Max Hollein, director del Met: “El museo ha sobrevivido a tiempos pasados ​​llenos de incertidumbre”

Frontis del Met.
Frontis del Met, en Nueva York. Foto: Cortesía Metropolitan Museum of Art.

Fundado en 1870, el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York es uno de los más visitados del mundo. Con más de 2 millones de obras en su colección y en medio de la crisis por el coronavirus, la institución acaba de cumplir 150 años con sus puertas cerradas al público. Su director se refiere a las dificultades que enfrentan y cómo proyectan su funcionamiento cuando puedan abrir nuevamente.


Durante las últimas semanas Nueva York se ha transformado en la ciudad con más casos de coronavirus en el mundo: la cifra de contagios supera los 200 mil. Epicentro cultural y turístico, hoy sus avenidas, museos y teatros lucen vacíos producto de la pandemia que colapsa hospitales y suma cada día más muertes.

Uno los símbolos de la ciudad es el Museo Metropolitano de Arte (Met), uno de los más visitados del mundo y que debido a la emergencia sanitaria cerró sus puertas el pasado 13 de marzo. Ubicado en plena Quinta Avenida, el Met es una de las instituciones culturales más relevantes y acaba de cumplir 150 años. Sin embargo, es un aniversario inusual: sin público .

Fundado el 13 de abril de 1870, el museo cuenta con cinco pisos, un frontis con extensas escaleras y un interior de 190 mil metros cuadrados donde se reparte su colección de más de dos millones de obras, que va desde piezas del antiguo Egipto hasta arte contemporáneo. Un acervo que comenzó a levantarse el 20 noviembre de 1870, cuando el Met adquirió su primer objeto: un sarcófago de mármol romano encontrado en 1863 en Tarso en Cilicia, al sur de lo que hoy es Turquía.

Antes de cerrar como medida de prevención del coronavirus, el Met ya tenía instalada la que sería su exposición de aniversario, Making The Met, 1870-2020. Originalmente se iba a inaugurar el 30 de marzo, pero debió ser suspendida.

“Se inaugurará una vez que se vuelva a abrir el Museo, y permanecerá a la vista hasta enero de 2021. Es, si lo desea, la exposición ideal por el momento que representa la historia del Met desde su fundación, y también muestra cómo el museo ha sobrevivido a tiempos pasados llenos de incertidumbre y ha demostrado la resistencia de la institución”, cuenta el director del Met, Max Hollein, a La Tercera PM.

Max Hollein.
Max Hollein, director del Museo Metropolitano de Arte (Met): Foto: Met.

Si bien las puertas del museo emplazado en el terreno de Central Park se abrieron al público en 1880, la institución fue fundada una década antes con el objetivo de acercar el arte y la educación artística a los estadounidenses. Así, desde el 13 de abril de 1870 el Met ha ido adquiriendo un fondo de obras de arte, piezas históricas e incluso instrumentos e hitos de la moda de distintas partes del mundo. La colección del museo cuenta con arte decorativo, pintura, escultura, arte egipcio, asiático, europeo, oceánico, así como también acervos de instrumentos, vestuario, armaduras, y más. Anthony van Dyck, Nicolas Poussin y Giovanni Battista Tiepolo fueron algunos de los primeros en entrar a la colección apenas un año después de su fundación, sin embargo de ahí en adelante la multiplicidad de artistas es inmensa: Rembrandt, Picasso, Claude Monet, Warhol, Rodin, son solo algunos de los pintores presentes.

Dada la situación por la que atraviesa Nueva York producto del virus, los esfuerzos del Met se han dirigido a acompañar al público de otra manera. “Nuestro enfoque en este momento no está en nuestro aniversario, sino en lo que podemos hacer para que la comunidad global brinde algo de consuelo, alegría e inspiración a las vidas de las personas a través de nuestra programación en línea y en las redes sociales”, agrega Hollein.

Desde su cierre, el museo ha ofrecido contenidos en línea a través de su página web y redes sociales. “El Met no es solo un museo que puede visitar, sino una institución que puede experimentar en todo el mundo”, dice su director. En esa línea, están disponibles contenidos característicos como La línea de tiempo de la historia del arte de Heilbrunn, donde a través de la colección del museo se puede explorar de manera temática, geográfica y cronológico la historia global del arte. También es posible encontrar videos en 360 grados, publicaciones como el catálogo de la muestra aniversario o iniciativas a través de Instagram donde curadores reflexionan sobre piezas particulares de la colección.

“Difundir nuestro contenido educativo, nuestras narrativas atractivas, nuestras historias sobre el arte y la cultura, y el contexto profundo de nuestras colecciones al tiempo que hace que todas nuestras existencias sean accesibles en línea, es una parte importante de lo que hacemos y lo que representa el museo”, explica Hollein. Y han tenido una buena respuesta o al menos así lo muestran los número. En Instagram aumentaron la participación del público en un 95%, mientras que el tráfico de su sitio web subió en un 76%.

Interior Met.
Interior del museo en su funcionamiento habitual antes de la pandemia. Foto: Brett Beyer.

Impacto económico

“Nuestra primera prioridad ha sido la seguridad de nuestro personal y visitantes, por lo que tomamos la decisión de cerrar temporalmente a partir del 13 de marzo”, dice Max Hollein. Sin embargo, ese cierre, que esperan dure hasta el 1 de julio, también trae consecuencias en la programación y en los aspectos financieros de la institución.

A diferencia de otros museos de Nueva York que solo tienen una tarifa sugerida o incluso algunos días gratuitos, el Met cobra un ticket general de 25 dólares y recibe alrededor de 7 millones de visitantes anualmente. Con sus salas cerradas y sus actividades suspendidas, la institución proyecta un déficit de al menos $ 100 millones de dólares.

Con el objetivo de promover la asistencia económica a instituciones culturales sin fines de lucro, a fines de marzo el Met lanzó la campaña #CongressSaveCulture. A través de ella buscan ampliar los esfuerzos de apoyo pidiendo al gobierno federal que incluya al menos $ 4 mil millones de dólares para ayudar a organizaciones artísticas en riesgo financiero.

“Financieramente, por supuesto, este es un momento extremadamente desafiante para todos, con flujos de ingresos esencialmente en espera. Programáticamente, estamos en el proceso muy complejo de reprogramar exhibiciones y eventos planificados, que luego está en cascada en nuestra planificación durante muchos años, al igual que en otras instituciones”, añade.

Para cuando la crisis disminuya, desde el Met proyectan un vuelta a la normalidad más bien lenta en una ciudad que tras el coronavirus renacerá de manera distinta. “El turismo, por ejemplo, en el que confía especialmente un lugar como la ciudad de Nueva York, será significativamente menor, por lo que anticipamos ingresos reducidos por las entradas”, señala Hollein. En su programación también preveen eventuales modificaciones. “El cambio en el público también podría significar un cambio en nuestra programación, con un enfoque más centrado en nuestra colección y menos en programas de préstamos costosos”, añade.

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