"Hay un daño a la marca del PS después de San Ramón": Socialistas buscan explicación tras la derrota ante Cubillos
Ese es el diagnóstico del diputado Juan Luis Castro, mientras su par Marcelo Díaz, de la disidencia del PS, coincide en que el de ayer "fue un fracaso sin matices que demuestra que estamos en la inopia".
Que hubo un mal cálculo; que no logró amarrar el voto independiente; que ya no tiene liderazgo... Las facturas al Partido Socialista después de la derrota de ayer en la acusación constitucional contra la ministra de Educación Marcela Cubillos vinieron de todos lados.
La colectividad hoy paga los costos de la fallida jugada contra el gobierno en su calidad de impulsora de la iniciativa. Y puso en discusión -una vez más- la capacidad que tiene la mesa encabezada por Álvaro Elizalde de ser el partido articulador de la oposición.
El análisis interno de un sector del partido es que ayer quedaron en evidencia al menos tres hechos: que la trenza histórica con la DC ya no es igual de efectiva; que el PS no tiene credibilidad entre los independientes y que aun pesa el descrédito por las denuncias de narcotráfico en San Ramón.
"El PS ha perdido la influencia como uno de los partidos más grandes del bloque. Antes tenía un rol hegemónico pero ahora hay varias izquierdas. Hay un daño profundo a la marca del PS después de San Ramón. Eso son hechos de la causa que incidieron en la capacidad de establecer confianzas con otros sectores. El PS no ha estado a la altura", dice el diputado Juan Luis Castro.
Castro añade que ayer también quedó en claro que sin capacidad de articular a la oposición quedó vetada la posibilidad de usar nuevamente la herramienta de la acusación constitucional porque en la práctica la oposición no tiene mayoría en la Cámara de Diputados.
"Dejamos de contar con 10 diputados de la oposición. Obviamente hay un fracaso que indica que el instrumento no es viable sostenerlo en el gobierno de Sebastián Piñera. Hay que redefinir qué puntos en común tenemos como oposición", insiste.
El diputado Marcelo Díaz, de la disidencia del PS, coincide en que el de ayer "fue un fracaso sin matices que demuestra que estamos en la inopia".
"La capacidad del PS está en duda y obliga a salir del marasmo. El partido tiene que entender que la oposición no es la suma de los partidos sino de quienes tienen una mirada común. Y no hay mirada común con toda la DC que actúa más unida solo cuando es bisagra hacia la derecha. Por eso desde Plataforma Socialista creemos que hay que perseverar en el entendimiento con el Frente Amplio y con el Partido Comunista", dice.
El analista Carlos Correa -que hoy apuntó en La Tercera al debilidad de la acusación a Cubillos- coincide en que las dudas en la elección interna de los socialistas por el padrón intervenido en San Ramón siguen persiguiendo al PS.
"Cuando las organizaciones tienen crisis y no se solucionan siguen trayendo problemas. La elección y el caso de San Ramón conspiró contra el liderazgo del PS en la oposición. Y esa crisis va a perseguir al partido hasta la elección presidencial", asegura Correa.
Hoy el almuerzo de bancada del PS estará orientado a analizar en qué pie queda la colectividad después del fracaso de ayer.
Al respecto, el jefe de bancada PS, Manuel Monsalve, tiene una opinión menos flagelante que varios de sus pares. "Esto nunca fue una prueba de unidad de la oposición. Era una prueba sobre la capacidad de frenar a una ministra que está haciendo un daño a la educación pública. La unidad era requerida para hacer el control político", asegura.
"Uno podrá mirar la derrota pero tengo un balance positivo. Primero, porque logramos coordinación con los otros partidos. Los votos fueron más de los que cualquiera hubiera esperado. Esa unidad no se logró alcanzar por un grupo de diputados que siempre está con el gobierno", plantea Monsalve.
En la oposición sostienen que los socialistas sí tienen responsabilidad directa en los votos que ayer se escaparon, particularmente en el de Patricio Rosas, que no se hubiera desmarcado de su bancada si no hubiera renunciado recientemente al partido por sus críticas a la conducción.
Rosas fue el "voto tapado" del gobierno. Internamente, el parlamentario ha dicho que votó con convicción y sin la influencia del Ejecutivo. Una versión distinta a la que manejan en La Moneda que le atribuyen a Andrés Allamand y al ministro Andrés Chadwick ese voto clave.
La Tercera PM contactó el presidente del PS Álvaro Elizalde pero al cierre de esta edición no hubo respuesta del parlamentario.
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