Por qué Cubillos se resiste a estar con J.A. Kast y es punta de lanza de Sichel
Está jugada por el abanderado oficialista, Sebastián Sichel, porque cree que, de esa manera, se potencia el proyecto colectivo que ha construido la centroderecha en los últimos años, sobre el que destaca su diversidad e institucionalidad. Sin embargo, es enfática en declarar que, si su candidato no consigue pasar a segunda vuelta, entre Boric y Kast “no me pierdo”.
Estaba entre sentido y molesto.
“Me habría encantado que Marcela Cubillos hubiera dicho todas esas cosas de mí cuando apoyamos su elección de constituyente. Porque la apoyamos bastante, llamamos a votar por ella, y porque en ese momento estaba feliz de que nosotros la apoyáramos. Yo también me sorprendí cuando leí algunos de los planteamientos de ella...”
Así comentó José Antonio Kast, hace diez días, en un panel de conversación con presidenciables de la Universidad Católica, las críticas de su excompañera de Derecho en esa casa de estudios y de bancada UDI en el Congreso, e incluso excandidata a vicepresidenta de ese partido en la lista que él encabezó para dirigirlo en 2008.
Unos pocos días antes, en radio Agricultura, Cubillos había dicho que sus posturas estaban “en un nivel muy extremo”. Y con eso, se puso en el grupo de las principales voces de la centroderecha, sino la principal, que en las últimas semanas salieron a marcar fuertes diferencias con el presidenciable republicano, y en favor de su contrincante Sebastián Sichel.
“Es que yo no soy extremo (...) No usemos esta elección presidencial para marcar diferencias que no existen”, dijo Kast en la UC. E, incluso, mencionó que tras conocer las críticas de la exministra, la mensajeó... pero ella no contestó. “A las personas que están levantando algunos temas, no me ha llegado ningún mensaje de las personas que yo conozco y que han salido a hablar en los medios y no han sido capaces de contestar un WhatsApp cuando les pregunté a algunos de ellos ‘qué cosa quieres que te aclare’”, relató.
En el entorno del exdiputado resienten las críticas que ha esbozado Cubillos. Después de que él la mensajeara, ella tuiteó en varias ocasiones con comentarios en la misma línea.
Tras un pasado en común en la UC y la UDI -ambos, incluso, lideraron la acusación constitucional que destituyó a la ahora candidata presidencial Yasna Provoste (DC)- sus caminos comenzaron a separarse a partir de las elecciones primarias de 2013. Cubillos renunció a la UDI para poder respaldar libremente a su marido, Andrés Allamand (RN), en la contienda que lo enfrentó a Pablo Longueira, mientras Kast ejercía como secretario general de esa tienda.
En 2017, la actual convencional constituyente respaldó al Presidente Sebastián Piñera desde un comienzo, mientras que el abanderado del Frente Social Cristiano tuvo su primer intento por llegar a La Moneda -enfrentándose, por tanto, al entonces candidato de Chile Vamos- y terminó entregando su apoyo al actual Mandatario para la segunda vuelta. Y durante la administración Piñera, Cubillos ocupó el Ministerio de Medio Ambiente y el de Educación, mientras Kast y su partido -Republicano- terminaron declarándose “opositores” al gobierno.
¿Pero, por qué hasta ahora ella se ha resistido a apoyar al exdiputado y ha sido de las más férreas defensoras de Sichel?
“Ella piensa como nosotros, argumenta como nosotros, vota como nosotros, pero apoya a Sichel. No se entiende”. Así responde un importante dirigente del Partido Republicano, adjudicando el respaldo de la exministra al candidato oficialista a “un problema tribal”. ¿La razón? En el análisis del dirigente de esa colectividad, Cubillos “tiene una identidad tan potente con su grupo social y con su coalición que no puede hacer otra cosa (más que apoyar al expresidente de BancoEstado) e inventa excusas para reafirmar la decisión de la tribu”, que -en este caso- estaría compuesta por Allamand, su amigo Andrés Chadwick y otros miembros del bloque oficialista que son cercanos a Cubillos y con quienes han promovido la candidatura de Sichel.
