Las conclusiones clave de la primera audiencia sobre los disturbios en el Capitolio de EE.UU.
La comisión legislativa que investiga los eventos que rodearon el ataque al Congreso el 6 de enero de 2021 entregó una descripción general de lo que calificó como una conspiración metódica, dirigida y coordinada por el entonces Presidente Donald Trump, para frustrar la transferencia pacífica del poder.
Un panel del Congreso que investiga el asalto del año pasado al Capitolio de Estados Unidos por parte de los partidarios de Donald Trump presentó pruebas en su audiencia de que el expresidente suponía un peligro tanto para la democracia estadounidense como para su vicepresidente, Mike Pence.
El presidente del comité selecto de la Cámara de Representantes de Estados Unidos que investiga los incidentes del 6 de enero de 2021, Bennie Thompson, dijo que que el incidente fue “la culminación de un intento de golpe de Estado” por parte del expresidente Trump.
La audiencia del jueves en la noche, que fue la primera de seis, contó con imágenes de video nunca vistas y testimonios de testigos, mientras que los legisladores intentaron explicar lo que llaman un “esfuerzo coordinado” de Trump y sus aliados para anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
A continuación las conclusiones clave del panel del Congreso.
Trump estaba en el centro de la trama
Bennie Thompson, congresista demócrata de Mississippi, y la vicepresidenta de la comisión, la representante Liz Cheney, republicana por Wyoming, expusieron lo que describieron como un plan elaborado e intencional de Trump para permanecer en el poder, uno sin precedentes en la historia de Estados Unidos y con peligrosas implicancias para la democracia. “El 6 de enero fue la culminación de un intento de golpe”, dijo Thompson.
Tanto Thompson como Cheney destacaron la amenaza que representaron para la democracia estadounidense los hechos del 6 de enero de 2021. Además, sostuvieron que Trump había difundido a sabiendas afirmaciones sobre fraude electoral que las personas más cercanas a él sabían que eran falsas, trató de usar el aparato del gobierno y los tribunales para aferrarse al poder y luego, cuando todo eso fracasó, miró con aprobación en la Casa Blanca, mientras una turba de sus partidarios irrumpía en el Capitolio amenazando con colgar a su vicepresidente.
“Culminación de un intento de golpe”
Thompson y Cheney sostuvieron que la turba violenta que descendió sobre el Capitolio no fue un hecho espontáneo.
El testimonio en video del fiscal general de Donald Trump, su hija y otros aliados demuestran que el expresidente estaba trabajando para socavar los resultados de las elecciones de 2020 y fomentar una reacción violenta. “Cualquier jerga legal que escuche sobre ‘conspiración sediciosa’, ‘obstrucción de un procedimiento oficial’, ‘conspiración para defraudar a Estados Unidos’ se reduce a esto”, dijo Thompson. “El 6 de enero fue la culminación de un intento de golpe de Estado. Un intento descarado, como dijo un alborotador poco después del 6 de enero, de derrocar al gobierno. La violencia no fue un accidente. Representó la última posición de Trump, la oportunidad más desesperada de detener la transferencia de poder”.
“Todos los estadounidenses deben tener en cuenta este hecho: en la mañana del 6 de enero, la intención del presidente Trump era seguir siendo presidente de Estados Unidos a pesar del resultado legal de las elecciones de 2020 y en violación de su obligación constitucional de renunciar al poder”, declaró Cheney, según constató The Hill.
Las mentiras electorales de Trump
Mientras Trump continuaba con sus mentiras de que le robaron la victoria, su propia administración y sus aliados acordaron que la elección era legítima.
El exfiscal general William Barr testificó que las afirmaciones de Trump de unas elecciones robadas eran “tonterías”. Un abogado de la campaña de Trump le dijo al jefe de gabinete de la Casa Blanca, Mark Meadows, en noviembre que “no hay nada allí” para respaldar las afirmaciones de Trump de fraude electoral generalizado. Incluso Ivanka Trump, la hija del presidente, dijo que Barr la convenció de que la elección era legítima.
Las figuras clave alrededor de Trump nunca creyeron su mentira de unas elecciones robadas.
La audiencia utilizó el testimonio grabado en video de algunos de los aliados y ayudantes más cercanos del presidente para mostrar que la campaña de Trump y su Casa Blanca, y quizás el propio mandatario, sabían bien que Joe Biden ganó las elecciones de 2020. Mostró cómo Trump y sus leales habían usado una campaña calculada de mentiras para unir a sus seguidores y generar apoyo para su intento de permanecer en el poder, a través de medios extralegales y violencia.
El comité reprodujo extractos de entrevistas grabadas en video del exfiscal Barr, quien sostuvo que le había dicho a Trump que hablar de un fraude generalizado en las elecciones de 2020 era una “mentira”. En un clip, su hija Ivanka dice que aceptaba las conclusiones de Barr y de un abogado de campaña, Alex Cannon, quien le dijo a Mark Meadows que los aliados de Trump no habían encontrado problemas electorales que pudieran revertir la situación de los resultados en estados clave.
Los Proud Boys
Uno de los testigos, un realizador de documentales británico llamado Nick Quested que estaba con los extremistas Proud Boys , indicó que el liderazgo del grupo había conspirado con otra organización extremista, los Oath Keepers, mucho antes de los disturbios para planear un ataque contra el Capitolio, indicó The New York Times.
Quested mostró imágenes que había filmado del líder de Proud Boys, Enrique Tarrio, reuniéndose clandestinamente con Stewart Rhodes de Oath Keepers el 5 de enero, y contó que el grupo se separó de un mitin matutino detrás de la Casa Blanca el 6 de enero para explorar las defensas policiales alrededor del Capitolio.
“No se me permite decir lo que va a pasar hoy porque todos tendrán que mirar”, dijo una mujer en un video la mañana del 6 de enero, cuando no había indicios evidentes de un ataque.
Fue una “carnicería”
Gran parte de la audiencia se dedicó a resaltar lo violento que fue el ataque al Capitolio. El comité mostró nuevos videos del ataque que, según dijo, nunca antes se habían mostrado.
Las imágenes mostraban a partidarios enojados de Trump marchando hacia el Capitolio y rompiendo las barricadas que rodeaban el edificio mientras los agentes del orden luchaban por contenerlos.
Muchos de los manifestantes vestían equipo táctico y ondeaban banderas de Trump.
Caroline Edwards, una oficial de policía del Capitolio que resultó herida durante el ataque y una de los dos testigos del jueves, describió cómo ella y otros oficiales trataron de contener a los alborotadores que intentaban entrar al edificio.
“Fue una carnicería; era un caos”, dijo. “Ni siquiera puedo describir lo que vi. Nunca en mis sueños más locos pensé que como oficial de policía, como oficial de la ley, me encontraría en medio de una batalla”.
Edwards dijo que vio a su compañero oficial Brian Sicknick, quien moriría más tarde después de los disturbios, con la “cabeza entre las manos” durante el ataque.
“Estaba pálido como un fantasma, lo que supuse en ese momento es que lo habían rociado, y estaba preocupada”, dijo al comité. “Mis alarmas de policía se activaron, porque si te rocían con gas pimienta, te pondrás rojo. Se puso tan pálido como esta hoja de papel”, graficó.
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