Líder de Hizbulá exige el fin de la guerra en Gaza y advierte a Israel que “todas las posibilidades en el frente libanés están abiertas”
En sus primeras declaraciones desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamas, Hassan Nasrallah se abstuvo de prometer una escalada inminente en la frontera con Líbano, pero dijo que "todas las opciones están sobre la mesa".
Había expectación por sus declaraciones. Después de todo, era su primer discurso desde el inicio de la guerra de Israel contra Hamas. Hablando desde Beirut, el secretario general del partido-milicia chiita libanés Hizbulá, Hassan Nasrallah, confirmó hoy que su agrupación entró en batalla el 8 de octubre, el día después de que Hamas lanzara su ataque sorpresa en el sur de Israel, aseguró que la operación fue “100% palestina” y responsabilizó a Estados Unidos del conflicto.
En un discurso dado en el marco de una ceremonia para honrar a los “mártires caídos en la carretera hacia Jerusalén”, según destacó la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a la milicia libanesa, Nasrallah comenzó elogiando a “los mártires caídos” de Hizbulá y los otros grupos que luchan contra Israel, así como a los civiles asesinados. “Empiezo ofreciendo mi más sentido pésame a las familias de los caídos aquí en Líbano y, al mismo tiempo, los felicitamos porque sus seres queridos han ganado el honor del martirio”.
El jefe de Hizbulá también ofreció “condolencias y felicitaciones” a las familias de los muertos en Gaza y la Cisjordania ocupada, incluidos los que perdieron la vida durante las operaciones de “Inundación de Al-Aqsa” de Hamas dentro de Israel, que, según dijo, “se han extendido a una serie de frentes de combate”.
Asimismo, Nasrallah elogió “la gloriosa operación” llevada a cabo por Hamas contra Israel, en la que murieron 1.400 personas, afirmando que el ataque terrorista ha expuesto “la fragilidad, la debilidad y la fragilidad total de Israel... es más frágil que una tela de araña”. “Esta es una batalla sin fisuras a nivel humano, ético y religioso. Es lo más evidente, lo más honesto y lo más noble (…) Nuestra verdadera fuerza reside en nuestra firme creencia, convicción inquebrantable, nuestra devoción y compromiso con la causa”, agregó.
Nasrallah aseguró que Hizbulá entró en batalla el 8 de octubre, el día después de que Hamas lanzara su ataque sorpresa en el sur de Israel. Dijo que las acciones del grupo palestino radical -que al igual que Hizbulá es una organización terrorista proscrita en Reino Unido, Estados Unidos y otros lugares- fueron “correctas, sabias y justas”, pero describió los ataques contra Israel como “100% palestinos”. “Esta gran operación a gran escala fue puramente el resultado de la planificación e implementación palestina”, señaló Nasrallah, sugiriendo que su milicia no tuvo parte en el ataque. “El gran secreto hizo que esta operación fuera un gran éxito”.
“Esta gloriosa operación sísmica ha provocado un terremoto en términos de seguridad, militar, política, diplomática e incluso psicológicamente”, afirmó. “Tendrá profundas repercusiones estratégicas”. Nasrallah dijo que Israel había fijado su objetivo demasiado alto cuando se trataba de “aniquilar a Hamas” y eliminar a sus líderes.
También puso en duda la capacidad de Israel para lograr su objetivo declarado de liberar a los rehenes retenidos en Gaza, diciendo que se había visto obligado a negociar la liberación de cautivos en el pasado. Nasrallah dijo que Israel sólo los recuperará “mediante negociaciones”.
Al respecto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechazó este viernes un acuerdo de alto el fuego sin la liberación de los rehenes retenidos por Hamas, añadiendo que “nuestras fuerzas están operando con toda su fuerza en todos los frentes”.
Nasrallah enfatizó que el bombardeo israelí de Gaza había revelado su “impotencia y estupidez” y que había atacado mezquitas e iglesias mientras el mundo se mantenía impasible y permitía que sucediera. También sugirió que Israel aún no ha conseguido una sola victoria militar a pesar de sus operaciones de un mes de duración en Gaza.
El líder de Hizbulá aseguró que la respuesta de Israel ha demostrado al mundo que es “un régimen brutal y bárbaro”, y acusó a Occidente y sus medios de comunicación de connivencia con Israel. Luego dijo que “Israel está cometiendo “actos de genocidio” en Gaza” y que “Estados Unidos es completamente responsable de la actual guerra en Gaza e Israel es sólo su herramienta”.
