Matthew Carnes (U. de Georgetown): “Hay muy poco entendimiento en EE.UU., cualquier gobierno tendrá una tarea difícil para cambiar eso”

Protesta Black Lives Matter
Protesta del movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos. Foto: AFP

El director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, asevera que desde Barack Obama y ahora con Joe Biden comenzó una tendencia de escuchar a la otra persona, algo que se perdió entre los republicanos con la llegada del Presidente Donald Trump a la Casa Blanca.


Como director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown, Matthew Carnes, SJ., es un gran conocedor de la realidad tanto de Estados Unidos como América Latina. El académico norteamericano participó en el Ciclo de Conversaciones de las Elecciones de Estados Unidos 2020 de la Universidad Alberto Hurtado y la mencionada cada de estudios estadounidense, ambas miembros de la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas.

Carnes formó parte de la charla “Ciudadanías empoderadas, convulsión social, racismo y xenofobia en el contexto de las elecciones de Estados Unidos”, transmitida hoy por La Tercera. En su intervención, hizo un análisis sobre los distintos movimientos sociales que se han visto tanto en su país como en América Latina.

“Tenemos un desencanto que se ve en las protestas antiglobalización de hace 20 años y, en ese sentido, pienso mucho en el reclamo que se vio en Chile durante las protestas que se iniciaron en octubre. En los últimos 30 años había mucha esperanza, pero también mucha promesa de que mucha gente iba a tener más oportunidades. Eso fue tan cierto en Chile, en Estados Unidos, como en otras partes del mundo, cuando esa esperanza no logró los efectos y la gente veía que surgió mucha desigualdad, muchas oportunidades que no fueron satisfechas. Bueno, no es sorprendente que las personas se tomen las calles, que empiecen a reclamar los derechos y las posibilidades que se les habían prometido en este tiempo de democracia y de liberalización. Las dos tenían sus promesas y vemos bastante desencanto con las dos”, dijo a La Tercera.

Este año vimos manifestaciones a favor del movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos. Se ha dicho que estas protestas reunieron a una variedad de personas en comparación con otras movilizaciones en el pasado, ¿Es posible decir que la sociedad civil está más empoderada y comprometida con los problemas sociales? ¿O esto es algo circunstancial?

Yo diría que en los últimos cuatro años desde la elección de (Donald) Trump (como Presidente) hemos visto muchos movimientos sociales. Hay que recordar que el día después de que asumió, el movimiento de mujeres y la marcha de mujeres aquí en Washington de alguna forma fue un llamado de atención a los estadounidenses sobre la importancia de la protesta y de los movimientos sociales que se sentían desempoderados, querían recalcar o reclamar su poder y su importancia en los últimos años. Con las divisiones sociales se ha prestado mucho más atención al tema del racismo y eso con la muerte, la matanza de varios afroamericanos en Estados Unidos, como George Floyd, Breonna Taylor y tantos otros últimamente en formas bastantes crueles, la gente realmente quedó espantada con lo que vio desde su propia policía y eso ha lanzado un nuevo momento de protesta alrededor del racismo y ya hablamos en Estados Unidos del antirracismo. No solo hay que llamar la atención sobre el racimo, ni solamente proclamar la importancia de la igualdad, sino que debiéramos ser antirracistas. Deberíamos cambiar el sistema, reconociendo los crímenes del pasado, cómo es que podemos relanzar la sociedad en una forma más antirracista y ese llamado es tan penetrante que está llegando a todas partes de Estados Unidos, a unas partes que realmente fueron bastante racistas por mucho tiempo. Aun allá hay un cuestionamiento y un deseo por un cambio y eso es algo que está llegando a todos Estados Unidos. Entonces, respondiendo directamente a su pregunta, creo que sí es algo puntual, hay algo nuevo en este movimiento de protesta contra el racismo, pero tenemos que reconocer que habíamos tenido un proceso de crecimiento de protesta en los últimos años.

