Habla la mamá de Alberto Chang: "Yo he puesto el pecho a las balas de todos acá"

Las últimas noches, Verónica Rajii, madre de Alberto Chang –fundador del Grupo Arcano–, las ha pasado sin dormir. Atenta en todo momento a la situación judicial de su hijo en Malta, acusado de liderar una de las estafas piramidales más mediáticas del último tiempo con un perjuicio total avaluado en US$100 millones, afectando a cerca de 1.000 víctimas.

En conversación con La Tercera PM, la ex directora del Comité Olímpico de Chile cuenta en esta entrevista que ha intentado rehacer su vida e incluso ha postulado a diversos trabajos. Sin embargo, todos sus esfuerzos han sido en vano. Sólo una vez quedó en lista corta y entre tres candidatos, pero finalmente no optaron por ella.

Insiste en que su hijo en Chile no tendrá un juicio justo y por lo mismo, celebró el fallo de la Corte de Apelaciones de Malta que rechazó la petición de extradición de su hijo. "Obviamente estuve pendiente todo el rato. Esa noche no dormí, estaba metida en Internet, viendo las noticias de Malta, porque obviamente me interesaba saber el resultado".

El pasado 11 de junio, El 4° Juzgado de Garantía de Santiago condenó a cuatro años de libertad vigilada intensiva a Verónica Rajii. El Ministerio Público al igual que a su hijo le imputó el delito de estafa.

¿Cree que de alguna forma se podrá reparar el daño que sufrió considerando todo lo que vivió?

No. Eso es irreparable. Hubo daño a la imagen, sicológico y moral. Siempre cuidé mi moral y mi imagen, porque siempre he pensado que es lo que a una le abre puertas en la vida.

Luego de su detención, usted estuvo en el hospital de la Penitenciaria.

"Fue una experiencia súper enriquecedora. Conocí el otro lado de la moneda. La verdad es que no lo pasé mal. El trato fue excelente. Conocí historia de gente que jamás me habría imaginado. Pude ayudar a las gendarmes a estudiar. La verdad de las cosas que es uno de los capítulos que me enriqueció.

Usted anteriormente tuvo una vida destacada en el deporte chileno a través del Comité Olímpico.

A eso me dedicaba y no tenía nada que ver con las empresas ni con nada. La única empresa que tenía se la vendí a mi hijo y me desligué totalmente. Ahora si algo tengo que reconocer es que pequé de ingenua, pero por un hijo. Cuando un hijo te pide que vaya a poner su nombre solamente, uno no se niega. Nunca piensas que va a ocurrir algo así.

¿Haber delegado tanto?

No delegado, no. No tenía que delegar nada, porque no tenía nada que ver. Entonces, ¿qué podía delegar? Si siempre estuve 100% dedicada al Comité Olímpico, y a mi deporte, que aún gracias a Dios lo puedo practicar y me sirve de terapia.

¿A fin de cuentas, tiene aún la esperanza de que pueda volver a ver a Alberto?

No tengo idea. Hace más de un año y medio que no sé nada de él.

 ¿Tendrá la intención de volver más adelante?

No lo sé. No tengo idea, porque desde julio del año pasado, no he hablado con él. No he recibido nada. Me tiene bloqueada de todo. Yo he puesto el pecho a las balas de todos acá, sin saber la verdad de lo que estaba ocurriendo. Puedo hablar por mí, pero no puedo hablar por el resto, porque jamás lo he hecho ni lo voy a hacer. Toda mi vida he sido una mujer honesta. Ha sido súper difícil, pero hay que seguir remando no más.

¿Qué pasará con toda la gente que invitó?

Ni siquiera conozco a los inversionistas. Conozco algunos, obviamente porque eran amigos de mi hijo, pero qué va a pasar, no lo sé.

Me refiero a si tendrán algún tipo de indemnización.

Bueno, pero si ya tuvieron. Eso salió en el diario. Eso tiene que ver con el liquidador, pero no tengo idea qué pasará con el resto. Tampoco sé a quiénes van a indemnizar. La verdad es que no tengo cómo saberlo y honestamente me hace muy mal. Estoy con tratamiento siquiátrico. No duermo en las noches. Lo he pasado pésimo, sin tener ninguna responsabilidad directa. Sólo indirecta porque aparece en un papel.

¿El error fue no haberse dado cuenta de lo que firmaba?

Ese fue mi error, pero pequé por omisión. Jamás me metí en qué se invertía o no se hacía. Eso lo saben los gerentes. Yo hasta el día de hoy pienso que los gerentes sabían mucho más de lo que han dicho, pero bueno…

¿Se han victimizado?

Creo que a ellos todavía no los condenan. Sí están procesados, pero no están condenados. Me entero por los diarios, pero trato incluso de no leer. De repente me llaman mis hermanas y me dicen: mira viste lo que salió en el diario. Pero no me interesa, me interesa en este momento mi salud mental.

¿Ha podido retomar su vida laboral?

No. No he podido. He postulado y he llegado a una terna, pero ahí queda todo. Así es que es súper difícil. Toda mi vida trabajé y hoy no puedo hacerlo a pesar de que tengo 70 años. Lo único que quiero es ocupar mi tiempo en algo productivo.

¿Pero de verdad él no la llama?

No soy nadie para juzgar al resto. Si mi inculpé para recibir una condena fue tal como lo dije en el tribunal y quedó en acta, porque me preocupaba exclusivamente mi salud mental. No tengo ninguna duda de que si iba a juicio oral, iba a salir absuelta. Preferí esto otro. Tengo una libertad vigilada. No me molesta para nada. Cuido a mi hermana que tiene 86 años y es insulino dependiente. Tengo a otra que le di el riñón. También tengo que cuidarla.

Espero que esto termine. No merecen lo que están pasando, pero yo lamentablemente no puedo hacer nada por ellos. Absolutamente nada.

¿Cree que Alberto indemnizará a esas víctimas?

Honestamente, conociendo a mi hijo, creo que sí. Acá ha habido un show mediático tremendo. Si no se hubiera cerrado la empresa, seguiría funcionando. Tengo entendido que por la declaración de Carocca en T13 ni siquiera se han podido vender las acciones. De lo que estoy segura es que mi hijo no es un estafador. Lo voy a sostener hsata el último día de mi vida.

¿Si no es un estafador, no debería dar la cara?

Sí, pero si pone un pie en Chile, lo van a meter preso, y por lo mediático que es el caso, tengo la intuición como madre que no tendrá un juicio justo. Nunca oculté que iba a Malta. Iba a ver qué estaba pasando, era como el marido engañado. No sabía nada de nada. Iba a Malta, y en el aeropuerto me tomaron detenida. No tenía orden de arraigo. Fue totalmente ilegal. Había una alerta en el computado. Llamaron a la jueza y ella por teléfono dio una orden de detención.