El gesto de Claudio Orrego a la DC: ficha a dirigente democratacristiano como jefe de gabinete
Desde la semana pasada, Joaquín Orrellana, militante de la Democracia Cristiana, está dentro del círculo más íntimo de colaboradores del gobernador. En la Falange lo interpretan como una señal que ayuda a "dar vuelta la página" tras varios episodios tensos entre la autoridad regional y la colectividad.
Han pasado más de 800 días desde que el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, renunció a la Democracia Cristiana (DC), partido en el que militó por más de 33 años. Pero sus caminos volvieron a encontrarse.
La semana pasada, la autoridad regional fichó a Joaquín Orellana, militante DC, como su nuevo jefe de gabinete, en reemplazo del socialista Felipe Barnachea.
Anteriormente, el politólogo se desempeñó como jefe de gabinete del presidente de la DC, el diputado Alberto Undurraga. También como director ejecutivo del Centro Democracia y Comunidad (CDC), el principal centro de estudios de la Falange.
Cuando asumió el cargo en el CDC, en mayo del año pasado, Orellana dio una entrevista a este medio. En esa ocasión, él planteó que “el ethos democratacristiano está presente en la sociedad. La idea de gradualidad, de reformas con responsabilidad, que muchas veces no son de lo más populares para el discurso público, están súper presentes”.
El nombramiento es valorado en parte de la DC, pues anhelaban que uno de sus filas llegara al círculo más cercano del gobernador. Esto en consideración de que, en su primer período como autoridad regional, fue electo como militante democratacristiano.
De hecho, la ausencia de militantes DC en su entorno fue uno de los argumentos que durante el año pasado levantaron en el partido para poner en duda el respaldo a su candidatura por la reelección. Algunos militantes incluso evaluaron competir contra él por la gobernación con una carta propia, y barajaron nombres como la exsenadora Carolina Goic, Rodrigo Albornoz y Nicolás Preuss.
Las relaciones entre Orrego y la DC quedaron particularmente tensas en abril del año pasado, luego de que él aceptara competir por la reelección a través de un cupo de la colectividad y después echara pie atrás y comenzara a recolectar firmas para llegar a la papeleta como independiente. Algo que finalmente logró con más de 26 mil respaldos ciudadanos.
Pese a su incripción como independiente, la DC optó por respaldarlo institucionalmente. Algo que terminó por levantar reparos en la militancia. “Él (Orrego) se fue de la DC, no puede tener los privilegios de alguien del partido”, reclamó el senador Francisco Huenchumilla en ese período. “Debiésemos tener un poco más de dignidad”, lamentó el diputado Ricardo Cifuentes.
Orellana se incorpora al equipo de Orrego en momentos en que el gobernador es visto como una alternativa presidencial por algunos dirigentes del oficialismo, como el vicepresidente socialista Arturo Barrios y el expresidente de la Juventud Socialista Allan Álvarez.
Aunque el exmilitante DC ha dicho que una carrera presidencial no está en sus planes, y ha enfatizado que su único interés -por el momento- es ser gobernador de Santiago, hay dirigentes que no pierden la esperanza en que puedan convencerlo, pues, consideran, no hay otras cartas lo suficientemente fuertes en la centroizquierda como para hacer frente a las candidaturas de la derecha.
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