La Bienal de Arquitectura cubre de colores el Barrio Franklin

Ha sido uno de los principales desafíos de la Bienal de Arquitectura y Urbanismo durante los últimos años: acercar el arte del diseño de edificios y espacios públicos a las personas. "Tenemos mucha conciencia de que las bienales son super alejadas de la gente, de quienes no son arquitectos", dice Joaquín González, parte del equipo curatorial de la edición XXI del evento.

Bajo el nombre Feria Libre de Arquitectura, la bienal llegará por primera vez al espacio público con el Barrio Franklin como sede. El Persa Víctor Manuel, el Galpón de los Vacunos del Matadero y el Teatro Huemul serán los puntos donde se concentrarán las principales actividades del evento. En regiones, la muestra tendrá extensiones en Iquique, La Serena y Puerto Montt.

"El hecho de recibir una bienal en un barrio, nos puso a pensar en cómo tiene que ser una bienal en un territorio", cuenta González. De este modo, las actividades programadas, que serán anunciadas próximamente, no solo se instalarán en lugares fijos del barrio, sino que también llegarán a las calles y recintos del sector a través de 62 carros móviles.

Creada por el Colegio de Arquitectos en 1977, la bienal regresa a Santiago luego de dos ediciones en Valparaíso (2017 y 2015). La elección del barrio donde se desarrollará tiene que ver con el deseo de la organización de entregar mejoras a la comunidad. "La razón por la que estamos en ese barrio, es porque es el piloto de regeneración de barrios históricos del Minvu. Entonces, lo que nosotros queremos mostrar también son buenas maneras de hacer regeneración urbana", cuenta González.

En ese contexto, la Bienal de Arquitectura y Urbanismo de este año gestionó pintar 90 fachadas del Barrio Huemul, declarado Zona Típica en 2016, con un fondo de 68 millones de pesos provenientes del Ministerio de las Culturas. El proyecto se desarrolla en conjunto con la Municipalidad y la Corporación de Desarrollo de Santiago (Cordesan).

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Parroquia Santa Lucrecia. Barrio Huemul. Foto: Mario Tellez.[/caption]

Los trabajos se están realizando dentro del cuadrante conformado por las calles Placer, Lord Cochrane, Franklin y Nataniel Cox. Fachadas de viviendas, locales comerciales, colegios e iglesias ubicadas en ese sector han sido renovadas, pero manteniendo los colores originales. "Como es Zona Típica nosotros no podemos llegar y modificar el color, eso se mantiene", explica Priscila González, coordinadora de la Cordesan.

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Fachadas Barrio Huemul. Foto: Mario Tellez.[/caption]

Construido entre los años 1914 y 1917, y actualmente en manos del Arzobispado de Chile, el Teatro Huemul es uno de los lugares emblemáticos del sector. Sin embargo, con el paso de los años el deterioro en su techumbre ha provocado daños en su interior. Otra de las obras que se realizaron en contexto de la Bienal de Arquitectura fue el cambio de cubierta en el teatro, obra en la que se invirtieron 8 millones de pesos. "Esto va a solucionar bastante problemas que tenía el teatro con respecto a su deterioro interior, que provenía de las filtraciones", añade Priscila González.

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Teatro Huemul, uno de los lugares donde se realizarán las actividades de la Bienal de Arquitectura. Foto: Mario Tellez.[/caption]

"Uno de nuestros diagnósticos es que hay una arquitectura chilena que se posicionó a nivel mundial por viviendas de muy alto estándar, con arquitectos de prestigio internacional, y a la vez, por viviendas sociales de muy alta calidad", explica Joaquín González. "Pero la pregunta es quién construye la arquitectura que está entremedio", añade el curador sobre la línea editorial de versión de la bienal.

Como una invitación a reflexionar en torno a esa pregunta se hicieron las convocatorias de obras, proyectos, investigaciones, publicaciones y actividades a presentarse en la bienal. Se recibieron 543 postulaciones de obras desde todo Chile, de las cuales se seleccionaron 89. Entre ellas destacan proyectos comunitarios como centros culturales, escuelas, bibliotecas y viviendas, por mencionar algunos.

Como parte de las actividades previas al encuentro también se han hecho una serie de consultas ciudadanas en el Barrio Franklin, con el fin de discutir en torno al concepto de la arquitectura "común y corriente", y así conocer los temas de interés de la gente del barrio.