“La crisis ingresó en un camino cuyo final se desconoce”: El impacto político en Argentina tras el intento de asesinato de CFK

“Cristina permanece con vida porque, por una razón todavía no confirmada técnicamente, el arma que contaba con cinco balas no se disparó, pese a haber sido gatillada”, informó el Presidente argentino Alberto Fernández, en una cadena nacional donde declaró feriado nacional para hoy a causa del atentado contra la vicepresidenta. Ayer, cerca de las 21 horas a la salida de la casa de Cristina Kirchner, un hombre la apuntó con un arma y gatilló dos veces, según testigos, sin conseguir disparar.

El incidente ocurrió en el barrio porteño de Recoleta, donde desde hace días se vienen congregando seguidores de la vicepresidenta, en forma de apoyo por el proceso judicial que enfrenta por la llamada Causa Vialidad donde está acusada de presunta asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, cargos por los cuales la Fiscalía solicitó 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. El autor del intento de homicidio fue detenido al instante, y los medios argentinos ya tienen elaborados perfiles suyos: Fernando Andrés Sabag Montiel, de 35 años, ciudadano brasileño de padre chileno, con antecedentes por porte de armas y tatuado con símbolos nazis.

“Convoco a todos y a cada uno de los argentinos y argentinas, a toda la dirigencia política y social, a los medios de comunicación y a la sociedad en general a rechazar cualquier forma de violencia. Necesitamos aislar, no convalidar y repudiar las palabras descalificadoras, estigmatizantes y ofensivas que solo nos dividen y enfrentan”, señaló el mandatario.

Esta mañana, Alberto Fernández sostuvo una reunión de emergencia con todo su gabinete: llegó a las 9.00 a la Casa Rosada, acompañado del ministro de Economía, Sergio Massa, en un encuentro que duró dos horas y 15 minutos.

Distintos líderes de la región expresaron su apoyo a la vicepresidenta argentina. El Presidente chileno Gabriel Boric escribió en su cuenta de Twitter: “El intento de asesinato a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández, merece el repudio y condena de todo el continente. Mi solidaridad con ella, el gobierno y el pueblo argentino. El camino siempre será el debate de ideas y el diálogo, nunca las armas ni la violencia”. El Presidente colombiano, Gustavo Petro, el boliviano, Luis Arce, el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, y el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva escribieron mensajes en la misma dirección.

El intento de asesinato recibió la condena de todo el arco político argentino, incluida la oposición. El expresidente Mauricio Macri tuiteó al respecto: “Mi repudio absoluto al ataque sufrido por Cristina Kirchner que afortunadamente no ha tenido consecuencias para la vicepresidenta. Este gravísimo hecho exige un inmediato y profundo esclarecimiento por parte de la justicia y las fuerzas de seguridad”.

Si bien todos los políticos condenaron el atentado, no tardó quien criticara la reacción del gobierno. “En vez de investigar seriamente un hecho de gravedad, acusa a la oposición y a la prensa, y decreta un feriado para movilizar militantes”, expresó en sus redes sociales Patricia Bullrich, presidenta del partido opositor PRO.

“Todo armado, que pantomima. Ya no saben qué hacer para victimizarla”, expresó en Twitter la diputada provincial de Santa Fe, Amalia Granata. “Demasiados obvios. Se les acaba la joda del choreo (robo) y la corrupción. Vamos argentina que podemos salir adelante sin estos delincuentes”, agregó. Antes tales dichos, el diputado del Frente de Todos, Leandro Busatto, afirmó que pedirían la expulsión de la legisladora del bloque “Somos Vida”.

Desde el oficialismo, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, consideró que el atentado contra Kirchner no fue “un hecho aislado”. En una conferencia de prensa, aseguró que “es mal intencionado considerar esto como un acto de una persona desequilibrada que de manera aleatoria intentó matar a una dirigente”.

“Estamos escuchando desde hace meses a determinados sectores y medios con un discurso de odio. Vemos expresiones con guillotinas, orcas y bolsas mortuorias. Esto no es producto de un desquiciado, sino producto de un contexto”, dijo Kicillof.

De inmediato aseguró que no podía dejar de asociar lo ocurrido con el intento de la Justicia de “proscribirla”. “Esto es lo más grave que pasó desde la vuelta de la democracia y afortunadamente, buena parte de la oposición, lo está viendo de esta manera”, denunció.

Una comisión bicameral investigará el intento de asesinato a Kirchner, según anunciaron legisladores del oficialista Frente de Todos. Asimismo, la Cámara de Diputados sesionará este sábado para repudiar el intento de magnicidio, a través de un proyecto de declaración que pide erradicar la “violencia política” y “los discursos de odio”.

Según el diario Clarín, en el cristinismo existía “furia” con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, ya que es el responsable de la Policía Federal, fuerza encargada de la custodia de la vicepresidenta. “Con el derecho que me dan los 45 años de lucha ininterrumpida luchando por defender a la gente que amo, por inepto y descuidado, exijo la renuncia de Aníbal Fernández”, indicó Hebe de Bonafini, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El dirigente social Juan Grabois también se sumó al malestar K, al postear: “La protegió Dios. La policía no. Ahora nos toca a nosotros cuidarla”.

