Les llegó su hora: Piñera vs. De Aguirre, esta tarde, fuera de las pantallas de TVN
Un día después de sorprender y "dejar herido" a Jaime de Aguirre con su anuncio de enviar una reforma a la Ley Orgánica de TVN para hacer más factible remover a su director ejecutivo, el Presidente irá esta tarde a Bellavista 0990. La ya enrevesada historia entre ambos tuvo sus días de gloria cuando Piñera vendió (2010) Chilevisión 7,5 veces más caro de lo que lo había comprado, con el mismo director ejecutivo.
Cerca de las 19:00 de hoy el Presidente Sebastián Piñera llegará al Estudio 6 de Televisión Nacional para grabar "Llegó tu Hora", que se emitirá a las 22:30. El programa usualmente sale en vivo por las pantallas del canal, salvo que lo impida la agenda del entrevistado. Y dado que el ambiente en Bellavista 0990 se sigue cortando con cuchillo japonés, allá la apuesta es que, tanto o más interesante que el espacio será lo que pase en la previa tras bambalinas. Partiendo por si el gobernante se vuelve o no a encontrar allí con el director ejecutivo, Jaime de Aguirre Hoffa.
En la estación hacen ver que todas las veces que Piñera ha ido a algún programa, De Aguirre ha estado allí para recibirlo y acompañarlo en los minutos previos a entrar al estudio. Así pasó en su última visita a "El Informante" el 4 de noviembre, cuando ambos estuvieron departiendo en el backstage; también estaban -entre otros- el entonces presidente del directorio, Francisco Orrego, y la nueva directora de Prensa, Marcela Abusleme.
Esta suerte de tradición será puesta prueba esta tarde, ya que la histórica relación entre Piñera y De Aguirre parece haber sufrido, desde ayer, un hito importante. Si es que no el germen de un quiebre, subrayan quienes conocen a ambos.
"Orrego nunca tuvo el acuerdo del directorio para remover al directorio ejecutivo. Y esa es la ley que a mi juicio está mal, porque genera un empate que anula la labor del directorio" fue una de las frases del mandatario -ayer en Radio Bío Bío- que marcan este antes y después. Aunque no nombró a De Aguirre, casi todas las referencias que hizo a la crisis de TVN sonaron teledirigidas a él, partiendo por su anuncio de enviar una reforma a la Ley Orgánica del canal para evitar que "para nombrar o remover se requieren cinco votos de siete en el directorio y por eso cuesta tanto nombrar y remover a un director ejecutivo".
"Jaime se sintió choreado, herido y decepcionado", observan algunas y algunos de quienes estuvieron con él ayer, después de enterarse de las palabras del Presidente. "Traicionado", agregó otra voz, reparando en que además de tacharlo poco menos que de "inamovible", también le molestó que de cierta forma le atribuyeran la culpa del forado financiero de TVN.
Que Piñera dijera que "no puedo tolerar que se pierdan los recursos públicos que lo financian todos los chilenos con sus impuestos" y que no puede ser que "TVN acumule 5 años de perdidas y no pasa nada", De Aguirre lo recibió como un golpe.
Los suyos incluso dicen que lo tomó como una "injusticia", ya que "él llegó el 2016, hace dos años". Y que mientras el primero de ellos, bajo la administración de Ricardo Solari (antecesor de Orrego en la era Bachelet) no pudo hacer cambios profundos, cuentan, el segundo se lo ha pasado en esta guerra civil con Francisco Orrego.
Y ahí mismo está uno de los nudos de este problema, cuyos síntomas asomarán esa tarde. Aunque Orrego hizo de todo para removerlo, los suyos recalcan que Piñera jamás le ha pedido frontal y directamente que deje la dirección ejecutiva. "Si le hubiera dicho '¿Jaime, por qué no se va?', él por supuesto que lo habría pensado", insisten en su círculo. Que el gobernante no haya sido diáfano con él, insisten, puede marcar la relación entre ambos.
Un nexo que tiene décadas, y que tuvo su mejor momento cuando De Aguirre ocupó el mismo cargo en Chilevisión, cuando el dueño era Piñera.
