Las dudas en torno a la muerte de exministro de Defensa de Chávez: el décimo “preso político” que fallece bajo custodia en Venezuela
Según el gobierno, Raúl Isaías Baduel, considerado "preso político" desde su detención en 2009, murió por un paro cardiorrespiratorio como consecuencia del Covid-19. Sin embargo, la viuda del militar dice que no estaba enfermo. La oposición denuncia torturas y tratos crueles.
“Yo voy saliendo ahorita para Caracas para saber qué pasa, qué sucede, él no tenía Covid, no es verdad, a él cuando lo sacaron de (la prisión conocida como) La Tumba él no tenía Covid y lo vacunaron una semana antes de sacarlo de La Tumba, aproximadamente siete días antes”. Cruz María Zambrano, la viuda de Raúl Isaías Baduel, el exministro de Defensa de Hugo Chávez fallecido este martes en prisión, refutó así la información entregada por el fiscal general Tarek William Saab, quien explicó que Baduel murió de un paro cardiorrespiratorio a consecuencia del coronavirus. La oposición venezolana también puso en tela de juicio la versión del gobierno, denunciando torturas y tratos crueles contra el militar encarcelado desde 2009 por traición a la patria y que se convirtió en el “décimo preso político que muere en manos del régimen”.
Según Saab, el fallecimiento de Baduel se produjo “mientras se le aplicaban los cuidados médicos correspondientes y (habiendo) recibido la primera dosis de la vacuna”. La ministra del Servicio Penitenciario, Mirelys Contreras, también informó la muerte del general. “Recibió los cuidados médicos en su lugar de detención”, aseguró.
La familia del militar, de 66 años, dijo que se enteró de su muerte a través de Twitter. “Yo ni siquiera, por caridad, he recibido una llamada de ningún personaje del gobierno”, dijo su esposa al canal de televisión por internet EVTV. “Por lo menos, que me llamen y me digan que mi esposo falleció, qué pasó, qué no pasó”, agregó.
La ahora viuda del militar declaró que cuando a su esposo lo sacaron de La Tumba, en el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) de Plaza Venezuela (Caracas), no estaba enfermo. Ella lo visitó hace cuatro semanas, cuando le aplicaron la primera dosis de una vacuna contra el coronavirus. “Él no tenía Covid, no es verdad. Cuando lo sacaron de La Tumba lo vacunaron contra el Covid”, insistió.
También dijo que sus hijas lo pudieron visitar el 9 de octubre en El Helicoide, otra de las sedes del Sebin en la capital venezolana. “Sus hijas lo vieron el día sábado y él estaba bien, de hecho, yo estaba preparando todo para ir esta semana, independientemente de que me dejaran horas y horas parada en la calle, como siempre cuando yo iba a ir a ver a mi esposo. De hecho, le estaba reuniendo ya sus alimentos y sus cosas que solemos llevarle”, narró pocas horas después de que se informara el deceso de Baduel.
“A nosotros no nos han dicho nada, simplemente llamé a una persona cercana y me dicen que estaba confirmado, que al parecer sus hijos habían confirmado que había fallecido, porque ellos están en Caracas, yo estoy en el estado Aragua”, señaló Cruz María Zambrano.
La viuda de Baduel exigió al régimen saber la razón de muerte y los resultados de la autopsia “con médicos que no sean de los de ellos”. Dijo que en la última oportunidad que tuvo de comunicarse con el general, él le aseguró: “Yo no me voy a prestar para lavarle la cara al gobierno por la violación de los derechos humanos, yo nunca voy a negociar, yo nunca me voy a prestar”.
Tras conocerse la noticia del fallecimiento de Baduel, el autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, acusó al régimen de Nicolás Maduro de haberlo “asesinado”. “Al general Raúl Baduel lo asesinó la dictadura. Lo secuestró, lo torturó y le negó atención médica. Tras 12 años de brutal sufrimiento, Baduel es el décimo preso político que muere en manos del régimen”, señaló Guaidó en sus redes sociales.
Además, Guaidó denunció que este tipo de “atrocidades” demuestran que en Venezuela “se violan sistemáticamente los derechos humanos”, y pidió que estos “crímenes” no queden impunes, a la par que aseguró que el silencio de las Fuerzas Armadas las convierte en “cómplices”.
Palabras similares propició el exdiputado Miguel Pizarro. Dijo que “la muerte de un preso en custodia del Estado representa la negligencia, irresponsabilidad y el poco cuidado que existe en el sistema penal venezolano”. Delsa Solórzano, exparlamentaria, indicó que los familiares y abogados de Baduel “denunciaron que fue torturado y sometido a tratos crueles”. Además, aseguró que “la dictadura viola el Artículo 43 de la Constitución, que señala que la vida de los privados de libertad es su responsabilidad”.
Andreína Baduel, la hija del general, ya había solicitado calidad de vida y respeto para su padre el pasado 29 de septiembre. “Exigimos constatar sus condiciones, exigimos una fe de vida. Basta ya”, señaló. Este lunes denunció que a su padre lo tenían “secuestrado” en la sede del Sebin. “El régimen asesinó a mi amado y valiente papá”, escribió en Twitter.
