Los ganadores y perdedores de una sorpresiva elección presidencial colombiana

Las elecciones presidenciales en Colombia realizadas el domingo reordenaron el escenario político del país. Ganadores se alzan y perdedores buscan respuestas a lo ocurrido durante la jornada de ayer, donde Gustavo Petro y Rodolfo Hernández lograron el paso a la segunda vuelta a desarrollarse el 19 de junio.

Gustavo Petro, el representante de la izquierda en un país gobernado históricamente por la derecha, se quedó con el primer lugar en la primera vuelta, tal como anticipaban las encuestas. Con el 40,3% de los sufragios y más de 8,5 millones de votos, el candidato de Pacto Histórico aumentó exponencialmente su apoyo electoral en comparación con sus dos postulaciones previas.

En 2010, cuando representaba a Polo Democrático Alternativo, logró quedarse con 1,3 millones de votos, equivalentes al 9,1% del padrón. Ocho años más tarde, cuando postuló por segunda vez a la presidencia en 2018, casi cuadriplicó su base electoral. En dicha ocasión, el exmiembro del grupo guerrillero M-19 llegó a los 4,8 millones y un 25% de los votos válidamente emitidos en la primera vuelta. EN el balotaje de ese año, obtuvo 8 millones de votos (41,77%). Ayer, Petro obtuvo la cifra récord de 8,5 millones en una votación histórica para la izquierda colombiana.

Pero su victoria también tuvo un lado agraz, considerando que una de las pretensiones del candidato era lograr una victoria fulminante en primera vuelta, considerando la posibilidad del traspaso de votos desde el tercer y cuarto lugar a su contrincante, Rodolfo Hernández.

Y es precisamente Hernández el otro gran ganador de la jornada electoral. El ingeniero, el “viejito de TikTok” y el “Trump colombiano” son algunos de los apodos con los que se le conoce a esta outsider de la política tradicional que se quedó con el segundo lugar con el 28,1% y 5,9 millones de sufragios.

El empresario Rodolfo Hernández y la Liga de Gobernantes Anticorrupción fueron una de las grandes sorpresas de la elección de este domingo, pues sobrepasaron por casi un millón de votos al candidato cercano al oficialismo, Federico “Fico” Gutiérrez. Con un discurso antipartidista, el crecimiento de Hernández en las encuestas de las últimas semanas previas a la elección dejaba entrever un posible duelo por el segundo lugar, pero el ingeniero siempre estuvo posicionado en la tercera posición.

“Hoy ganó el país que no quiere seguir ni un solo día más con los mismos y las mismas que nos han llevado a la situación dolorosa en que hoy estamos” dijo en un video tras la definición de los lugares, reafirmando no tan solo su postura política, sino que también repitiendo su estrategia asociada a las redes sociales.

No solo los candidatos sacan cuentas alegres, ya que la participación política en Colombia anotó un alza frente a procesos anteriores. Fueron 21,4 millones de personas las que se acercaron a los centros de votación, de 39 millones habilitados para hacerlo. Esto se traduce en que un 54,91% de los electores hicieron uso de su derecho. En la elección presidencial pasada, realizada en 2018, el número de votantes fue 19,6 millones. Dicho número corresponde a casi dos menos millones que la actual, y equivale al 54,2% del total.

Por último, la institucionalidad a cargo del proceso salió robustecida. La Registraduría Nacional del Estado Civil que, en resumidas cuentas, equivale a una unificación entre el Registro Civil y al Servel en Chile, había sufrido cuestionamientos en las elecciones parlamentarias celebradas el 13 de marzo pasado, por lo que cientos de observadores internacionales vigilaron el proceso. Durante hoy, esas críticas también fueron disipadas por la ministra de Relaciones Exteriores de Chile, Antonia Urrejola.

La centroderecha, representada por Federico Gutiérrez, fue de las grandes perdedoras de la jornada electoral. Sus cinco millones de votos y el 23,9% de las preferencias no fueron suficientes para acceder a la segunda vuelta, propinando un duro golpe no solo a su sector, sino que también al uribismo – el movimiento político del expresidente colombiano, Álvaro Uribe –, a los partidos tradicionales y al actual mandatario, Iván Duque.

En conversación con CNN en Español, el analista político colombiano, Vicente Torrijos, afirmó que “el uribismo que dominó el panorama político, en este momento ha sido en buena parte el causante del deterioro de la campaña de ‘Fico’ Gutiérrez en la medida en que nadie quería tener ni al presidente Duque ni al expresidente Uribe como los referentes de su campaña”.

Tanto Petro como Hernández alejaron su discurso de la política tradicional y el partidismo, mientras que Gutiérrez hizo todo lo contrario. El apoyo del Partido Liberal, el Conservador y parte importante de Cambio Radical y Centro Democrático es leído como una dura derrota al establishment tradicional por analistas, pues estos partidos han estado ligados a la presidencia colombiana durante años.

“Hasta hace 10 días ‘Fico’ era el postulado para ir a segunda vuelta, pero se estancó. Duró dos meses estancado en un 20-23 puntos y hoy lo que se ha mostrado es que hay un interés de cambio en Colombia, es que hay un cansancio, hay un enojo enorme en la población y le votaron a dos opciones de cambio: una en cabeza de Petro y otra en cabeza de Rodolfo Hernández”, dijo a CNN el analista colombiano, León Valencia.

En cuarto lugar quedó Sergio Fajardo, quien obtuvo 888 mil votos, cifra lejana a los 4,6 millones que logró en la elección pasada y que hizo quedar fuera de segunda vuelta a Petro en 2018. El candidato de la coalición Centro Esperanza subió poco y nada respecto a las elecciones internas de marzo de 2022, donde logró 723 mil sufragios. Fuera de los votos partidarios, el representante del centro político colombiano solo llamó a un poco más de 150 mil electores adicionales a su propuesta.

A tres semanas de la segunda vuelta presidencial, tanto Petro como Hernández buscarán convencer a los indecisos, a los viudos políticos y a quienes no votaron en primera vuelta de sumarse a sus candidaturas tras una votación que dejó damnificados, sorpresas y la promesa de los candidatos a realizar cambios en Colombia.