Entre escombros y olor a quemado: así amaneció el centro de Santiago

La comuna de Santiago ha sido el epicentro de las principales manifestaciones en la Región Metropolitana. Las más masivas. Cacerolas, pancartas y gritos se han visto por la capital, tal como en los distintos extremos del país. Sin embargo, no todo ha sido pacífico. Anoche, en un largo tramo de la Alameda, entre Plaza Italia y la Iglesia de San Francisco, se volvió a repetir una imagen que algunos pensaban haber dejado atrás, de fuego, barricadas y violentos ataques al comercio.

Mientras los manifestantes eran dispersados por las Fuerzas Especiales de Carabineros, grupos de encapuchados comenzaron a levantar barricadas con lo que encontraban. Sillones, semáforos y el techo de los paraderos fueron algunos de los materiales utilizados.

Una de las imágenes que se vio ayer fue como un deja vú de lo ocurrido hace ya más de una semana. El acceso principal a la estación Baquedano comenzó a arder y se temió una nueva quema al interior de Metro, que finalmente no ocurrió.

Hoy, sin embargo, con la luz del día, el panorama era desalentador. Escombros y más escombros se anteponían a la reja que impide que las personas ingresen a ese lugar.

Felipe Alessandri, alcalde de la comuna, expresó que "estamos muy golpeados, este nivel de violencia no lo habíamos visto nunca y además afecta a la gente más vulnerable".

Agregó a Radio Cooperativa que "esto parece un campo de guerra, no lo podemos tolerar".

En el sector ya no hay semáforos, y en la plaza solo una fuente de soda permanece abierta. También lo está un quiosco, de los pocos que ha podido vender durante este periodo.

Patricia Cortez tiene ese local desde hace 40 años. Dijo que siente pena y rabia. "Me da impotencia no poder hacer nada. Es horroroso esto. No hemos podido vender tranquilos".

La locataria expresó que "lo que pide la gente está bien, pero no que destruyan el país". A eso suma que todos los días duerme preocupada de que no le incendien su fuente de ingreso.

Casi tres kilómetros más allá, el acceso a la estación Santa Lucía del Metro también fue atacado. A eso se sumó un local comercial de gran envergadura que terminó completamente consumido por las llamas.

Hoy el sector no amaneció tranquilo. Muy lejos de eso. Cercado con una cinta municipal que alerta peligro y evita que los transeúntes se acerquen, los escombros arrumados en las esquinas mostraban una realidad terrible vivida hace menos de 24 horas. Bomberos ya había apagado las llamas, pero estaban abocados a realizar las labores de investigación correspondientes. Labocar de Carabineros también.

Mientras caminaban a sus lugares de trabajo y otros ya a manifestarse en Plaza Italia, las personas se detenían en el edificio esquina ubicado en la Alameda con Av. Santa Rosa. Algunos sacaban fotos, otros comentaban lo ocurrido. Otros también se tapaban con pañuelos la nariz.

Una mezcla entre olor a gas lacrimógeno e incendio parecía impregnar el centro de la capital.

Guillermo Garrido tiene un local en San Isidro con Bernardo O'Higgins desde hace once años y comentó que su situación y la de muchos es de incertidumbre. "Nada se sabe hasta el momento y nos provoca una inseguridad terrible. Tenemos que cerrar con el miedo de que puedan saquear el local", señaló.

El alcalde Alessandri informó además que todo el eje Alameda, los barrios Lastarria, Parque Forestal y San Borja están "completamente destruidos".