“Con la muerte de Raúl Isaías Baduel ya son 10 los presos políticos que fallecen bajo custodia policial”, señaló el abogado Gonzalo Himiob, de la ONG Foro Penal, dedicada a defender presos políticos. Baduel es el tercer “preso político” muerto bajo custodia este año, recalcó Alfredo Romero, también miembro de Foro Penal. Según la ONG, a fecha de hoy hay unos 259 “presos políticos” en Venezuela, entre ellos 126 militares.
Dos de los hijos de Baduel también han sido arrestados bajo señalamientos de conspiración, el primero de ellos, Raúl Emilio, que está ahora en libertad. Josnars Adolfo Baduel fue detenido por su presunta participación en una incursión marítima en mayo de 2020, conocida como “Operación Gedeón”, que buscaba la salida de Maduro. Sigue arrestado. Según su familia, se encuentra en la cárcel de El Helicoide.
El caso de Raúl Isaías Baduel, destaca EFE, estaba incluido en diversos informes de la alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas (Acnudh), Michelle Bachelet, y de la Misión de Determinación de los Hechos. Al respecto, la Acnudh lamentó la muerte del militar y solicitó a las autoridades venezolanas que “garanticen una investigación independiente”.
“Lamentamos profundamente la muerte en detención de Raúl Baduel”, expresó la Acnudh en Twitter. “Llamamos a Venezuela a que garantice una investigación independiente, la atención médica para todos los detenidos, que se consideren medidas alternativas a la detención y se liberen aquellos en detención arbitraria”, agregó.
Acusado de traición
El general Baduel no era un militar más. Además de haber sido ministro de Defensa, fue un hombre cercano a Hugo Chávez. Fue compañero de promoción en la academia militar y, además, formó parte del grupo de cuatro militares fundadores del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200, germen del Movimiento Quinta República, partido con el que Chávez llegó a la Presidencia.
En 2002 encabezó la operación cívico-militar “Restitución de la Dignidad Nacional”, con la que el Presidente Chávez regresó a su cargo tras el golpe de Estado del 14 de abril de 2002. Fue comandante general del Ejército venezolano desde enero de 2004 hasta julio de 2006 y ministro de Defensa desde junio de 2006 hasta julio de 2007.
En julio de 2007 el general entregó el cargo, cuestionando el rumbo que estaba tomando la “Revolución Bolivariana”. Se convirtió en uno de los más prominentes críticos del régimen, oponiéndose a la reforma constitucional impulsada por este en 2007. Apenas seis meses después, en enero de 2008, fue detenido, acusado y sentenciado en 2010 por “delitos contra el decoro militar, sustracción de fondos y abuso de autoridad”. La condena fue a casi ocho años de prisión por la presunta apropiación indebida de 30 millones de bolívares y US$ 3,9 millones durante su gestión como ministro. A su vez, fue inhabilitado a ejercer cargos públicos.
Baduel negó los cargos y sostuvo que todo era parte de una persecución en su contra por oponerse a Chávez. Sus abogados y familiares denunciaron que los cargos en su contra no contaban con sustento jurídico. La justicia chavista tampoco respetó su jerarquía de general en jefe al tratar el caso en un tribunal militar de primera instancia.
El 12 de agosto de 2015 salió de la cárcel militar de Ramo Verde bajo libertad condicional. Pero el 12 de enero de 2017, a poco de cumplir la condena que terminaba en marzo de ese año, nuevamente fue encarcelado. Agentes de seguridad realizaron un allanamiento en su casa y se lo llevaron por la presunta comisión del delito de traición a la patria e instigación a la rebelión. En febrero de 2018, Maduro lo destituyó y lo degradó de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, junto con 13 oficiales.
“El segundo juicio que se le hace (en el año 2017) con carácter netamente político era una retaliación y también una advertencia a la estructura militar de cómo devuelve los favores de quienes le han servido al poder desde la institución militar”, resaltó la abogada, defensora de derechos humanos y presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, Rocío San Miguel.
En entrevista con el portal Efecto Cocuyo, San Miguel también sostuvo que este deceso dejará una reflexión en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en el papel que ejercen los militares a favor de quienes ejercen el poder en Venezuela y en el caso de Baduel, de cómo lo abandonó “la Revolución Bolivariana”.
“La muerte de Baduel va a generar un efecto sobre la institución en los términos de reflexionar sobre las advertencias que hizo en su momento y el papel que jugó al servicio de la revolución y el modo tan lamentable como fue abandonado por el propio poder”, afirmó San Miguel.
“Tres aspectos constituyen parte del legado del general Raúl Baduel”, escribió la defensora de derechos humanos en Twitter. “La integridad con la que enfrentó la cárcel, oponerse a la creación de la milicia y su rechazo a la reforma constitucional de 2007″, enumeró. “La historia política y militar de Venezuela, en definitiva, lo juzgará”, concluyó.
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