Patria: así es la polémica serie española de HBO que revive los días más duros del conflicto de ETA
En ocho episodios, la producción española aborda a dos mujeres separadas por la muerte del marido de una de ellas a manos del grupo separatista vasco. Antes de ganarse aplausos de la crítica, la ficción generó controversia por su campaña promocional, leída por algunos como un intento por homologar el dolor de las víctimas con el de los victimarios.
Un “hasta la noche” entre esposos, una lluvia torrencial, y a los segundos un par de disparos a lo lejos mientras la cámara permanece al interior del departamento y la mujer baja a la calle entre lágrimas. Con sobriedad y fuerza, Patria fija desde un inicio su conflicto: la muerte de un hombre a manos de la ETA afuera de su casa y las consecuencias de ese hecho para la familia del hombre asesinado y para un clan amigo con miembros pertenecientes al grupo separatista vasco que dejó 854 víctimas.
Basada en la novela de Fernando Aramburu, la producción que HBO estrena este domingo (a las 21 horas, por el canal y por HBO GO) propone una lectura desafiante sobre los años en que la ETA atentaba en Euskadi, el País Vasco, en España. Al igual que el libro que fue fenómeno en 2016, comienza con Bittori (Elena Irureta) decidiendo volver a su pueblo luego que el grupo anuncia el cese definitivo de su actividad armada. El retorno de la mujer, en un estado frágil de su vida, tiene como fin determinar quién mató a su esposo, Txato (José Ramón Soroiz), como último paso para cerrar el duelo. Pero su presencia genera incomodidad entre quienes habitan el lugar, especialmente en la familia de Miren (Ane Gabarain), su amiga antes de que la tragedia las golpeara.
Sutil antes que estridente en el drama, la historia va y vuelve entre épocas que abarcan cerca de 30 años -con los mismos actores, un punto alto de la producción-, conectando hechos y ahondando en los dolores de los integrantes de ambas familias. El foco, en la misma línea de la novela original, es exponer lo devastadora que puede ser la violencia en ambos lados, aunque con matices importantes.
La ficción explicita que el hijo de Miren, Joxe Mari (Jon Olivares), un miembro de ETA, se encuentra en la cárcel y se sugiere a través de diálogos que existen torturas en contra de prisioneros como él. Pero al menos en los dos primeros capítulos –facilitados a la prensa–, en los que la atención la dominan las dos mujeres protagonistas, no hay una búsqueda por equiparar los asesinatos del grupo separatista vasco con los vejámenes que estos sufrirían posteriormente.
La polémica que existió hace unas semanas sugería algo distinto, con un criticado poster promocional que dividía la imagen entre una mujer con su esposo muerto en brazos (la protagonista) y un preso aparentemente siendo torturado. El mismo Fernando Aramburu calmó la controversia en torno a un posible acercamiento equidistante, señalando que había visto los ocho episodios y que el cartel “me parece un desacierto”.
Antes de esa polémica, en el Festival de San Sebastián de 2019, su creador, Aitor Gabilondo, ahondaba en la complejidad de la serie y en su determinación al adaptar el libro. “A mí lo que me interesó, y por eso fue catártico para mí leerlo, es que representa el gran dolor, del terrorismo, de la violencia; y luego, tapados durante un montón de años, pequeños dolores de personas alrededor de eso, la madre de un etarra, la hermana de un etarra. Poder hablar de eso para mí era fundamental, y es lo que he intentado”, explicaba en la primera presentación en sociedad de la serie.
“Para mí Patria es más que hablar de ETA o de la violencia o de las torturas y de todo lo que habla la novela, para mí es un viaje hacia el futuro, hacia las siguientes generaciones, es un viaje hacia un abrazo, que es duro, es difícil. Hacer equilibrar justicia y reconciliación es muy complicado. La memoria es muy traicionera, la personal y la colectiva. Aun así, creo que mostrar ese abrazo es lo que justifica hacer esta serie”, detallaba.
En los días previos a su debut en Europa y Latinoamérica, la producción ha conseguido elogios que la sitúan como el título español más relevante de 2020, probablemente por sobre La línea invisible –que aborda el origen de ETA como organización terrorista–, la coproducción chileno-española Inés del alma mía o cualquiera de las series del streaming.
“Un resultado magnífico, una adaptación tan creíble como apasionante de ese relato denso, terrorífico”, indicó Carlos Boyero en El País, uno de los más elogiosos ante el estreno. “Magníficamente hecha, visualizada en su grisura, humedad y colmillo, con una carne actoral tan precisa y auténtica que ninguna imaginación lectora la podría mejorar”, opinó ABC.
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