“La gente entró corriendo a cirugía gritando ayúdennos”: médicos relatan los momentos de horror vividos tras explosión en hospital de Gaza
El hospital Al-Ahli al-Arabi es uno de los hospitales más antiguos de Gaza, fundado en 1882 por médicos misioneros de la Iglesia de Inglaterra y actualmente opera bajo la autoridad de la Iglesia Episcopal Anglicana. Atiende a más de 45.000 pacientes cada año.
El jefe de cirugía ortopédica del hospital Al-Ahli al-Arabi de Gaza, Fadel Naim, acababa de terminar un procedimiento cuando escuchó una gran explosión y su departamento se llenó de gente gritando pidiendo ayuda.
“La gente entró corriendo al departamento de cirugía gritando ayúdennos, ayúdennos, hay personas muertas y heridas dentro del hospital”, relató el médico a Reuters tras el ataque sufrido el martes por el hospital Al-Ahli al-Arabi, que mató a al menos 471 palestinos, según la última actualización entregada por Ministerio de Salud de la Franja de Gaza.
Hamas culpó a un ataque israelí por la explosión. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) dijeron que fue causado por un lanzamiento fallido de un cohete por parte de otro grupo militante palestino, la Yihad Islámica Palestina. Estos últimos, a su vez, niegan su participación en el ataque.
Mientras una nube de humo se elevaba hacia el cielo, iluminada de rojo por las llamas debajo, los sobrevivientes en el suelo parpadearon a través del polvo y el humo ante una escena de horror y tragedia, animada por los gritos de los heridos, describió el diario The Guardian.
“El hospital estaba lleno de muertos y heridos, cuerpos desmembrados”, prosiguió Naim. “Intentamos salvar a todos los que pudimos, pero el número era demasiado grande para el equipo del hospital”.
“Entre casos escuché el chirrido de dos misiles y luego una fuerte explosión. El falso techo del quirófano se cayó”, afirmó el médico británico-palestino Ghassan abu Sitta, que vio “cientos de heridos graves y muertos” en el lugar.
“Mientras caminaba hacia la entrada lateral del quirófano, vi que el hospital estaba en llamas y que fue alcanzado directamente. Los heridos empezaron a tropezar hacia nosotros... Le puse un torniquete en el muslo a un hombre al que le habían volado la pierna y luego fui a atender a un hombre con una herida penetrante en el cuello”, detalló.
Adnan al-Naqa, residente en Gaza, dijo a la agencia AFP que “toda la plaza estaba en llamas, había cadáveres por todas partes, niños, mujeres y ancianos”. Fatima Saed, que estaba en el hospital cuando ocurrió la explosión, relató que “sintió” el fuego.
Ambulancias y automóviles privados llevaron a 350 personas al hospital más grande de la Ciudad de Gaza, el Dar al-Shifa, contó su director, Mohammed Abu Selmia, a The Associated Press.
Ya abrumados por los pacientes heridos en los días de ataques aéreos israelíes, los médicos de este último hospital se vieron obligados a intentar realizar cirugías en el suelo y en los pasillos, la mayoría de las veces sin anestesia. “Necesitamos equipos, necesitamos medicinas, necesitamos camas, necesitamos anestesia, necesitamos todo”, dijo Abu Selmia, refiriéndose a un recinto asistencial ahora aun más sobrecargado después de los daños en Al Ahli, advirtiendo que el combustible para los generadores se acabaría en cuestión de horas, lo que obligó a un cierre completo.
Administrado por la Iglesia Episcopal Anglicana
El hospital Al-Ahli al-Arabi está ubicado en la Ciudad Vieja de Gaza, entre los barrios de Shujaiya y Zeitoun, en la ciudad de Gaza, apunta la cadena qatarí Al Jazeera. Se encuentra a menos de 3 kilómetros del hospital Dar al-Shifa, el recinto asistencial público más grande del enclave de 2,3 millones de personas. La instalación también está cerca de varios sitios históricos de Gaza, incluida la Gran Mezquita Omari, conocida como la Gran Mezquita de Gaza, y dos de las iglesias de Gaza: la capilla de San Felipe Evangelista y la iglesia de San Porfirio.
Al-Ahli al-Arabi es uno de los hospitales más antiguos de Gaza, fundado en 1882 por médicos misioneros de la Iglesia de Inglaterra y actualmente opera bajo la autoridad de la Iglesia Episcopal Anglicana, y atiende a más de 45.000 pacientes cada año. La población de Gaza es mayoritariamente musulmana, al igual que el personal del Al-Ahli al-Arabi, y a pesar de las raíces cristianas del hospital, atiende a personas de todas las religiones, destaca el diario The New York Times.
