Los secretos de Ismael Calderón para sumar apoyos en el PS y competirle a Irací Hassler en Santiago
Al interior del partido algunos reconocen que el precandidato socialista acarrea un historial electoral que no le favorece. De todas formas, destacan su trabajo como concejal en la comuna y plantean que es importante mantener su candidatura para dar una señal política al resto del oficialismo.
Si bien no es un nombre ampliamente conocido y no tiene un historial electoral que lo favorezca, Ismael Calderón (PS) ha provocado una fuerte jaqueca al interior del Partido Comunista (PC) durante las últimas semanas.
Todo comenzó cuando el Partido Socialista (PS) presentó a sus precandidatos para enfrentar las elecciones municipales de octubre. Dentro de ellos destacó Calderón, quien pretende competir en nada más y nada menos que Santiago, comuna administrada por la alcaldesa Irací Hassler (PC).
De inmediato el presidente del PC, Lautaro Carmona, encendió las alarmas. “No era lo recomendable, pero yo no puedo meterme dentro de las decisiones del Partido Socialista”, señaló el 19 de enero. El anuncio sorprendió a la alianza de gobierno del Presidente Gabriel Boric, en consideración de que, en ese momento, aún corría con fuerza el principio de “el que tiene, mantiene”, que ha primado tradicionalmente en las negociaciones electorales y que apunta a respetar el cupo del partido que fue electo anteriormente.
Desde entonces Calderón ha logrado sumar varios gestos de apoyo a su precandidatura. El más significativo fue una carta firmada por reconocidos militantes socialistas, como la exministra Ana Lya Uriarte, el exsenador Juan Pablo Letelier y el padre de la actual presidenta del PS, Hernán Vodanovic.
También recibió el respaldo del exministro Carlos Ominami y sostendrá un encuentro con el senador José Miguel Insulza este viernes, cita que originalmente estaba programada para esta tarde pero que debió ser reagendada.
Insulza dijo ayer a La Tercera que “me gusta Ismael, es una buena persona, un buen funcionario público. Tiene mucha experiencia y sabe mucho del municipio: ha hecho casi toda su carrera política en Santiago. Yo creo que es una persona perfectamente bien preparada para ser alcalde. Yo lo apoyaría con entusiasmo si es candidato. Ojalá que las negociaciones que se están llevando adelante sirvan para eso”.
Por su parte, la semana pasada Uriarte dijo a La Tercera que “su desempeño esmerado y riguroso es garantía de una gestión proactiva, acorde a las necesidades de la comuna de Santiago que Ismael conoce en cada uno de sus rincones (...). Un ejercicio de primarias permitiría una decisión que, junto a los partidos amigos y con quienes nos une un propósito común, tenga el arraigo ciudadano tan necesario para lograr concretar una vida amable y buena”.
Sobre los respaldos que ha recibido, Calderón afirmó que “Santiago es una comuna emblemática. Ese es el motivo de despertar tanto apoyo. El apoyo es transversal porque ven, a lo mejor, en mi persona una alterativa para detener el avance de la derecha en Santiago. Nosotros estamos pidiendo primarias para dicho efecto”.
Así como los exministros, son varios en el partido los que tienen una opinión positiva de Calderón. Lo describen como alguien serio, responsable y con pocos detractores. Y se evalúa bien su trabajo como concejal en Santiago entre 2008 y 2016. Por lo mismo, dicen, despierta una “simpatía transversal” al interior de la tienda.
Sin embargo, hay otros dirigentes que sugieren que detrás del nombre de Calderón hay algo más. De acuerdo a algunas fuentes del partido, el respaldo a su precandidatura responde a la necesidad que tienen de no subordinarse “de manera sumisa” al PC ni a los partidos del Frente Amplio.
“El legítimo derecho de nuestros afiliados a presentarse como precandidatos a cargos de elección popular como alternativa para enfrentar a la derecha política, económica y mediática, es de la esencia de nuestra colectividad. Pero siempre está sujeto y subordinado a los pactos electorales que acuerde el PS con el resto del progresismo. Sin embargo, este es un derecho individual de nuestros afiliados que deriva de la activa democracia interna del PS y que no admite vetos ni censuras previas internas, menos de fuerzas políticas de fuera de nuestra colectividad”, explicó el diputado Leonardo Soto, quien además es vicepresidente del PS.
Así las cosas, y en privado, algunos reconocen que la expectativa que tienen sobre el buen desempeño electoral de Calderón es baja -aunque él es muy capaz, enfatizan-. En esa línea, los socialistas hacen presente que no resultó electo en su última candidatura como concejal de la comuna. Pero, de todas formas, no dejarán de apoyarlo para dar una señal política al resto del oficialismo.
Lo cierto es que al interior de la directiva socialista hay una disputa entre quienes consideran que su precandidatura ha tensionado demasiado al oficialismo y que puede terminar generando una ofensiva del PC en contra de los socialistas, y quienes restan importancia a la situación y enfatizan que solo se trata de precandidaturas.
En esa línea, desde el partido reiteran que aún no se ha tomado una posición institucional con respecto a su precandidatura y que todo militante tiene el derecho de expresar sus aspiraciones por un determinado desafío electoral. “Esta es una primera etapa de preinscripciones internas. Aquí lo central es que exista unidad, criterios generales y mecanismos que permitan contar con las y los mejores candidatos únicos del progresismo”, comentó el diputado Daniel Melo.
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