Fréderic Martel, autor de Sodoma: "Chile es la quintaesencia de la tragedia de la Iglesia"

El periodista francés dice que lo sucedido con Angelo Sodano en Chile es un ejemplo del sistema de protección que operó en la Iglesia Católica. Del Papa Francisco asegura: "Quiere cambiar la Iglesia y pienso que es sincero". Además, Martel se refiere al incendio en la Catedral de Notre Dame.


Sodoma, el libro del periodista y sociólogo francés FredericMartel, desató un verdadero terremoto a comienzos de año, al sugerir que en el Vaticano la homosexualidad es una práctica ampliamente extenida. Un sacerdote citado en el texto cifró incluso en un 80% la tasa de religiosos homosexuales tras los muros vaticanos. De paso por Chile donde se encuentra presentando su obra, el autor conversó con La Tercera.

Usted no es católico ni experto en asuntos vaticanos, pero decidió escribir este libro. ¿Por qué?

Yo soy un periodista de investigación, un escritor, y creo que es un tema a tratar por los periodistas. Es un tema a tratar para intentar explicar lo que está pasando, no para atacar a la Iglesia.

Usted le dedica una parte importante del libro al cardenal Angelo Sodano y su paso por Chile. ¿Por qué la figura de Sodano es importante?

Creo que Chile es una matriz del sistema, de la tragedia de la Iglesia y de la quintaescencia de esta tragedia. Sodano fue durante más de 10 años embajador del Papa Juan Pablo II en Chile y durante estos años fue muy cercano a la dictadura de Pinochet y también a Karadima. Y de cierta manera tenemos ahí un resumen del asunto Karadima. Para comprender esta historia no sólo hay que comprender el rol de Sodano, sino también su cercanía con al menos seis consejeros de Pinochet, varios homosexuales, que encubrieron el caso y tenían una relación muy cercana con Sodano. Ahí hay una explicación muy compleja de este sistema. Una protección política del entorno de Pinochet, una protección del nuncio y de todos los nuncios que siguieron, una protección del episcopado chileno, en especial de los cardenales Errázuriz, pero también de Ricardo Ezzati, entre otros. Y al final una protección del Vaticano, de Angelo Sodano, pero también de la Congregación de los Obispos y de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en especial del cardenal Joseph Ratzinger. El caso Karadima no es singular, aquí hay un sistema de protección, cercano a lo que podría llamar un crimen organizado, porque estos crímenes fueron cubiertos por todo un sistema político, religioso, diplomático y vaticano.

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Usted dice entonces que el Vaticano siempre estuvo informado.

Sí, creo que sí. Porque ¿cuál es el trabajo de un nuncio? Un nuncio es un embajador de un Papa. ¿Cuál es su trabajo? Informar todo lo que pasa en relación a los obispos, los cardenales, los sacerdotes. Entonces, o eran incompetentes o eran competentes e informaban. Tomemos el caso de Luigi Ventura. Él era nuncio en Chile, estaba al tanto de lo que pasaba con Karadima, luego fue nuncio en Canadá y hoy es nuncio en París, donde hoy cuatro jóvenes lo acusan de agresión sexual. Entonces podemos suponer que el mismo Ventura es homosexual y en Chile encubrió a Karadima.

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FOTO: RICHARD ULLOA[/caption]

¿Cuál es su evaluación de lo que ha hecho el Papa Francisco?

Para ser honestos, yo soy francés. No tenía una buena imagen de este Papa. Es argentino, es jesuita, peronista, de 82 años, un día es gay friendly y al otro es anti gay, cambia de opinión. Aquí defendió a Barros, el obispo, y después no lo defendió más. Defendió a Errázuriz y después cambió, sacándolo del Consejo de Cardenales. Es cambiante, complicado, una media verdad un día, una media mentira al día siguiente. Pero al mismo tiempo entiendo que es muy vulnerable. Es atacado por cardenales muy homofóbicos, de extrema derecha, muchos de los cuales son homosexuales secretamente. Y el Papa lo dice, lo repite, habla todo el tiempo de aquellos que llevan una doble vida, condena esos cardenales hipócritas, sabe que algunos de sus oponentes son homosexuales. Cuando se entienden estas relaciones de fuerza, esta guerra civil que hay en el Vaticano, se comprende el pie en que Francisco a veces se encuentra.

Usted ha dicho que este Papa es muy gorbachoviano, en referencia al rol que tuvo Mijail Gorbachov en los últimos años de la Unión Soviética. ¿Por qué hace ese paralelo?

Creo que el Papa quiere cambiar la Iglesia, mejorarla en la buena dirección y pienso que es sincero. Pero tampoco quiere que el sistema se derrumbe. Si se toma el caso de Barros, al comienzo el Papa defiende a Barros, dice 'yo no sabía', 'no creo'. Pero yo creo que sabía muy bien. Es argentino. Yo vine dos veces a Chile y en una semana sabía. El tenía que saber, pero sí atacaba a Barros sabía que eso condenaría también a Errázuriz, a Ezzati, a todos los nuncios y al cardenal Sodano. Si se toca a Barros todo el sistema se viene abajo. Es por eso que no quiso hablar. Tenía miedo de que eso pasara. Y hoy pasó es justamente eso.

Incendio en Notre Dame

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FOTO: REUTERS[/caption]

Usted es francés y parisino. ¿Qué sintió al ver las imágenes de la catedral de Notre Dame en llamas?

Para mi, más personalmente, es la iglesia que queda justo al lado de mi casa. Como sabe, la catedral está en una pequeña isla y yo vivo justo al frente. Entonces es mi barrio, es el lugar donde vivo. Evidentemente es un momento muy triste y para alguien como yo que no es católico, encarna el catolicismo cultural. En el fondo todo el mundo en Francia era católico hasta hace algunos años y quedamos muy marcados por esta cultura. Chateaubriand habla de gen del cristianismo, una forma de aporte muy importante a la cultura, a la música, a la literatura, pero también a la arquitectura y Notre Dame de París es un símbolo. Es por eso que hoy los parisinos están un poco de duelo.

Angela Merkel habló de un "símbolo de la cultura europea"...

Sí, porque la cultura cristiana moldeó a Europa y no solo Europa. De cierta manera con la destrucción de Notre Dame es un poco la identidad cristiana de Europa la que se destruyó.

Hay también un simbolismo considerando el momento que atraviesa la Iglesia Católica.

Sí, de cierta manera, más allá de este horrible incendio es verdad que la Iglesia católica está en llamas, quemándose un poco en todas partes del mundo.

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