“Matthei me había dado su palabra de ser imparcial”: Zalaquett mastica su derrota en Vitacura... pero dice que no se retira de la política

Candidado a alcalde Pablo Zalaquett sufrag en Alianza Francesa.
29 DE NOVIEMBRE DE 2020/SANTIAGO El candidato de la UDI Pablo Zalaquett sufraga en la Mesa 70M de la Alianza Francesa, en la comuna de Vitacura, Santiago. FOTO: AILEN D�AZ/AGENCIAUNO

¿Cómo se entiende que haya salido tercero, con menos de 2.800 votos en esa comuna? El exalcalde esperaba volver a la política campañera a la cabeza de uno de los bastiones electorales de la derecha y tratar así de pasar página con la sombra de los casos Penta y Tragamonedas. Pero no lo logró. Dice que Matthei -que terminó apoyando fuerte a la Evópoli Camila Merino- le había dado su palabra de que sería imparcial. Pero con la derrota todavía caliente y todo, afirma: "No me retiro de la política".


“Pablo Zalaquett no tiene 2.738 votos. Pablo Zalaquett logró un apoyo en la calle mucho mayor a 2.738 votos y eso lo vi en cada rincón, en cada esquina, en cada plaza, en cada zoom”, contesta, en tercera persona, ante la incógnita de qué va a ser de su futuro político luego de rematar tercero con esos números en la primaria municipal de ayer en Vitacura, detrás del RN Max del Real -delfín del saliente alcalde Raúl Torrealba-, y con menos de la mitad de las papeletas que sacó la ganadora Camila Merino, por quien Evópoli se lo jugó todo en este lance.

El derrotado candidato UDI esperaba volver a la política campañera como alcalde de uno de los bastiones electorales de la derecha (ya antes había revoloteado sobre la chance de postular a gobernador regional). La última vez que compitió fue vencido por Andrés Allamand (2013) en la senatorial por Santiago Poniente. Se marginó de la política durante algún tiempo en el que creó Triangular Integración Estratégica, una consultora donde compartía directorio con su hermana, la ahora ministra de la Mujer Mónica Zalaquett. Entremedio se concentró en trabajar -contaba entonces- la resiliencia: hace poco lanzó su libro “Sí, se puede”. Pero también debió lidiar con el arma de doble filo de ser una de las imitaciones más logradas de Kramer.

Con su renovada apuesta pretendía pasar página con la sombra de los casos Penta y Tragamonedas, que lo tuvieron en la mira de la Fiscalía entre 2015 y 2019. Aunque en el primero logró un acuerdo de suspensión el año pasado y en el segundo la fiscalía decidió no perseverar, política es política. Y puede que eso mismo haya sido uno de los diversos factores que le pasaron la cuenta ayer: en la plana mayor de la UDI comentaban esta mañana que RN había lanzado una “campaña sucia” en su contra recordando vía mensajes su pasado judicial reciente.

Otros militantes que conocen el perfil del elector de derecha en el barrio alto hacen ver que algún costo le habría acarreado eso en una comuna altamente informada. Incluso, algún dirigente lee que tal vez debió apostar por otra plaza.

Pero esta derrota tiene varias aristas más según a quien se le pregunte, más allá de que Evópoli se haya volcado en masa por su candidata. Y aunque el vencido no culpa a nadie en especial -aunque tampoco enumera fallas graves de su parte- sí repara en un elemento que para algunas voces en la UDI fue o puede haber sido desequilibrante: que Evelyn Matthei haya respaldado públicamente a Camila Merino y no a él.

El peso de Matthei

La alcaldesa de Providencia que está en modo campaña presidencial se jugó por la ingeniera civil Evópoli -dice su gente- porque la considera su amiga, y aunque al comienzo no estaba dispuesta a hacerlo y se mantuvo neutral, a la larga se cuadró con ella. Primero accedió a que acompañarla en una actividad pública y se fotografiaron; después le grabó un video de apoyo y finalmente fue con ella a un volanteo. En su equipo aclaran que no hizo llamados a electores de Vitacura. En el partido de Matthei y Zalaquett leen que esos gestos fueron lapidarios, aunque hay alguna discusión de si decidieron la suerte del caído por sí mismos o no.