El hospital tiene una larga historia en la región. Emplazado en la parte sur de la ciudad de Gaza, ha funcionado durante mucho tiempo en medio del conflicto, lidiando con enfrentamientos fronterizos y obstáculos financieros y prácticos derivados de la situación política, señala el periódico estadounidense. Además de atender a los enfermos, también ha servido como refugio para los palestinos que no tienen adónde ir en medio del caos. Después de que Israel pidiera a los palestinos que evacuaran la zona, muchos civiles se refugiaban en el hospital antes de que fuera atacado.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas tras la muerte de más de 1.400 personas durante los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre, la institución se ha encontrado en medio de una operación militar y bajo fuego. Ya el sábado, el lanzamiento de cohetes hirió a cuatro miembros del personal, según el hospital, lo que llevó al reverendo Justin Welby, arzobispo de Canterbury, a pedir la revocación de la orden de Israel para que los palestinos evacuaran del norte de Gaza antes de una ofensiva terrestre planificada. “Los hospitales y los pacientes en Gaza están en grave peligro”, advirtió, añadiendo que “se enfrentan a una catástrofe”.
El obispo anglicano de Jerusalén, Hosam Naoum, dijo que el hospital había recibido al menos tres órdenes militares israelíes de evacuar en los días previos a la explosión. Naoum se negó a culpar a ninguna de las partes por la explosión. “Como gente del clero, no somos expertos militares”, dijo. “Solo queremos que la gente vea lo que está sucediendo sobre el terreno y esperar que lleguen a la conclusión de que ya hemos tenido suficiente de esta guerra”.
Después de la explosión de este martes, el arzobispo de Canterbury dijo: “Estoy de luto con nuestros hermanos y hermanas; por favor, oren por ellos”, en una publicación en X, anteriormente Twitter. “La devastación presenciada, junto con los ataques sacrílegos a la iglesia atacan el núcleo mismo de la decencia humana. Afirmamos inequívocamente que esto merece condena y retribución internacional”, señaló en un comunicado la Diócesis Anglicana de Jerusalén, que administra el hospital y también gestiona escuelas y clínicas en los territorios palestinos, Israel, Jordania y Líbano.
El hospital es el más antiguo y el único cristiano en Gaza, según el sitio web de la diócesis de Jerusalén. Es uno de los 22 hospitales del norte de Gaza que luchan por responder a la reciente crisis que ha dejado 3.300 palestinos muertos y más de 13.000 heridos producto de los bombardeos israelíes en respuesta al ataque de Hamas.
Además de ejecutar un programa para la detección del cáncer de mama, el hospital Al-Ahli al-Arabi también ofrece “una clínica comunitaria gratuita con transporte desde los barrios periféricos, una clínica para niños con bajo peso y mal alimentados, y terapia física y ocupacional”, detalla Al Jazeera.
Según informa The Wall Street Journal, el hospital “recibió recientemente una nueva sala de cáncer con fondos provenientes principalmente de los Amigos Americanos de la Diócesis Episcopal de Jerusalén en Texas”. Actualmente está dirigido por Suhaila Tarazi, quien ya en una entrevista de 2018 con el Servicio Episcopal de Noticias, reconoció que los médicos y el personal estaban trabajando “en la situación más difícil y sombría”.
El doctor Ibrahim Al-Naqa estaba orgulloso del hospital bautista de 100 años de antigüedad. En una región en conflicto, acogió a todas las religiones y ofreció a los pacientes una iglesia y una mezquita. “Este lugar creó un refugio seguro para mujeres y niños, aquellos que escaparon del bombardeo israelí a este hospital, aquellos que vieron este lugar como un refugio seguro”, dijo Naqa a Reuters.
“Sin previo aviso, este hospital fue atacado. No sabemos cómo se llama el proyectil, pero vimos los resultados cuando apuntó a niños y desgarró sus cuerpos en pedazos”, agregó.
Para el médico británico-palestino del hospital Al-Ahli al-Arabid, Ghassan abu Sitta, el sistema médico de Gaza se ha derrumbado y los médicos luchan incluso por conseguir recursos básicos. “Estamos agotados. El número de pacientes sigue aumentando”, afirmó.
Diagnóstico que corrobora Tlaleng Mofokeng, relator especial de la ONU sobre el derecho a la salud: “La infraestructura médica de Gaza ha sufrido daños irreparables y los proveedores de atención médica están trabajando en una situación terrible, con acceso limitado a suministros médicos y condiciones que no les permiten brindar atención médica oportuna y de calidad”.
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