Calificó lo que está sucediendo ahora en Gaza como una batalla decisiva que no se parece a las guerras anteriores. Junto con destacar que esto requiere que todos asuman la responsabilidad, Nasrallah también describió dos objetivos: “el primero es detener la guerra en Gaza y el segundo es que Hamas salga victorioso de esta guerra”, según consigna la cadena Al Jazeera.
Dijo que el intercambio de disparos diario con las fuerzas israelíes a lo largo de la frontera con Líbano puede parecer modesto, pero es muy importante, y lo considera sin precedentes desde 1948. Nasrallah recalcó que Hizbulá ha estado intensificando sus operaciones día a día y obligando a Israel a mantener sus fuerzas cerca de la frontera con Líbano en lugar de Gaza o la ocupada Cisjordania.
El líder de Hizbulá también dijo que una mayor escalada en el frente libanés es una “posibilidad real”. Advirtió que tal desarrollo depende de las acciones israelíes en Gaza. Nasrallah reiteró que “todas las posibilidades en nuestro frente libanés están abiertas y todas las opciones están sobre la mesa”, asegurando que su milicia está preparada “para todas las posibilidades”.
Al referirse al despliegue estadounidense de buques de guerra en la región, Nasrallah apuntó que Hizbulá no se deja intimidar. Enfatizó que quien quiera impedir una guerra regional debe detener rápidamente la guerra en la Franja de Gaza. Dijo que los países árabes y musulmanes deberían trabajar juntos para detener el conflicto.
Previo al discurso de Nasrallah, el columnista del diario israelí Haaretz, Amos Harel, había destacado que sus declaraciones “podrían dictar el curso de la guerra y el futuro de Líbano”. “A medida que se expande la operación militar de Israel, también lo hacen las súplicas de Hamas a Hizbulá para que demuestre la solidaridad necesaria y entre de lleno en la guerra. La opinión del establishment de seguridad israelí es que Nasrallah, en consulta con sus patrocinadores iraníes, será quien tome la decisión final sobre esta cuestión. Teherán considera a Nasrallah un experto en política israelí y seguirá su consejo”, escribió.
Según Harel, si bien “el logro operativo de Israel está intensificando la presión sobre Nasrallah para que actúe”, considera que “un análisis de las consideraciones de cada lado parecería favorecer la cautela por parte de Irán e Hizbulá, sobre todo por la formidable presencia estadounidense en la región y las amenazas de (Joe) Biden contra el régimen de Teherán”.
En ese sentido, previo al discurso de Nasrallah, Estados Unidos indicó que no había “indicios” de que el líder de Hizbulá fuera a declararle la guerra a Israel en su primera alocución desde el inicio del conflicto en la Franja de Gaza. “Nuestro mensaje para él y para todos es que si están pensando en ampliar y escalar (la situación) no deben hacerlo (...) Veremos lo que tiene que decir”, señaló el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby.
Sin embargo, el diario kuwaití Al-Jarida informó en días previos que el jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, el brigadier general Esmail Qaani, había dado luz verde para que Hizbulá se uniera a la guerra contra Israel. Se reunió con Nasrallah el martes en Beirut para apoyar su ultimátum a Israel, indicó el medio.
Según fuentes de Al-Jarida, el general Qaani declaró anteriormente en una reunión del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán que los aliados regionales de Teherán podrían perder el apoyo popular si no “se unían a la lucha para apoyar al pueblo palestino”.
Desde el comienzo de la guerra, Hizbulá, un aliado de Hamas, había tomado medidas calculadas para mantener ocupado al Ejército de Israel en su frontera con Líbano, pero no hasta el punto de iniciar una guerra total, consigna The Guardian.
Israel considera al grupo militante chiita libanés respaldado por Irán su amenaza inmediata más grave, estimando que Hizbulá tiene alrededor de 150.000 cohetes y misiles apuntados a Israel, así como drones y misiles tierra-aire y tierra-mar.
Pero un conflicto total también sería costoso para Hizbulá, que libró una guerra de 34 días con Israel en 2006 que terminó en empate, pero no antes de que los bombardeos israelíes redujeran a escombros franjas del sur de Líbano, el este del valle de Bekaa y los suburbios del sur de Beirut, recuerda el diario británico.
Una nueva guerra total también desplazaría a cientos de miles de partidarios de Hizbulá y causaría grandes daños en un momento en que Líbano se encuentra en medio de una crisis económica histórica de cuatro años.
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