Matthei, a todo esto, ganó 3-0 ayer, porque también apoyó a Cristóbal Lira y a Felipe Mora en Quinta Normal, ambos UDI. Su rival Joaquín Lavín, en tanto, apoyó a Zalaquett en terreno en las postrimerías de la campaña. En el partido dicen que el candidato vencido al comienzo no quiso que lo acompañara para no presidencializar tanto la contienda, pero también dicen que apuraron esas gestiones cuando vieron que Evelyn estaba jugadísima por Merino. El asunto es que el alcalde de Las Condes se sumó a la contienda después que ella (su brazo derecho, Francisco de la Maza, no apoyó a Zalaquett, sino que a Del Real).

“Creo que fue importante. No sé si decisivo, pero fue importante”, observa ante ese punto la presidenta UDI Jacqueline van Rysselberghe, que hizo llamados telefónicos a militantes de la comuna. Zalaquett también contó con apoyos similares y videos del exministro y postulante a suceder a JVR, Víctor Pérez; del rival de éste en la inminente interna, Javier Macaya, y del expresidente UDI Ernesto Silva. Y con el diputado por el distrito, Guillermo Ramírez, se siente en deuda por su respaldo. Pero, ¿qué pasó con Matthei?

Me sorprendió el apoyo tan explícito de Evelyn Matthei a Camila Merino. No porque ella diera vuelta la elección, sino que por el compromiso y palabra que me había dado de ser imparcial, y creo que cuando uno compite, la palabra se cumple y las lealtades se mantienen. Tal como yo lo hice cuando ella fue candidata presidencial y yo a senador por Santiago Poniente (2013), sabiendo que para mí era una gran mochila, porque en todos los distritos ella sacó menos votación que yo, y siempre mantuve mi palabra. Creo que son las cosas que le hacen mal a la política”, reflexiona, aunque insiste que el episodio no es el gran culpable de su derrota.

También cree que le jugó en contra el peso que ha ganado el Partido Republicano de José Antonio Kast en esa comuna y que le ocurrió varias veces que militantes de ese partido habrían votado por él si no se lo hubiesen impedido las reglas de las primarias legales. “Mucha gente no entendía por quiénes podían votar, había mucha gente de Republicanos que no podía votar ahora. Tampoco supe medir el efecto de la contracampaña de RN y lo que ocurrió en los últimos días con Evelyn Matthei. Pero lo que tengo claro es que me sentí muy apoyado, y creo que Camila, que hizo una campaña limpia, tomará muchas de mis propuestas”, dice.

Si lo intentará de nuevo o no en otra elección después de ayer es algo que no ha resuelto tan rápido. Ya le ha tocado ganar y perder antes, como en esa senatorial 2013, de cuya derrota culpó en su día a La Moneda y más específicamente al entonces ministro de lnterior Andrés Chadwick. Pero sí dice que “no me retiro de la política”. Según él, “porque tengo deberes que cumplir: promover a los candidatos a concejales que demostraron estar preparados; me debo a mi candidato a diputado Guillermo Ramírez, que fue leal conmigo; me debo a Camila Merino para que salga electa alcaldesa, y me debo a Joaquín Lavín, a apoyarlo en el lugar donde él me pida”.

Y cierra con “cualquier otra cosa se verá más adelante. Sentí en la calle que tengo llegada y buenas propuestas y siento que volví con la frente en alto y más preparado que nunca. Y también siento que aprendí de los errores que pude haber cometido antes y que soy mejor persona”.

JVR cree que “Pablo ha demostrado que es un gran campañero. La gente pierde y después vuelve a ganar. Es una experiencia en la vida política”.

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