Tras el incidente, el gobierno reforzó la custodia personal de Kirchner y evitarán que se acerque a las multitudes, indicó Infobae.

El politólogo Fernando Pedrosa, de la Universidad de Buenos Aires, señala al respecto: “Las primeras palabras del presidente y de la dirigencia política peronista, lo que demuestran claramente es un uso de la situación, absolutamente directo y sin máscara, para conseguir salida política pensando en las elecciones, que yo creo que es el objetivo central de parte del peronismo: la candidatura presidencial de Cristina”.

En una cadena nacional que tuvo lugar anoche a las 23.00 horas, Alberto Fernández señaló que hoy sería feriado nacional: “He dispuesto declarar en el día de mañana feriado nacional, para que en paz y armonía, el pueblo argentino pueda expresarse en defensa de la vida, de la democracia, y en solidaridad con nuestra vicepresidenta”.

Desde la coalición gobernante, el Frente de Todos, se convocó a una marcha para este mediodía a cuadras de la Plaza de Mayo, bajo el eslogan “Todos con Cristina”. Finalmente la movilización desembocó frente a la Casa Rosada, y algunos la perciben como una muestra de “músculo político” del peronismo, en unas semanas particularmente difíciles para la vicepresidenta.

“Frente al intento de asesinato de la principal dirigente política del país, nadie que defienda la República puede permanecer en silencio o anteponer sus diferencias ideológicas al repudio unánime que esta acción depara”, dijeron los organizadores del acto en un documento leído por la actriz Alejandra Darín, escoltada por ministros, dirigentes sociales, sindicales, políticos y empresarios. Los adherentes al texto atribuyeron el ataque a “un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante”.

Al respecto, Pedrosa apunta: “Digamos que ha habido un clima bastante complicado desde que el fiscal Luciani acusó a Cristina. Habían tomado toda la zona de su casa, había habido discusiones con la policía, había un clima enrarecido, pero que tampoco es poco habitual en este país”.

En un editorial, el diario Clarín se refirió al momento que está pasando el país: “Desde el lunes 22 de agosto, cuando los fiscales pidieron 12 años de prisión para la vice, los vectores de la política que se organizan en torno a ella tomaron una velocidad infrecuente. Anoche, en ese instante que no resultó fatal por cuestiones que todavía se investigan, la crisis ingresó en un camino cuyo final se desconoce. Se desconoce porque no tiene antecedentes en la historia democrática, ni siquiera como intento”.

“Habrá que ser prudente, crítico, en el sentido de no tomarse ninguna épica absurda. Y diferenciar bien lo que va a ser la operación política, de un supuesto atentado. Con la experiencia que tenemos en este país desde las farsas permanentes, la construcción de farsas y épicas, lo mejor es dejar pasar el tiempo y ver qué pasa”, comenta Pedrosa.

Alberto Fernández acudió este viernes al domicilio de Cristina Kirchner, como gesto de apoyo tras el intento de asesinato sufrido el jueves por la vicepresidenta cuando saludaba a un grupo de simpatizantes.

El mandatario llegó alrededor de las 14.00 a la residencia de Kirchner en Buenos Aires, para abandonarla unos 45 minutos después, informó el diario La Nación. Fernández no efectuó declaraciones ni a la entrada ni a la salida.

Durante la jornada, Kirchner salió de su departamento ubicado en el barrio porteño de Recoleta por primera vez luego de que un hombre intentara asesinarla de un disparo. Según el diario Ámbito Financiero, la exmandataria estuvo custodiada por efectivos de civil y de la Policía Federal desde el primer momento en que abrió la puerta del edificio en donde vive en Juncal y Uruguay.

Así, rodeada por este dispositivo de seguridad, se acercó a saludar a algunos manifestantes que le demostraban su apoyo a un lado de su domicilio y separados por una cinta policial.

Más temprano, en declaraciones radiales, el senador del oficialista Frente de Todos, Oscar Parrilli, uno de los dirigentes más cercanos a la vicepresidenta argentina, dijo que Kirchner aún estaba “impactada, conmocionada”. En esta línea, calificó de “algo muy grave y conmocionante” la agresión sufrida por la exmandataria y que “fue Dios el que evitó” un desenlace fatal.

“Ayer (jueves), (el hijo de la vicepresidenta) Máximo (Kirchner) decía que están buscando algún muerto, nunca imaginamos que podría ser de este nivel, un intento de magnicidio”, agregó.

Sin embargo, destacó que la vicepresidenta “está bien por suerte, porque tiene su espíritu y su temple intacto”. “La verdad que ha sido una cosa muy seria, muy grave, muy conmocionante y que nos tiene que llamar a la reflexión y al cambio de actitud a todos, sobre todo a aquellos que fomentan y propician el discurso del odio”, subrayó Parrilli.