Millones, boletas y Bancard
El anuncio de ayer del gobernante no fue lo único que sacudió a TVN. Durante la misma mañana, De Aguirre y el directorio del canal -sus tres delegados gobiernistas ya sabían desde la semana pasada, cuando fueron a La Moneda, que se venía la reforma- asistían al lanzamiento de la parrilla de artistas del Festival del Huaso 2019. Pero también la crisis financiera del canal se tomaba las pantallas del "Muy Buenos Días", matinal que ayer de buenos tuvo sólo el nombre.
Con una ola de despidos que ya se ha cobrado más de un centenar de bajas, el presidente del Sindicato 3 (sus afiliados son del Área Dramática, donde han caído hasta actrices ícono como Amparo Noguera), Roberto Reyes, salió al aire para hacer ver "el terrible dolor", preguntarse "¿por qué se hacen las cosas de esta forma?" y decirle al "señor Presidente de la República" que "este canal público no tiene que ser un canal chiquitito. No podemos seguir externalizando todo".
Los conductores no lo sacaron de pantalla, sino que solidarizaron con él. "Estaba muy dolido porque habían habido despidos" fue el comentario de Jaime de Aguirre.
Un mundo al revés comparado con los años de gloria que el director ejecutivo tuvo en Chilevisión. Piñera había comprado el canal el 2005 -el mismo año que postuló a la presidencial, cortándole las alas a Joaquín Lavín pero mordiendo el polvo ante Michelle Bachelet- por unos US$24 millones. Invirtió alrededor de US$ 20 millones como parte de un ambicioso plan que incluía trasladarse a las instalaciones de la ex fábrica de textiles Machasa.
En ese diseño De Aguirre fue un puntal. Cinco años después (2010), cuando hasta en su sector comenzaron a cobrarle a Piñera su promesa de campaña de deshacerse sus activos en negocios clave -aunque perdiera plata-, vendió el canal en unos US$150 millones.
Ese otro millonario "antes y después" es el que recalcan conocedores de ambos como casi decisivo en una relación que nunca tuvo graves motivos para deteriorarse.
Sí sufrió un bache considerable otros cinco años más tarde (2015), cuando estallaron los sucesivos casos de platas políticas. Entonces detonó el lío legal por las boletas que De Aguirre emitió por $146 millones a Pampa Calichera, Aguas Andinas, Inversiones Ilihue y -la entonces demonizada- Soquimich (SQM) de Julio Ponce de Lerou. Peor fue cuando se supo que lo había hecho por petición de Bancard (el histórico cuartel general financiero de Piñera), firma que tenía un contrato con La Música Ltda, sociedad del ejecutivo.
Se habló de bonos millonarios, triangulaciones y otros términos. Hubo que ir a declarar a la justicia. Piñera dijo que no había relación con bonos. Pero De Aguirre volvió grupas y reveló -en mayo del 2015- que "se me sugirió otro camino, pero yo elegí el de la verdad", y que "fue una desprolijidad de los ejecutivos de Bancard".
Conocidos mutuos dicen que el hoy gobernante acusó el golpe. Que ambos quedaron resentidos. Pero también, que después pasaron página.
Dos minutos en el Patio de Los Naranjos
Nadie niega que la llegada de Orrego a la presidencia de TVN, este año, tensionó mucho el ambiente. Pero, insisten en el canal, pese a eso Piñera nunca le pidió a De Aguirre que se fuera. Y citan un reciente encuentro entre ambos. Casual, pero decidor:
El último día de octubre, De Aguirre fue a La Moneda. El motivo oficial fue reunirse con la ministra del Deporte, Pauline Kantor, con motivo de los 80 años del Estadio Nacional. También fueron Javier Urrutia, director ejecutivo de Canal 13; su par de Chilevisión, Jorge Carey, y Alfredo Escobar por Megavisión. Al retirarse, se encontraron por azar con Piñera -que estaba haciendo una nota con María Luisa Godoy, también de TVN e hija de la ex embajadora en Grecia, Carmen Ibáñez- en el Patio de Los Naranjos.
Fueron sólo cerca de dos minutos, aseguran los testigos, en que Piñera, De Aguirre y Urrutia estuvieron conversando. Hubo "cordialidad" y hasta bromas alusivas a la realidad televisiva; nada que evidenciara animadversión ni tensión entre ambos.
Por eso, valga insistir por última vez, hasta en el canal algunos comentan discretamente a La Tercera PM que hoy estarán en cancha VIP esperando a presenciar si hay o no un reencuentro entre Piñera y De Aguirre en estas con-di-cio-nes.
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