Fuera de los 2/3: la disyuntiva en que quedó la derecha tras la primera votación del pleno de la Convención
Tras las primeras votaciones en el pleno -en las que se visaron normas sin el apoyo del oficialismo, quedando fuera del quórum de aprobación-, en la centroderecha se abrió el debate sobre cómo actuar hacia adelante. Sus propuestas no han tenido acogida y otros colectivos con los que habían mantenido conversaciones en varios temas -como el CS y el FA-, ayer no estuvieron de su lado. Las directivas de los partidos anotan éste como primer punto de la tabla a conversar en la cita que sostendrán tras el receso de verano.
“Fue la constatación de lo que veníamos diciendo hace meses: somos irrelevantes para redactar esta Constitución”.
De esa manera, un convencional de Vamos por Chile resume -en privado- la sensación que predomina en el sector tras el resultado de la larga primera jornada de votaciones en el pleno de la Convención Constitucional. Luego de varias horas de deliberación, la asamblea visó, pasadas las 12 de la noche, el informe de la comisión de Sistemas de Justicia, Órganos Autónomos de Control y Reforma Constitucional, oportunidad en que cada uno de los 16 artículos que contenía el documento fueron votados de manera separada, por solicitud de convencionales de la centroderecha.
De ese modo, dos artículos serán devueltos a comisión y otros 14 serán debatidos en particular este jueves por el pleno, lo que podría llevar a que se conozcan los primeros textos que serán parte de la nueva Constitución.
Para Vamos por Chile, sin embargo, el escenario ideal era que una cantidad mayor de propuestas no superaran esta primera etapa. De hecho, en ocho artículos, la derecha como bloque votó en contra; en otros dos, solo los convencionales UDI rechazaron -artículos 6 y 13-, mientras que el Colectivo Independientes-RN-Evópoli aprobó o se abstuvo. En todos estos, sin embargo, se alcanzaron los 2/3 para su aprobación.
Por esta razón, una de las conclusiones que sacan en ese sector es que las normas que tendrán que ser modificadas en comisión son aquellas en las que los colectivos Socialista, Frente Amplio y del Apruebo sumaron fuerzas para rechazar. Así, la derecha quedó fuera de los 2/3 que requiere la aprobación de normas.
“Reflexión”
La compleja posición en que quedó el sector -que ya se ha dividido respecto de cuán dialogante debe ser su postura en términos generales al interior de la Convención- se manifestó con diversas reacciones hoy de los propios constituyentes.
La primera alerta de los ánimos la dio la madrugada de ayer la convencional UDI Carol Bown, quien escribió en Twitter: “Un grupo de convencionales de Vamos por Chile nos declaramos en reflexión. Lo que está pasando en la Convención Constitucional es muy malo para el país y no ha habido ninguna señal de moderación en el pleno. El ánimo no es hacer una Constitución que nos una, sino que pasar máquina y dividir a los chilenos”.
Consultada por La Tercera PM, Bown sostuvo que “estar en reflexión no equivale en ningún caso a abandonar”, pero planteó que “llevamos siete meses en que nos dicen (que) no es tan grave, que ya se va a moderar. Sería extremadamente ingenuo creer que ahora sí se va a moderar en la votación en particular”.
¿Qué quiere decir, entonces, la reflexión? Tanto Bown como otros convencionales del sector admiten que no hay una decisión tomada, pero entienden que “hay que terminar con el buenismo”, porque “nuestras propuestas son todas rechazadas. Lo del diálogo es mentira, no existe diálogo con nosotros”.
En ese sentido, Rocío Cantuarias (Colectivo Chile Libre) asegura que “ayer quedó demostrado que las ideas en las que creemos no son consideradas en lo más mínimo, que está todo arreglado y que somos un grupo irrelevante para la redacción de esta Constitución. Lo que es peor, se consagran ideas equivocadas que solo deteriorarán nuestra unidad y país”.
Su par Teresa Marinovic coincide y agrega que “se demostró que el pleno tiene una capacidad moderadora mínima. La moderación viene cuando el Colectivo Socialista, el Frente Amplio y el Colectivo del Apruebo no están de acuerdo con la extrema izquierda, porque ahí es cuando se caen los 2/3. Incluso, normas que uno puede considerar como muy negativas o antidemocráticas se aprobaron con bastante más de 2/3″.
En esa misma línea, Martín Arrau -también del colectivo Chile Libre- cree que con las votaciones del martes “se termina esta ingenuidad que a mí me molesta mucho en nuestro sector, que creen que después las cosas se solucionan o que va a haber manera de arreglar cosas que son realmente aberrantes o locas, desde nuestro punto de vista, como tener muchos sistemas de justicia o cosas de ese estilo. Ayer quedó claro que no hay solución. La Convención tiene un ideario, lo va a cumplir al pie de la letra y ayer quedó demostrado”.
Sin embargo, pidió esperar a lo que ocurra con la votación en particular, pues “ya veremos mañana si es que los ex Concertación, el Colectivo Socialista o gente que -en teoría- es más moderada es capaz de resolver estos temas. Yo creo que no, y ahí terminaremos de eliminar esa esperanza e ingenuidad”.
