“No podríamos resistir una nueva ola migratoria”: la alerta de los alcaldes de comunas fronterizas ante crisis venezolana

La posibilidad de una nueva ola migratoria desde Venezuela, fruto de la crisis y violencia interna que se desataron después de las cuestionadas elecciones presidenciales de ese país, ha encendido las alarmas en las comunas fronterizas del norte de Chile. Las recientes declaraciones de la ministra del Interior, Carolina Tohá, sobre un posible éxodo masivo de personas no hacen más que refrendar los temores y han sido recibidas con preocupación por las autoridades locales, que temen una repetición del fenómeno que vivieron años pasados.

“Ciertamente hay una preocupación de que esto se pudiera intensificar, y para eso ciertamente tenemos que prepararnos. Ya se ha estado teniendo bastantes contactos y primeras conversaciones”, afirmó la ministra Tohá esta mañana. Como parte de estas acciones, el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, se desplazará este jueves y viernes a los pasos fronterizos de Colchane y Chacayuta, donde se llevará a cabo un Comité de Seguridad Fronterizo con la participación de las Fuerzas Armadas, Carabineros, la Policía de Investigaciones y la Subsecretaría de Defensa.

Ante esto, los alcaldes de las comunas fronterizas afirman a La Tercera que miran con aprensión el futuro inmediato, conscientes de que cualquier alteración en el flujo migratorio podría tener nuevamente un impacto profundo en sus comunas.

Tal es el caso del edil de Pozo Almonte, Patricio Ferreira (DC), quien ha manifestado su preocupación por la crisis habitacional que podría desatarse en las tomas de su comuna. “El evidente fraude electoral del régimen de Maduro agudiza la crisis migratoria que nos repercute como comuna. El aumento explosivo de nuestras tomas y campamentos se nutre precisamente de migrantes irregulares que llegan en una situación muy precaria. Además, es sabido que en los flujos migratorios se ha infiltrado el crimen organizado”, señala.

Sobre contactos con el gobierno para coordinar el abordaje de la situación, la autoridad comunal asevera que “hasta ahora no ha tenido comunicación con nosotros y la verdad es que no tenemos capacidad de controlar o contener esta situación, ni tampoco atribuciones. Ese es rol del Estado”.

Por su parte, el alcalde de Colchane, Javier García (Demócrata), quien ha tenido que dedicar mucho tiempo a la crisis migratoria, se encontraba esta mañana en la frontera con Bolivia, justamente, ante los avisos de un posible arribo masivo de ciudadanos venezolanos.

Pero el edil advierte que “cerrar el complejo fronterizo de Colchane sería incentivar el ingreso por pasos no habilitados. No podemos cerrar una frontera sin medidas efectivas, y hasta la fecha nosotros no hemos sostenido contactos con el gobierno. Por nuestra parte, estamos reunidos con las comunidades dueñas de estos terrenos que en su gran porcentaje son de propiedad privada. Hay que seguir con medidas de control”.

El gobernador de Tarapacá, José Miguel Carvajal (ind.), también se suma a las voces de alerta. “Tenemos que mantenernos atentos a esta situación, entender que la política es dinámica y que, efectivamente, a consecuencia de un proceso electoral o alguna decisión que pueda tomar Venezuela, puede cambiar nuestra situación”.

Además, añade que “la consecuencia de lo que ocurrió por no estar preparados en 2020 es algo que nos va a acompañar durante buen tiempo en las comunas y en la región. Ahora bien, la manera de hacerse cargo de esa consecuencia es tomando varias acciones, y nosotros principalmente tomamos una, que es en materia de inversión”.

Estas preocupaciones también fueron compartidas incluso más hacia el norte del país, donde se produjo una cita para abordar la crisis política en Venezuela y la posible ola migratoria. El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola (FA), expresó que “Arica no podría resistir una nueva ola migratoria (...) Insistimos siempre a nivel central en que se revise, se evalúe y se monitoree cuáles son los desplazamientos de las personas venezolanas y lo que está ocurriendo en la frontera de Venezuela con Colombia, porque eso puede, sin duda, impactar después acá en Arica, especialmente en los espacios públicos”.

Asimismo, el gobernador Jorge Díaz (DC) aseguró que la posibilidad de una nueva ola migratoria “trae complejidades sociales. Como región extrema y fronteriza esto tiene una connotación adicional, ya que el principal ingreso irregular al país de venezolanos ha sido por las fronteras del norte”. Por eso pidió un plan del gobierno, en línea con otras exigencias de las autoridades comunales, para tener una respuesta efectiva y coordinada del Ejecutivo para enfrentar este desafío inminente.