Final electrizante en EE.UU.: Los seis estados que definirán la apretada elección Biden-Trump

Hasta esta mañana, el demócrata Joe Biden mantenía el liderazgo en el Colegio Electoral con 227 votos frente a los 213 de Donald Trump. Aunque el mandatario republicano se declaró ganador de las elecciones durante la madrugada, en las últimas horas se ha confirmado que los votos por correo le entregan la ventaja a Biden en estados decisivos como Wisconsin, Michigan y Nevada.

Pese a que se sabía que estas elecciones serían inciertas y que uno de los posibles escenarios era que no hubiera un claro ganador anoche debido a la cifra récord de votantes por correo, no se esperaba que la carrera fuera así de estrecha.

Aunque las encuestas entregaban una clara victoria a Biden, Trump volvió a dar una sorpresa. Se pensaba que su polémica administración de los últimos cuatro años y su manejo de la pandemia del coronavirus lo dejarían en clara desventaja frente al candidato demócrata, pero no fue así.

Con una diferencia tan estrecha entre ambos candidatos, las miradas están puestas en los estados que aún están en juego, como Nevada, Carolina del Norte, Georgia, Pennsylvania, Wisconsin y Michigan. Estos tres últimos también fueron los más disputados en las elecciones de 2016, los mismos que Trump obtuvo finalmente, lo que -para sorpresa de muchos- permitió que llegara a la Casa Blanca.

Durante la mañana, el conteo favorecía levemente a Trump, quien suma a su favor varios estados importantes, como Florida -donde Biden lo superaba por tres puntos en las encuestas- Ohio y Iowa. El candidato demócrata, en tanto, contabiliza Arizona y Minnesota.

Pese a que Carolina del Norte y Georgia aún están abiertos y podrían cambiar su tendencia, el recuento en esas zonas favorece hasta ahora al mandatario republicano.

Si las posiciones no cambian y se mantiene la tendencia, los 46 votos electorales de Wisconsin, Michigan y Pennsylvania -todas zonas rurales e industriales- terminarían por resolver la elección.

En ese caso, tanto Trump como Biden necesitarían al menos dos de esos estados para asegurar la presidencia. Aunque suelen verse como bloques que votan por el mismo candidato, en general los márgenes de triunfo son tan estrechos que un condado o ciudad puede dar vuelta el estado completo. De hecho, Trump llegó a la Casa Blanca en 2016 gracias a 80 mil votos en Pennsylvania.

El resultado en los estados clave podría tardar horas, incluso días. De hecho, los funcionarios electorales de Nevada anunciaron que el conteo en su estado se retomará mañana. Además, Pennsylvania y gran parte de Michigan no empezaron a procesar los votos por correo hasta anoche, por lo que esos resultados -que se espera que favorezcan al candidato demócrata- podrían demorar días en conocerse.

Si Georgia o Carolina del Norte terminan siendo demócratas, Biden estaría más cerca de la presidencia. En ese caso, aún necesitaría ganar uno de los estados del Medio Oeste. Trump, en cambio, necesita mantener cuatro de cinco estados que ganó en 2016 -Wisconsin, Michigan, Pennsylvania, Carolina del Norte y Georgia- para ser reelecto.

A medida que avanza el conteo, se confirma la teoría de que el resultado de la elección depende de si Biden puede restaurar el “muro azul” demócrata en Michigan, Wisconsin y Pennsylvania. Aunque el candidato demócrata empezó la noche con varios caminos abiertos para lograr los 270 votos electorales, esta mañana Trump había ganado Florida, Ohio y Texas, y estaba cada vez más cerca de obtener Carolina del Norte.

Así, las opciones de Biden se redujeron bastante. Sus escenarios de triunfo suponen que gane Nevada, un estado azul donde el exvicepresidente va por delante.

Una de las opciones implica que Biden gane tanto en Arizona como en Georgia. El demócrata lleva la delantera en el estado del oeste, y un triunfo ahí le quitaría un pequeño peso de encima. De esta manera, podría darse el lujo de perder Pennsylvania si gana Arizona, Michigan y Wisconsin.

Por otro lado, también podría convertirse en presidente si recupera Michigan, Wisconsin y Pennsylvania.

Para Trump, el camino parece un poco más complicado. Su última oportunidad de dar vuelta la elección es Nevada, que aunque ha sido un estado reñido este año, en general favorece a los demócratas.

De perderlo, la permanencia de Trump en el cargo depende de mantener los estados de los Grandes Lagos -Michigan, Wisconsin, Ohio, Minnesota, Pennsylvania, entre otros- que obtuvo en 2016, además de retener Georgia.