Sobre el punto, un miembro de la directiva del partido dice que “mi impresión es que ella está jugando un papel”, puesto que “ella tiene muy poco que ver con Sichel y, en cambio, tiene mucha cercanía con José Antonio”. De hecho, destaca la trayectoria política que ambos han compartido y el respaldo que el propio Kast y su partido le dieron a la exministra durante su campaña para llegar a la Convención. En esa oportunidad, la propia Cubillos dio señales de respaldo (sin explicitarlo) a candidatos municipales y convencionales del Partido Republicano, entre ellos, a Cristián Araya, quien compitió por la alcaldía de Vitacura y actualmente busca un escaño en la Cámara Baja por el distrito 11.
Más duro es otro republicano para explicar la situación y plantea que Cubillos estaría detrás del exministro de Desarrollo Social “pensando en ella y en su futuro”. Y recuerdan al abogado, analista y amigo de la exministra Gonzalo Cordero, quien aseguró a The Clinic que “vienen tiempos para liderazgos como el de Marcela Cubillos”, y agregó que ella podría encabezar al sector, pero no “desde la lógica del entendimiento, del diálogo”.
Diferencias de forma y de fondo
En Chile Podemos Más, algunas voces dudan que ella apueste a disputar un electorado con Kast. ¿Qué dice ella? En conversación con La Tercera, la exministra precisa que sus razones para no respaldar al Republicano en primera vuelta tienen que ver, principalmente, con lo que esto puede significar para la centroderecha, desde el punto de vista institucional y de proyecto político.
Al respecto, dice que, con lo está ocurriendo hoy día -a partir de los descuelgues de distintos parlamentarios y dirigentes oficialistas que han anunciado su apoyo a Kast-, lo que puede pasar hacia adelante es que “la centroderecha no tenga nunca más primarias” y que “todo lo que se avanzó en lo institucional, se puede perder”.
“Creo que hay una gran miopía de la centroderecha, porque se ha construido un proyecto colectivo, con diversidad, en que caben distintas visiones, pero compites adentro. Tú puedes competir con un UDI, un RN, con un Evópoli, que pensamos distinto en algunos temas, pero compites desde adentro”, afirma Cubillos. Y subraya: “Kast se salió de la coalición, por tanto, la pregunta es al revés, no es por qué yo no estoy apoyando a Kast en primera vuelta, sino por qué la centroderecha se suma a alguien que está fuera y que el grupo que lo apoya es completamente homogéneo, en el que no caben proyectos valóricos diversos y yo creo que eso es esencial en una coalición política”, apunta.
Otro de los factores que la hacen mantener su respaldo a Sichel es “que genera un riesgo brutal hacia futuro el populismo y el caudillismo, y la mejor forma de evitar eso es con coaliciones amplias e institucionales”.
Cubillos expresa que, además, tiene “diferencias de fondo” con las propuestas del líder republicano, por lo que “no me siento identificada con él”, aunque advierte: “Cosa muy distinta, y lo he dejado siempre claro, es que, si el proyecto en el que creo no llega a segunda vuelta, entre Kast y Boric no me pierdo”.
No obstante, la exsecretaria de Estado es enfática al decir que “por el miedo razonable hoy día frente a un eventual gobierno comunista y del FA, podríamos estar tirando por la borda un proyecto que ha costado mucho construir y que va a costar mucho reconstruir si lo dejas diluirse”.
En ese sentido, plantea que la coalición “tendrá que enfrentar la crisis” que está viviendo, pues “sufriremos un daño en la presidencial si nuestro proyecto no pasa a segunda vuelta. Ya sufrimos un daño en la Convención, con la minoría que tenemos y, obviamente, esto nos va a traer un daño en la parlamentaria”. Frente a este escenario, destaca que “es mucho más importante empezar a reconstruir un discurso, un mensaje reconocible desde las ideas de la libertad, que le haga sentido a la gente, algo que yo creo que se abandonó hace mucho tiempo en la centroderecha; nunca se dio la batalla cultural”.
“No me parece que la mejor forma de dar la batalla cultural contra la izquierda sea diluyendo nuestro proyecto en un Partido Republicano, que es un partido completamente homogéneo, en que todos piensan igual y que son bastante agresivos, salvo excepciones, frente al que piensa distinto, que eso es lo que a mí no me gusta. Yo veo la intolerancia de la izquierda todos los días en la Convención; no quiero reemplazarla por otra intolerancia de derecha, no creo que ese sea el camino. Debe haber más debate, más diversidad, para unir a Chile hoy”, sentencia.
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