Una opinión similar expresa el RN Manuel José Ossandón, quien insiste en la importancia de la “generación de puentes” con otros sectores políticos en la Convención. “El diálogo debe ser un valor central. Mientras no lleguemos a los temas particulares y no veamos que decanta de la misma forma en que se ha dado en lo general, no podremos hacer juicios negativos. No hay que anticiparse”.
¿Rechazo?
Algunos convencionales de centroderecha comentan en privado que, en distintos momentos, se ha conversado de manera informal la posibilidad de abandonar la Convención, idea que nunca ha contado con apoyo real. Es más, son varios los que han descartado esa opción, tal como lo hiciera a través de Twitter Marcela Cubillos (Ind-UDI).
“Fuimos elegidos para estar ahí y representar a los miles de chilenos que tienen derecho a que su voz sea escuchada. Somos minoría, saldrá un mal proyecto y será la ciudadanía la que evaluará y votará. En Venezuela la derecha abandonó. Acá, al menos yo, no”, escribió esta mañana en la red social.
Arrau también descartó esa opción diciendo que “fui electo y voy a estar hasta el último día acá, pese a que nuestro voto sea casi testimonial, pero tenemos que informar a la comunidad. Fuimos elegidos para esto y tenemos que morir con las botas puestas”.
Por ahora, además, en el sector reconocen que la idea de comenzar a delinear el rechazo de salida es incipiente, sobre todo, porque quieren esperar la votación de normas en particular, de manera de conocer los primeros textos que lleguen a la propuesta que será votada por la ciudadanía.
Es más, Ossandón considera que “no hay que anticiparse a un rechazo. Tenemos que tener una actitud propositiva, por algo estamos acá. Si estuviéramos con una actitud de bloqueo, mejor no hubiésemos sido convencionales, porque nuestro primer objetivo es generar una Constitución para Chile, con propuestas y altura de miras”.
Desde sectores de la derecha que han hecho públicos llamados al diálogo reconocen -eso sí- que están siendo “poco escuchados”, pues la mayoría de sus propuestas no tienen acogida en las comisiones.
En ese contexto, Cristián Monckeberg (RN) plantea que “para que resulte bien (el proceso de redacción), hay que interpretar esto de manera distinta, hay que empujarlo de manera distinta. No digo que aquí se haga lo que la minoría quiere; nosotros somos minoría y no estamos pidiendo eso. Lo que estamos pidiendo es que hagamos una Constitución que interprete a un porcentaje alto de personas, si no lo que va a ocurrir (...) es que se puede aprobar una Constitución, pero no va a ser mayoritaria, no va a ser querida por todos, no va a producir sanación de heridas y, por lo tanto, va a seguir este debate permanentemente”.
“Hay que pensar un poquito más en el país y en la gente y no tanto en las banderas reivindicatorias de cada uno”, sostiene, y concluye: “La reflexión es cómo resolvemos bien este proceso y cómo entran en razón los que son mayoría de que la Constitución tiene que tratar de interpretar a un porcentaje alto de la población. Y eso, hasta el minuto, no está ocurriendo”.
La visión de las directivas
Lo cierto es que el debate respecto del margen de maniobra del sector al interior de la Constituyente también es una prioridad para las directivas de los partidos, las que esperan ponerlo como primer punto de la tabla cuando se reúnan tras el receso de vacaciones. Les urge mantenerse coordinados y ver cuál es la mejor fórmula para incidir en las discusiones.
Desde las directivas de Chile Vamos hicieron énfasis en no abandonar la Convención y seguir trabajando en el proceso.
El presidente de la UDI, diputado Javier Macaya, dice que “lo más importante es que seamos capaces de no hacer campaña del terror, sino que hacer campaña de realidad, de información, de lo que significa cada una de las propuestas, que sea la ciudadanía la que se vaya dando cuenta de lo que significa cada una de las cosas que se votan y pedirle a la propia Convención que reflexione sobre las implicancias de lo que está haciendo. No sacamos nada con plantear un rechazo de salida si al final todavía no hay un texto que se le haya presentado a Chile”.
Mientras que el diputado Diego Schalper, secretario general de RN, comenta que “desde RN seguiremos trabajando e intentando influir para que Gabriel Boric asuma su responsabilidad y para que la Constitución sea lo mejor posible”. A su juicio, la fórmula para proyectarse en la Convención será que el sector siga promoviendo las ideas y emplace a Boric para que pida mayor moderación en las propuestas que se tramitan.
“La centroderecha tiene que contribuir en todo lo posible para que el texto salga de la mejor manera que se pueda”, dice Schalper.
En tanto, el llamado del presidente y diputado de Evópoli, Andrés Molina, fue a mantenerse en el proceso: “Entiendo la preocupación y desesperanza, pero los convencionales deben terminar su trabajo. Para eso fueron elegidos, la decisión de rechazar o aprobar se irá dando en paralelo. Es muy importante que seamos capaces de explicar en sencillo las razones y sus consecuencias para los chilenos”.
La secretaria general de ese partido, Luz Poblete, añadió que “hay que trabajar con más fuerza que nunca, no bajar los brazos, no es momento de reflexiones. Tenemos una responsabilidad de comunicar hacia afuera a la ciudadanía lo que está pasando y sus consecuencias. Hay que hacer un llamado a los sectores racionales de la izquierda, quienes tienen que ser más valientes en defender lo que es mejor para Chile”.
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