José Miguel Castro (RN): “Teníamos en nuestras manos la testera de la Cámara, pero no se le tomó real importancia”

Jose Miguel Castro
9 de Noviembre del 2022 Retrato al diputado por la región de antofagasta, José Miguel Castro, en los pasillos del Congreso Nacional. Foto: Dedvi Missene

El diputado, quien fue uno de los negociadores de su sector de la fallida apuesta por la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados, lamenta que algunos en su partido se hayan desmarcado del acuerdo alcanzado para votar por Sofía Cid en la vicepresidencia de la corporación. Además, hace una autocrítica por haber confiado en el PDG, el cual terminó dividiéndose. "Nos confiamos mucho en la palabra de algunos PDG que no la cumplieron", asegura.


El diputado José Miguel Castro (RN) fue uno de los negociadores de Chile Vamos en la fallida apuesta por conseguir la presidencia de la Cámara. El parlamentario -junto al jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri- participó de las tratativas e, incluso, uno de los encuentros más importantes para las conversaciones se realizó la semana pasada en su casa. Hasta a ese lugar llegaron representantes del PDG, la DC y el radical Tomás Lagomarsino.

Pese a los esfuerzos, los resultados no fueron favorables para la derecha. La DC y el PDG se dividieron entre la carta de la oposición, Miguel Ángel Calisto (DC), y la del oficialismo, Vlado Mirosevic (PL), quien se impuso.

¿Qué influyó en que Chile Vamos no ganara la elección?

Hubo dos factores muy importantes. El primero es que el PDG no estuvo con todos sus votos. Es una bancada que yo respeto mucho, pero que está funcionando de forma disfuncional. Y lo otro importante fue que cuando empezaron a aparecer estos díscolos de RN en la prensa, por supuesto que eso genera una suspicacia y terminaron ahuyentando a algunas personas que quizás las podríamos haber tenido. Quizás podíamos haber tenido perfectamente dos o tres votos más.

¿La división de la DC y el PDG lo atribuye a factores internos de cada partido?

La DC siempre ha tenido ese tapujo de no querer mostrarse tal cual es y estar más cercana en algún momento de la historia con la derecha, con la izquierda. Ellos son de centro y creo que la migración es por el bienestar del país. Hubo algunos que lo entendieron muy bien y apoyaron a Calisto, y otros que se quedaron con lo que quizás su directiva o la cúpula quieren construir, que es una cercanía mucho más grande con la izquierda más extrema del país.

¿Ve un balance positivo de la negociación?

No quiero decir que fue una derrota. Ganamos bastante. En primer lugar Karol Cariola (PC) no está sentada hoy día en la testera. Eso es una derrota importante para el oficialismo y algo que deja más tranquilo a Chile. En segundo lugar ganamos una relación y convivencia con algunos PDG que nos puede llevar a nuevas cosas bastante buenas. Eso se podría manifestar en algunos cambios de comisiones el día de mañana, en apoyos a proyectos de ley importantes y de esa forma ir haciendo lo que yo esperaba y espero que se produzca en el futuro: Un freno y contrapeso del poder legislativo al ejecutivo.

¿Qué autocrítica hace de la negociación?

¿Qué haría distinto? Deberíamos haber ampliado un poco más el orden de la negociación para poder ir a conversar directamente con cada una de las bancadas. Aquí nos confiamos mucho en la palabra de algunos PDG que no la cumplieron. Porque después de esa votación interna que hicieron en que ganó Víctor Pino como candidato a presidente, todos pensamos y creímos que iban a cumplir con la palabra empeñada. Pero no se cumplió. Hoy hemos podido ver sin máscaras a aquellos que están más proclives de transar con el gobierno, en vez de pensar en lo que le hace mejor a Chile, que es tener una buena oposición.

¿No fue ingenuo confiar en el PDG considerando que ellos tienen historial de no cumplir con los acuerdos? Eso fue lo que le ocurrió al oficialismo en el pacto administrativo de principios de año del cual se desmarcaron de apoyar a Cariola.

Lo que pasó ahí fue una maniobra muy desleal y muy baja de parte del oficialismo al acuerdo que generaron con el PDG. Fue pensado en darles posiciones de comisiones de irrelevancia en el Parlamento. Sabiendo la importancia de la comisión de Constitución, de Hacienda, de Trabajo. Hoy en día ellos prácticamente no están presentes. También a ellos no les cumplieron la palabra desde un principio.

¿Por qué no se pudo alinear a todos en RN? Los diputados Jorge Durán y las diputadas Francesca Muñoz y Sara Concha no respetaron el acuerdo del partido.

Falta hacer una autocrítica, una introspección como bancada y entender que sin estos colectivos que no tienen nada que ver con lo moral, nada que ver con lo valórico, no estamos juntos, la verdad es que nunca vamos a poder ejercer esa mayoría que tenemos. Yo prefiero un partido un poco más pequeño pero más ordenado, que uno grande y disperso donde no puedas confiar en el que está al lado tuyo. Me parece muy triste que haya compañeras de bancada que no votaron por Sofía Cid que era nuestra candidata para la vicepresidencia. Eso me parece mal. Cuando uno no tiene mayorías, uno tiene que saber jugar con lo que tiene para hacer el mejor freno y contrapeso. Nosotros teníamos en nuestras manos la testera de la Cámara, la nueva composición de las comisiones, pero no se le tomó real importancia.

¿Qué pasará con los díscolos? Ya se les sacó de algunas comisiones relevantes.

Ya se dio cuenta en la sala de la remoción de ellas en algunas comisiones. Me da mucha pena lo que pasó. Las respeto bastante, las quiero como personas, pero cuando uno toma una decisión así en términos políticos no podemos sentarnos al otro día a comer y todos muertos de la risa en el almuerzo. Tenemos que entender que tiene cierto peso nuestra decisión y hoy día lo están entendiendo.

¿Ve a Vlado Mirosevic como una figura transversal?

Él parte reconociéndose en su discurso de asunción como “los que estamos en el gobierno”. Es un presidente que tiene un pie en La Moneda y otro en el Congreso. Eso me parece preocupante. En segundo lugar, es una mesa sumamente frágil, tiene menos de la mitad de los votos y por lo tanto yo le deseo lo mejor, pero obviamente que si hay una censura... Nos dimos cuenta ayer de que puede cambiar el panorama político de la noche a la mañana. Entonces, espero yo que en base a esa misma fragilidad ellos tiendan a conducirla de manera transversal, no pongan vetos a cosas importantes que podamos nosotros avanzar, y que el gobierno no quiere avanzar. Si él se maneja así creo que pueda tener alguna viabilidad la mesa. Pero si no lo hace, yo la verdad es que creo que durará no mucho. Quizás no tiene la duración que ellos mismos esperan que tenga.

¿Hay intenciones de censurar a la mesa?

Nosotros vamos a seguir siendo oposición a esta mesa en el buen sentido de la palabra. Esperamos que les vaya muy bien, pero si ellos cometen errores que nos parecen importantes, por supuesto que estamos dispuestos a tomar todas las medidas reglamentarias que nos permite la corporación.

¿Hay posibilidad de censurar comisiones?

También hay que actuar con responsabilidad de realidad. En las comisiones en que se nos permite tener una mayoría podríamos pensarlo. Nosotros hemos sido una oposición sumamente pragmática y correcta en términos de cómo nos hemos enfrentado a este gobierno. No hemos acusado a ningún ministro.

¿Hay posibilidad de que se endurezcan como oposición? ¿Comenzar con acusaciones constitucionales?

Lo vamos a hacer en base a lo que se presente en el momento.

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