Es la brasileña: ISP dice que variante “P.1″, doblemente más contagiosa que la original, es la que más circula en el país
A partir de la secuenciación genómica que realiza el Instituto de Salud Pública, entre diciembre y fines de mayo pasado la variante brasileña P.1 se volvió predominante. Se trata de una cepa con mayor capacidad de evadir la respuesta inmune de infecciones previas y, en parte, de las vacunas. El linaje C.37, o "variante andina", se ubica a continuación, pero no ha demostrado ser de preocupación.
La primera vez que se encendieron las alarmas fue el 29 de diciembre, a fines del año pasado. Ese día, la subsecretaría de Salud Pública, Paula Daza, anunciaba la llegada de la variante B.117 del Covid-19 o “británica”, como se le conoce. Y el antecedente de este nuevo linaje del virus no era auspicioso: “Se trataría de una variante de mayor contagiosidad”, señaló Daza en ese entonces. Sin embargo, esta no sería la única “cepa” del virus de preocupación que se pesquisaría en los siguientes meses.
A la fecha, y acorde a los datos del Instituto de Salud Pública (ISP), en el país ya se han secuenciado 75 linajes o variantes en las 1.882 muestras analizadas en el territorio nacional, sumadas a las 780 muestras tomadas en el aeropuerto.
Y de las 10 variantes de preocupación establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), siete ya han sido identificadas en Chile, en las muestras pesquisadas en el terminal aéreo: B.117 (Reino Unido), B.1.427 (California), B.1.525 (Nigeria), B.1.351 (Sudáfrica), B.1.526 (Nueva York), P.2 y P.1 (Brasil).
La circulación de esta última, acorde al análisis del ISP -al que accedió La Tercera PM- se ha vuelto predominante en el país en un lapso de 21 semanas epidemiológicas. Le sigue el linaje C.37 o “variante andina”, como fue denominado este hallazgo por científicos de Perú. Sin embargo, esta mutación del virus no es calificada por la OMS como de preocupación, aunque los investigadores peruanos autores del hallazgo señalan que podría estar asociada a un aumento de casos en Perú y Chile.
Así, la variante P.1 -según los primeros estudios- sería doblemente más transmisible que la cepa original y tendría cierta capacidad de evadir la respuesta inmune de infecciones previas y de las vacunas.
Un estudio preliminar elaborado en Brasil, junto a investigadores de España, EE.UU. y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), puso a prueba a CoronaVac, la vacuna más utilizada en el país, frente a la cepa P.1. Así se determinó que esta cuenta con un 42% de efectividad general en los mayores de 70 años, siendo mayor la efectividad en los individuos de 70 a 74 años (62%) y menor en los mayores de 80 (28%).
El director (S) del ISP, Heriberto García, explica que “en el caso de la variante P.1 ya se ha demostrado que tiene mayor capacidad de que la proteína spike se adhiera a las células, entonces frente a eso efectivamente en personas no vacunadas las posibilidades de contagio son mayores. De la C.37 hay indicios de que podría ser más contagiosa, pero aún está siendo estudiada. Hemos visto que ambas, la P.1 y la C.37 han sido neutralizadas por la vacuna”.
Sin embargo, García explica que “hay que tener la alerta de que las variantes se producen a medida que la gente se contagia más. Si la gente se contagia menos, las variantes circulan menos. En Chile no hemos detectado la variante india (Delta), nosotros secuenciamos lo que llega por el aeropuerto, pero si entrara, Chile tiene definido que las personas tienen que aislarse, por lo tanto, estamos evitando que la variante se propague. Hay que tener claro que de la variante india hay secuencias ya en Latinoamérica: en Perú, Argentina y Brasil”.
Frente a una eventual llegada de nuevas variantes, el director del ISP asevera que si bien “Chile está aislando a todas las personas y se debe cumplir cinco días de hotel sanitario, eso ayuda mucho a detener el ingreso de variantes, pero no hay que olvidar ciertas actividades como el comercio. Seguimos recibiendo productos del extranjero (importaciones), por lo tanto, asegurar 100% que no va a llegar una variante es imposible, lo importante es que si llega no se propague o se propague muy poco, que podamos controlarlo”.
¿Por qué predomina?
La epidemióloga María Teresa Valenzuela explica que la predominancia de esta variante tiene varios factores. Uno de ellos es la cercanía con Brasil, que permitió que en un inicio ingresaran en mayor proporción los viajeros -principalmente chilenos- provenientes de dicho país. Y dadas sus características de mayor adherencia de la proteína spike, “una vez que ingresó a Chile fue muy difícil poder controlarla por la alta transmisibilidad”.
Valenzuela añade que, además, el virus “busca” contagiar a los susceptibles, lo que ha expandido los casos en personas más jóvenes o que no se habían contagiado durante la primera ola con los linajes originales del virus. “Justamente ha afectado a la gente más joven, la que más circula. Ha infectado a quienes aún no han recibido sus dos dosis de vacuna”.
El académico Usach Claudio Castillo asevera que han fallado las medidas de salud pública para poder contener el ingreso de variantes. “Lamentablemente, las medidas de contención de ingreso de variantes desde el extranjero han sido muy tardías y poco efectivas, junto con ello la capacidad de secuenciar genómicamente los resultados positivos se ha incrementado más lentamente de lo que el desafío requería, y no hemos visto que, por ejemplo, se generen medidas especiales para brotes originados por variantes de interés. Es de esperar que ahora se tomen medidas más efectivas para evitar ingreso y circulación de la variante delta”, concluye.
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