En este sentido, ¿qué desafíos tendría un potencial gobierno de Joe Biden y Kamala Harris en cuanto a los llamados a quitar fondos a la policía? Esto, teniendo en cuenta los antecedentes de Harris como fiscal.

Es un tema que preocupa mucho a Biden y a Harris, porque es muy fácil decir que debemos reformar la policía, pero otra cosa es hacerlo. Realmente decir cuáles serán los pasos que vamos a seguir para lograrlo. Por un lado, primero, no van a tener que perder el apoyo de la policía, porque la policía se siente amenazada por esto. Ellos dicen, ‘ustedes van a quitar nuestros fondos, ustedes dicen que nosotros somos criminales, ustedes dicen que van a mandarnos a la cárcel por unas cosas que siempre hicimos antes’. Esto es realmente una amenaza. Primero, tienen que establecer una buena relación con ellos y no es algo imposible. Porque Biden siempre ha tenido algo de relación con la policía, Harris cuando era la fiscal realmente trabajó mucho con la policía y de una forma muy fuerte. Creo que hay una base. Después hay que pensar cuáles son las otras instituciones que se deben usar para proveer estos otros servicios. Eso es complicado. Porque vamos a tener que educar a una nueva generación de trabajadores sociales, de gente que pueda trabajar en las ciudades. Y vamos a tener que enfrentar el legado de esta violencia que vemos hoy. Mucha gente en la sociedad ya tiene una sospecha de la policía. Y crear una nueva cultura les va a costar. Y la otra cosa que se complica mucho, es que no está claro que el gobierno de Estados Unidos va a tener mucho poder económico, porque estamos gastando tanto en esta pandemia y el legado de los años de este gobierno fue disminuir el tamaño del Estado, entonces tienen que hacer más con menos. Eso siempre es difícil. Es difícil para ellos lograr lo que están prometiendo en su campaña.

El candidado presidencial demócrata, Joe Biden, y su compañera de fórmula, Kamala Harris, en un acto de campaña en Arizona. Foto: Reuters

Muchos analistas dicen que la situación no cambiará mucho en Estados Unidos, aún si gana Joe Biden. ¿Cómo ve usted esto?

Cambiar fundamentalmente es difícil. Yo diría que sí podríamos empezar a ir a un nuevo lado, porque los últimos años se ha visto una mayor división y más sospecha. Hay una posibilidad de que empezamos a enfrentar eso, pero no será fácil porque realmente tenemos dos Estados Unidos en estos momentos, y no están hablando entre sí. Es curioso, uno puede pasar todo el tiempo viendo solamente el lado de los demócratas o solamente el lado de los republicanos, escuchando la radio, mirando las redes sociales, la televisión y no se mezclan, casi nunca se mezclan. Hay muy poco entendimiento y yo diría que cualquier gobierno va a tener una tarea difícil para cambiar eso. Eso no implica que no podamos empezar a cambiar el discurso. Una cosa fundamental es que con el gobierno de (Barack) Obama, la campaña de Hillary Clinton y ahora la de Joe Biden y Kamala Harris ha habido una tendencia a respetar al otro lado, de hablar como personas más o menos iguales y se vio eso en el debate de los vicepresidentes, porque (Mike) Pence es un tipo más tradicional del Partido Republicano, uno puede estar de acuerdo o no con él, pero escucha, tiene sus ideas, respeta a la otra persona. Hay una corriente así en los republicanos. Pero eso se perdió debido al liderazgo de Trump y por la oportunidad que ellos tienen con el Senado (al tener mayoría y controlarlo), porque les dio mucho poder y decidieron aprovecharlo para hacer todo lo que podían en el tiempo que tienen. Si gana Biden y si ganan los demócratas las dos cámaras (del Congreso) van a tener mucho poder. Y eso puede dividir a la gente aún más, tenemos que ver de encontrar una nueva manera de hablar entre los grupos, es un proceso que es de largo plazo.

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