiempo, había menos opciones de salir y aún así en Chile hubo equipos que fueron competitivos a nivel internacional, como Colo Colo o la UC, por mencionar a los que llegaron más alto", agrega Mardones.
La revisión del listado de jugadores que se quedaron sin poder disputar siquiera la chance de clasificar a Estados Unidos es amplia y repleta de talento. Nombres como Patricio Toledo, Miguel Ramírez, Mario Lepe, Luis Musrri, José Luis Sierra, Jaime Pizarro, Marcelo Vega, Marco Antonio Figueroa, Richard Zambrano, Rodrigo Barrera, Cristián Montecinos o Fabián Estay pudieron perfectamente encabezar ese proceso. Ya en el plano de la ficción, se puede perfectamente armar una oncena competitiva: Toledo; Mendoza, Ramírez, Vilches y Margas; Parraguez, Lepe; Estay, Sierra; Figueroa (Montecinos) y Zamorano.
Ramírez, Musrri, Sierra, Vega, Barrera y Estay pudieron disputar, en 1998, el Mundial de Francia. Sin embargo, también se quedaron sin opciones de escribir una historia mucho más gruesa.
"Hay un montón de generaciones que se vieron afectadas. A los que les quedaba un poco, los que estaban empezando, pero tenían condiciones, nosotros. Es duro, difícil, saber de antemano que no se tenía chance de pelear por ir a un Mundial o enfrentarse con los mejores de Sudamérica. Eso te corta una carrera. No era muchos los que jugaban fuera. La vitrina terminó siendo la Libertadores. En mi caso fue así. Lo que quería en esa época era llegar lo más alto posible y los clubes también te dan chance, pero jugar las Eliminatoria te da otro plus. No hubiese jugado en Colombia, sino en otro lado", concluye Montecinos.
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