Ginés González, el ex embajador argentino que pinta de avanzada de Fernández ante Piñera
Como el candidato kirchnerista y favorito para las presidenciales del 27 de octubre tiene más nexos con la izquierda chilena que con la derecha, en Santiago apuestan firme por que haga de puente el ex jefe de la legación trasandina. González -muy activo en la campaña de Fernández- espera venir a Chile a comienzos de octubre, a "ver a mis amigos". En la Cancillería toman nota.
Iba a venir a Santiago justo antes de Fiestas Patrias, pero postergó su viaje porque en Buenos Aires el ambiente electoral está demasiado tenso. Sí quiere venir a comienzos de octubre, unas semanas antes de la elección del 27, para la que Alberto Fernández pinta como favorito para desalojar de la Casa Rosada a Mauricio Macri. Y aunque dice que vendrá a ver a "amigos" y no como "avanzada" a tejer contactos para el candidato kirchnerista ante el gobierno de Sebastián Piñera, dejó una red tan espesa de ellos en los ocho años que fue embajador en Chile, que acá lo dan por descontado.
Ginés Mario González García (73), médico, ex ministro de Salud de Néstor Kirchner y jefe de la legación trasandina (2007-2015) durante el mandato de Cristina Fernández, es muy recordado entre empresarios y políticos chilenos de ambos lados del espectro por su buen humor, sus dotes sociales y las concurridas recepciones que ofrecía cuando estaba destacado en la capital. El gobierno al que sirvió tuvo de contraparte a Michelle Bachelet y Sebastián Piñera, y sigue conversando con varios personeros.
Esa es una de las ventajas que tiene sobre el candidato presidencial que va en tándem con la viuda de Kirchner. Por eso, dicen acá, que le es tan útil en esta etapa: tiene más redes que él con la derecha chilena. El mismo Fernández dijo hace unos días a Clarín que "no tengo el gusto de conocer al Presidente Piñera, pero espero pronto poder conocerlo".
Ginés, conversando hace unos días con La Tercera PM al fono desde Buenos Aires, admitía que "tuve una muy buena relación con el Presidente. Le voy a contar un secretito. Cuando él era candidato a la primera presidencia, hice mucho para que se conociera con la presidenta Cristina Fernández en Buenos Aires. Con (Rodrigo) Hinzpeter armamos eso, me acuerdo, y fue muy bueno no solo para ellos, sino que para los dos países. Tuvimos una relación muy buena una vez que él fue Presidente. Lo conozco y muy bien".
Agregaba que también dejó buenas migas "con varios de sus ministros" y que "uno de sus orgullos" son las amistades que dejó acá. "Tengo que hacer un viaje", relataba.
Visita de la que también están enterados algunos de sus conocidos y amigos, aunque ninguno admite tener agendada una cita. Pero que la mayoría no lee de otro modo que como una misión extraoficial para acercar a Piñera y Fernández. Eso, aunque el trasandino rebata el punto diciendo que "voy a ir a ver a mis amigos; a ninguna misión oficial porque no corresponde, y porque no soy nadie".
Y agrega: "Ahora soy rector de una universidad, trabajo mucho formando gente, pero por supuesto voy a colaborar con el próximo gobierno; no sé dónde ni cómo, pero no tengo ninguna duda".
-Entonces, va a tener que presentar a Piñera y Fernández como lo hizo la otra vez con Cristina.
-Ojalá, ojalá. Eso yo lo haría con muchísimo gusto.
Allamand, Navarro, Torrealba, Moreno
Las redes de Alberto Fernández, a falta de generosas con el piñerismo y su sector son mucho más nutridas con la izquierda local: mucho Carlos Ominami, mucho Marco Enríquez-Ominami, José Miguel Insulza, Jaime Gazmuri y José Antonio Viera-Gallo.
Con ME-O estuvo el domingo pasado en su departamento de Puerto Madero, el mismo cuyo arriendo -contó hace poco Fernández- ya no puede seguir pagando por la crisis económica, pero que por suerte su dueño y amigo suyo se lo permite. Subieron a redes sociales una foto con Dylan, el collie del político trasandino. El mismo perro cuyo paseador, se encargó de remarcar la prensa bonaerense, se llama Mauricio. Como Macri.
Fernández sí estuvo en enero con alguien cercano a Piñera: su ex ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter. Fue en un desayuno producido por Ominami y al que también fue Óscar Guillermo Garretón. Hinzpeter, como gerente legal de Quiñenco, y el ex Mapu integraban el Consejo Empresarial Chileno-Argentino de la Sofofa. En grupos como ese dejó redes Ginés González.
Otros hombres de negocios con los que dejó lazos -rememoran quienes los vieron en las repeciones en la legación o en cenas privadas- son Juan Cuneo (con nexos con la familia Solari de Falabella, con inversiones en Argentina), Horst Paulmann (Cencosud) y Andrés Navarro (Salfa), amigo del Presidente Piñera. Otros agregan a la lista a Andrónico Luksic.
También hay otro núcleo a través del Grupo de Amigos Chilenos de las Malvinas, que González armó en el 2011. Además de Juan Gabriel Valdés y Eduardo Rodríguez Guarachi, ahí están el el ex vicealmirante y alguna vez candidato a subscretario Cristián Millar y el alcalde RN de Vitacura Raúl Torrealba, a quien en su partido le atribuyen una amistad bien cercana con el porteño.
El ex embajador dice a a La Tercera PM que él fue uno de sus amigos chilenos lo llamaron para felicitarlo después del triunfo en las PASO, las recientes primarias : "Me llamó Juan Eduardo Errázuriz, Raúl Torrealba, que no digamos que son la izquierda".
En RN también tiene redes con el senador Andrés Allamand, otro hombre con llegada en Palacio. También la tiene el ministro de Obras Públicas Alfredo Moreno, que cuando era canciller conoció bien a Ginés.
Del listado ya descrito, que seguro es más grande, más de alguno sostiene que espera verlo cuando venga. En la Cancillería también están al tanto de su venida, y admiten que con la situación trasandina en ascuas y los plazos electorales tan encima, han notado harto interés de distintos emisarios. Pero que de momento no han recibido ninguna solicitud ni formal ni informal, ni con RR.EE., ni tampoco con La Moneda.
El problema, como siempre, es que Piñera mal puede recibir a Fernández antes de la elección -no solo para no romperle el corazón a su amigo Macri, por quien ya poco puede hacer a estas alturas-, sino para no pasar por encima de la máxima de no intervenir en la elección. Además, eso reflotaría las críticas a la gestión económica de La Moneda y sus comparaciones con el caso chileno.
Pero sí admiten que, con una distancia entre Fernández y Macri "irremontable" -parafraseando a Genaro Arriagada en esa elección Lagos vs. Lavín de 1999-, si es que hay gestiones, "no podríamos dejarlas pasar". Esto, recalcan, "no es amor, es política".
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