Las dudas oficialistas ante amarrar un acuerdo constituyente a las reformas emblemáticas

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Luego de que asomara la idea -por parte de la timonel PS, Paulina Vodanovic, y desde un sector de Chile Vamos- de abordar el acuerdo constitucional como un gran entendimiento con la oposición sobre temas programáticos del gobierno de Gabriel Boric, en el resto del oficialismo toman cierta distancia. ¿La razón? Miran con cautela las intenciones de sus contrincantes de querer "moderar" ciertos aspectos de las reformas claves del gobierno, como la tributaria y de pensiones.


A horas de la elección, cada bloque político ya comienza a proyectar el día siguiente al plebiscito. Tanto en el oficialismo como en la oposición aventuran que la victoria del Apruebo o del Rechazo sería por un margen ajustado, lo que obliga -particularmente al oficialismo, donde el Apruebo ha estado en desventaja en los últimos sondeos de opinión públicos e internos- a plantearse un eventual triunfo de la opción contraria.

En esa noción, y con la hoja de ruta que ha delineado el Presidente Gabriel Boric de alcanzar un acuerdo para reeditar la Convención Constitucional, este jueves la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, planteó -en una entrevista con La Segunda- que las reformas “tributaria, previsional y constitucional tienen que ser todo objeto de una conversación amplia en el Congreso. Si no hay un gran acuerdo, nos desgastaremos en pequeñeces”.

Por otro lado, en Chile Vamos piensan que, de ganar el Rechazo, el Ejecutivo encabezado por el Presidente Boric quedaría en una situación de derrota. Y, en esas circunstancias, un sector de la derecha espera ligar la discusión de un acuerdo para una nueva Convención con el programa de reformas que impulsa Boric. Así, creen que esta administración podría entregar algunas concesiones en iniciativas que les complican, por ejemplo, la reforma tributaria y la previsional.

Pero esa idea no cayó bien en las filas de Apruebo Dignidad. No necesariamente por el debate que tendrá que darse para las reformas clave, en circunstancias en que el oficialismo es minoría en el Parlamento. Ese escenario, advierten, no abre el espacio a “reformular” el programa de gobierno, respaldado ampliamente en la elección presidencial.

“Vodanovic se refiere a que las grandes reformas iban a tener que ser objeto de una conversación amplia en el Congreso, que es precisamente lo que está presupuestado desde un inicio, no habla de una reformulación programática. El debate sobre los métodos para la expresión constituyente de la soberanía popular y el que se refiere a los procesos legislativos, serán paralelos, pero con fisonomías diferentes. De hecho, todas las reformas han sido objeto de amplios diálogos sociales que serán sucedidos por diálogos en el Congreso. Sabemos que no hay reformas sin diálogo político, ni mayorías sin negociación”, explica Diego Ibáñez, diputado y dirigente de Convergencia Social, el partido del Mandatario.

El punto que plantea Ibáñez es refrendado por el timonel de Comunes, Marco Velarde, quien se distancia de la idea de una “subordinación” a las ideas de la derecha sobre el programa de gobierno. “Por la composición actual del Congreso nuestro sector necesita de diálogo y amplios acuerdo tanto para que avance el proceso constitucional y el programa de gobierno. En eso hay consenso en las coaliciones de gobierno, pero un acuerdo no significa que tengamos que subordinarnos a la derecha, la que debe abrirse a los cambios y no limitarlos según sus intereses”.

Un punto parecido plantea el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre. “Una cosa es la continuidad del proceso constituyente en el caso del Rechazo o las adecuaciones en el caso del Apruebo. Algo distinto es cómo se van conversando las reformas estructurales que el gobierno comprometió ante la ciudadanía”, afirma.

Cautela en el Socialismo Democrático

Una visión no muy distinta tiene la centroizquierda agrupada en el Socialismo Democrático, quienes advierten que el grueso de esta discusión está determinado por la holgura de los resultados con respecto al Apruebo o al Rechazo.

La jefa del PPD, Natalia Piergentili, estima que “tiene que haber un gran pacto en la eventualidad que gane el Rechazo para un nuevo proceso constituyente, pero las reformas de imperiosa necesidad ciudadana tienen que ir por otro carril. Si gana el Rechazo por amplio margen, no queremos vernos sujetos a cortapisas. No se puede condicionar de forma tan relevante para el país reformas que son tan urgentes. Sin perjuicio de que siempre hay que tener conversaciones, considerando que tenemos minoría parlamentaria”.

Postura similar tiene Leonardo Cubillos, presidente del PR, quien plantea que “los temas programáticos son relevantes cualquiera sea la opción que gane el domingo, pero son cosas distintas. El proceso constitucional tiene un derrotero propio y definido que no puede estar amarrado a leyes de urgencia, a menos que la derecha esté abierta a una reforma tributaria que realmente recaude desde los sectores de mayores recursos y redistribuya con sentido de igualdad, o una reforma previsional que le ponga nuevos límites a las AFP y garantice la participación de un ente estatal en igualdad de condiciones”.

En paralelo, Cubillos dice que en temas relativos a reformas está disponible para un “acuerdo marco que garantice una rápida tramitación, para evitar la dispersión y las pequeñeces en los debates, pero eso de forma paralela al desarrollo constitucional cualquiera sea la opción ganadora del domingo”.

El líder del Partido Liberal, Patricio Morales, en tanto, expresa que “Chile Vamos tiene la mitad del Congreso, más bien, la oposición en su conjunto. Por ende, cualquier ejercicio para un eventual nuevo acuerdo constituyente o reformas y transformaciones es bienvenido. Sin embargo, es apresurado señalar los términos de cómo debe ser la conversación antes del plebiscito”.

Los avances ante eventual nueva Convención

Adicional al debate sobre las reformas, el gobierno mira de cerca las conversaciones que mantienen los dirigentes de los partidos políticos y el Congreso ante la posibilidad de que si es que, si gana el Rechazo, se deba conformar una nueva Convención Constitucional.

En ese sentido, en el oficialismo aseguran que el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, ha sostenido algunas conversaciones para conocer las expectativas de los distintos sectores.

En el Frente Amplio -propuesta que seduciría a La Moneda-, están promoviendo una fórmula que contempla que los partidos puedan pactar con subpactos o conglomerados de independientes para poder incluir al mundo social en las listas. Esa idea, sin embargo, es resistida en el Socialismo Democrático, donde prima la noción de que si los independientes quieren competir, lo deben hacer en esa calidad, pero bajo el alero de los partidos.

De aquí al domingo, reconocen en el oficialismo, se seguirán sucediendo las conversaciones previas a los resultados. En la centroizquierda anticipan que de triunfar por un margen muy amplio la opción del Rechazo, la derecha pueda subir la apuesta y así tener más margen para que sus condiciones sean las que primen en las negociaciones para un nuevo órgano.

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